Beatriz Ordóñez, poeta pensadora, esta vez ha optado por jugar con las décimas. En algunas recoge viejos chistes y los pone a rimar; en otras hace desfilar ante los ojos admirados del público a veinte esdrújulas amaestradas. Al final de sus rimas los lectores encontrarán el fallo de nuestro concurso de décimas.
¿Buenos días?
Mis décimas de ironías
son chistes viejos rimados,
porque estamos muy cansados
de infamias y cobardías.
Suceden todos los días
y nos aprietan la calma
como si fuera una enjalma.
Es bueno reír un poco
ante tanto zaperoco.
Un bálsamo para el alma.
Concho Rito
La mujer embarazada
y el marido entusiasmado,
tienen todo preparado
para esa dulce llegada.
Su vida está iluminada.
Será un evento bendito,
emocionante y bonito.
Esa preciosa bebita
se llamaría Concha Rita.
Pero nació varoncito.
Todavía no
Está en la bañera un niño
tocando sus genitales
y con maneras gestuales
le pregunta con cariño
a su mamá con un guiño,
como quien va en contra vía
y con cierta picardía:
—¿Este es mi cerebro? —dice;
pero ella lo contradice:
—No, mi amor: no todavía.
Décimas un tanto esdrújulas
1.
Cambio impotente climático
dolor de infierno político
poder sin dudas patético
basura en envase plástico.
Mundo tenaz y caótico
rostro a cuchilla sintético
tráfico infame y vandálico
costo de vida gigántico.
Y este planeta romántico,
girando loco y frenético.
2.
Vecino peripatético,
vanidoso y antipático,
volátil mas carismático,
viral y un tanto patético.
Vigilante altivo y tétrico,
vano discurso dislálico;
vil heredero tiránico,
viendo a su pueblo famélico
voltea el rostro esperpéntico.
Voraz dictador vandálico.
CONCURSO DE DÉCIMAS
Hace una semana Los Danieles convocaron un concurso de décimas que premiaba al ganador con dos entradas al espectáculo de Les Luthiers. Este fue el resultado que ofrece el acta del juez único Samper Pizano:
Los versos que me han enviado
—lo proclamo de una vez
en mi condición de juez—
son más malos que un pecado.
De sílabas se han pasado,
o están cortos o, por cierto,
el tema es un desacierto,
o no riman, o son prosas.
Declaro que, así las cosas,
queda el concurso desierto.
