Los sucesos venezolanos, los bloqueos de camioneros colombianos y la alocución del presidente Petro son materia prima de las décimas de esta semana. Bajo las dos banderas tricolores las cocinó el profesor Pompilio Iriarte.
¡Ah locuciones, Ah cepeeme!
Me imagino las palabras
que les gustaría leer
y solo esas les escribo.
Todos locos como cabras:
Maduro, a más no poder,
se cree el dueño de Esequibo;
Cabello, descabellado,
pero con el mazo dando;
y Chávez, ‘chaburreando’,
fantasma deschavetado.
No voy a hablarles del paro
que es lo que el pueblo más teme;
hablar del ACPM
es desvergüenza y descaro.
Lo que va a salirles caro,
y de ello nadie se acuerda,
es que al gobierno de izquierda
se lo está llevando el diablo.
Con ACPM le hablo
A Colombia Pura M...
Montado Petro en Pegaso,
programa y aplicación
y, a la vez, viejo camión,
va de porrazo en porrazo.
La gota que llene el vaso
en tan apremiante apuro
será hacerse el cariduro,
mandar a Edmundo de viaje,
usar software de espionaje
y obedecer a Maduro.
El Aceite Combustible
Para los Motores dísel
o ACPM, nos dice
el conductor invisible
de un carrotanque risible
del desierto seco y duro,
equivale, lo aseguro,
al plato de comidita:
Arroz, Carne, la Papita
y un pedazo de Maduro.
¡Wow!, ladra el buldog inglés.
¡Guau!, late un perrito gozque.
¡Uau!, clama el lobo del bosque.
¡Ouah!, se burla el gran danés.
Y un perrito pequinés
con guau guau impertinente,
ladra y ladra altilocuente:
«¡La potencia de la vida
va a convocar enseguida
el poder constituyente!».
