La decimera María Cristina Lamus está desesperada, como otros columnistas en estas mismas páginas, por los bloqueos que obstaculizan los desplazamientos. En sus rimas de hoy se queja por esta circunstancia y comenta otros temas de lo que llaman “palpitante actualidad”.
Bloqueos
¿A quién pedirle permiso
para andar por la ciudad?
Qué horrible calamidad
sin anuncio ni preaviso,
más jarta que un decomiso.
Nuestro tiempo está empeñado,
el temple nos han robado
los que se inventan bloqueos,
y con tantos ajetreos
la paciencia se ha agotado.
Un día los motociclistas,
al otro los estudiantes
con arengas demandantes
y hay protestas siempre listas
del gremio de los taxistas.
Marchan todos anunciando
que la gracia es ir bloqueando.
Nos tienen a todos fritos.
Que nos guarde San Benito
de este cilicio: ¿hasta cuándo?
Día de la Mujer
“¡A mí que no me adocenen!”,
decía una tía, justiciera,
siempre ríspida y cerrera.
Que el Día’e la Mujer nos llenen
de mensajes que sostienen
que somos la maravilla,
me tuesta la coronilla.
No se sabe qué es peor,
si tanto exceso de amor,
o un montón de pacotilla.
Petro y Bukele
¿Para qué casar pelea
cuando hay cosas importantes
que se saben acuciantes?
Qué demostración tan fea
en busca de una presea.
“Zapatero, a tus zapatos”,
no riñas de pelagatos.
A ver si miran adentro,
en vez de este desencuentro
que resulta tan ingrato.
A mis colegas decimeros
Yo no hago más que envidiar
a los otros decimeros,
pues son ellos muy certeros
en su modo de rimar.
Pero ¿qué cosa anhelar?:
De Beatriz, la gran cultura,
y sutil desenvoltura;
de Pompilio, la elocuencia,
y de Víctor, la ocurrencia.
Son poetas de estatura.
