Jonathan Bock
12 Noviembre 2023 03:11 am

Jonathan Bock

EL ELEFANTE QUE APLASTA A LA FISCALIA

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En la larga historia de lucha contra las drogas, llena de contradicciones, corrupción y enfoques moralistas, la campaña a la presidencia de 1994 marcó un punto de inflexión. Un cartel de la droga financiaba la campaña presidencial para que el narco pudiera tener presidente. El presidente era Ernesto Samper, la organización el Cartel de Cali y el objetivo era ponerle precio a la presidencia, demostrar que podían comprar la legitimidad; blanquear los lazos entre política y crimen organizado. Un golpe de poder que movía el tablero de juego. Hoy, tres décadas después, la publicación de ‘Narco Files’, marca otro hito histórico.

Narco Files, el nuevo orden criminal es una investigación internacional sobre el crimen organizado moderno y sobre quiénes lo combaten. En este universo de policías y ladrones, las investigaciones publicadas permiten entender mejor a las empresas dedicadas al narcotráfico, sus alianzas, métodos y alcance. A diferencia de hace 30 años los criminales ya no necesitan comprar la legitimidad, ellos son la autoridad. Aplican esa vieja máxima que dice que cuándo hablan las armas callan las leyes. 

Esta revelación periodística surgió a partir de una filtración de correos electrónicos de la Fiscalía General de la Nación. La filtración fue compartida a OCCRP, una organización de periodistas que investiga el crimen organizado. Recopilaron toda la información y reunió a organizaciones de medios de 23 países de América y Europa para analizar los contenidos. Las historias publicadas muestran cómo los grupos criminales colaboran, se comunican e innovan en un mundo globalizado. La cocaína puede comenzar su vida en una plantación en Putumayo, antes de ser reenvasada en México, procesada en los Países Bajos y vendida a consumidores en cualquier mercado que esté en auge, bien sea Asia, África o Australia. Pero no solo es la droga.

Acá quedan retratados los lazos entre el Clan del Golfo y la N´draguetta italiana. El furioso crecimiento del Tren de Aragua, que evolucionó de una carcel en Venezuela a tener negocios en diferentes países latinoamericanos. Los métodos más sofisticados en transferencias bancarias y otras transacciones que han permitido todo tipo de diversificación de negocios que abarcan prácticamente todas las actividades ilegales conocidas. Por ejemplo, como una empresa, propiedad de Fernando Rodríguez Mondragón, hijo de Miguel Rodríguez Orejuela, exjefe del Cartel de Cali, envió a Hong Kong un cargamento ilegal, cargado con aletas de tiburón empaquetadas en más de 100 kilos de vejigas de pescado. Resulta difícil siquiera comprender el nivel de conexiones, sobornos e impunidad que se necesita para hacer ese envío, en el que se calcula que mataron a mil tiburones. 

A pesar de que este ‘enemigo público’ tiene un alcance transatlántico sus delitos suelen ser investigados y enjuiciados de forma aislada, por organismos con métodos insuficientes, condenados a correr en círculos. Frente a estas publicaciones la Fiscalía colombiana ha optado por esconder la cabeza. Decidió no contestar a ningún cuestionario enviado por los periodistas que investigaron los NarcoFiles. La táctica de la avestruz, además de poco transparente, es sumamente grave. Son cinco terabytes de información con documentos audios y correos sumamente sensible, pues la filtración expone a cientos de agentes, informantes, denunciantes, funcionarios extranjeros, de la DEA, entre otros, y a miles de personas que han confiado en la Fiscalía para denunciar un delito. Lo que la Fiscalía puede entender como silencio estratégico es realmente una muestra de incapacidad, fragilidad, cuando no complicidad.

Tampoco es claro que los problemas y vulnerabilidades de seguridad que ocurrieron hace más de un año hayan sido verdaderamente resueltas. A estas alturas es evidente que los principales pecados de la gestión de Barbosa no serán sus impulsos vanidosos, la instrumentalización de la Fiscalía para sus intereses politicos o el desprecio hacia sus contradictores y periodistas. El real daño es darle la espalda a este elefante, que no haya enfrentado este "imperio criminal" que asesina, destruye comunidades y compra autoridades y empresarios.

Estas revelaciones, por supuesto no cambiarán el curso de la historia. Sin embargo, si son una tremenda lección de periodismo latinoamericano. Es la primera investigación de esta dimensión basada en una filtración que nace en las entrañas de América Latina, a diferencia de otras filtraciones como Los Panama Papers, los SuisseLeaks o los Pandora Papers.

También, porque en estos tiempos puede importar más cómo sale a la luz la información que la información misma. Las formas: la ética, la paciencia, el detalle en la investigación, el trabajo colaborativo son el ADN de este trabajo. El consorcio de medios no se limitó a publicar un único documento, un correo para sencillamente ‘hacer ruido’. Acá se trata de entender y explicar al público historias. Entendieron que la mejor respuesta para enfrentar esta cantidad de información, la complejidad de historias transnacionales y juntar los rompecabezas, era trabajar juntos.

Uno de los periodistas artífices de este trabajo, Nathan Jaccard, lo resume así. “Se buscaron equilibrios que no siempre fueron fáciles, pero acá los medios independientes, jóvenes, guiados por una generación de periodistas que ya se está consolidando por fuera de las lógicas tradicionales, dijeron presente con fuerza. Mostramos una vez más que la era de la chiva, del acelere, de los celos, ya no es actual”.

En el mejor de los escenarios será la próxima mujer que asuma la Fiscalía que enfrente a este enemigo con mayor transparencia y compromiso. Para que esto suceda es indispensable que los medios, los que tienen mayor alcance, se sumen. Ahora esa información es libre y el poder de amplificar y explicar esta información puede ser compartido y generalizado. 
 

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