Para celebrar el Día de Idioma, que se festeja el 23 de abril, el profesor Pompilio Iriarte, decano de todos los decimeros del mundo, sacó brillo a sus zapatos Ferragamo y se echó a andar por el mundo de la rima... Este es el resultado de sus andanzas.
Limpia, fija y da esplendor
…bien puedes inspirar ese cariño
que uno les tiene a sus zapatos viejos.
Luis Carlos «el Tuerto» López.
Amigos, soy lustrador,
el lustrabotas que embola
en la Academia Española
al ilustre director.
«Limpia, fija y da esplendor»
no son palabras remotas
ni son burlas ni chacotas,
sino el lema de la RAE
semejante al que nos trae
en su caja el limpiabotas.
El que limpia su calzado
en cierta forma lo estrena
(el estreno es cosa buena,
aunque el cuero esté gastado).
Nuestro español bien hablado
remoza antaños y dejos;
con él llegaremos lejos
si el camino caminamos
con el cariño que damos
a nuestros zapatos viejos.
El lustrador fija el brillo
del calzado con un trapo
que más parece un harapo
y pule con el cepillo.
A oficio no tan sencillo
nuestra Academia se entrega;
tarda un poco, pero llega,
limpia, fija y da esplendor
como hace el embolador
con las quimbas que refriega.
Un bizco apodado el Tuerto
Aunque tener y valer
no son palabras iguales,
«Cuánto tienes, cuánto vales»
parecen equivaler.
Mirar es distinto a ver
si la intención los separa,
y más, cuando el tuerto aclara
que era bizco y algo miope.
El alias del Tuerto López
vale un ojo de la cara.
Don Miguel de «Unamano»
El gran Manco de Lepanto
es don Miguel de Cervantes,
lisiado sin atenuantes,
de hermoso apodo. Entretanto,
por viejo y cojo y autor
de remotas soledades,
afirman gentes perversas
que soy «Adulto mayor,
pero con capacidades
locomotrices diversas».
Érase un hombre…
Cojo y miope y jorobado
sois, Francisco de Quevedo,
pero, a ver, ¡quién dijo miedo!
del dedo no sois lisiado.
Por cojo nunca has penado:
montañas y escalinatas
subiste Francisco a gatas.
Los quevedos que lucís
a caballo en tu nariz,
se sostienen sin las patas.
Tres en uno
Miguel el manco y Francisco,
muertos ya, con mucho frío,
temiendo pasar el río,
le piden ayuda al bizco.
Luis Carlos, un poco arisco,
les dice a los caminantes:
«Que en mis hombros tambaleantes
el cojo Quevedo monte,
pasamos el Aqueronte
de la mano de Cervantes».
Astilla 1. La sintaxis
Para evaluar el taller
de sintaxis española,
pregunta la profe Lola:
«¿Qué es sintaxis?», pero Esther,
que la quiere sorprender
sin que nada más le importe,
le contesta en su reporte:
«Sin Transmilenio y sin taxis
parece la tal sintaxis
¡puro paro de transporte!».
Astilla 2. Patronímicos
Para el hijo de Benito,
el apellido Benítez;
y el linajudo Domínguez
para el hijo de Domingo.
Si al vástago de don Vasco
le decimos señor Vásquez
y al retoño de don Gamo
lo llamamos señor Gámez,
el patronímico Chávez
se aplica al hijo del Chavo.
