
Los dispositivos en modo 'stand-by' consumen hasta el 70 por ciento de la energía que utilizarían si estuvieran conectados a la red.
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Desconexión o modo 'stand- by': ¿qué es mejor para ahorrar energía con tus dispositivos electrónicos?
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Todos los dispositivos electrónicos consumen una cantidad significativa de energía, pero hay alternativas para reducir su impacto al máximo. En CAMBIO le contamos cuál es la mejor.
Por: Paula Ricaurte

Los dispositivos se han convertido en elementos esenciales de nuestro diario vivir y la gran mayoría de los que utilizamos dependen de una fuente de alimentación o adaptador que convierte la corriente alterna en continua. Ese es el caso de los televisores, los computadores de mesa, los microondas, los cepillos de dientes eléctricos y muchas más herramientas que desempeñan un papel indispensable en nuestro hogar.
Muchas personas mantienen sus dispositivos enchufados cuando no están siendo utilizados. Otras, por el contrario, optan por apagarlos o desconectarlos, con el fin de ahorrar por completo esa energía. Pero, ¿cuál de estas alternativas es la más amigable con su bolsillo y con el medio ambiente?
Modo stand by

El modo stand- by, también conocido como 'consumo fantasma', es un término que se emplea para referirse al gasto de energía de los dispositivos electrónicos cuando no se usan, pero permanecen conectados a la corriente. Esta configuración es utilizada por muchas personas porque permite que el dispositivo permanezca encendido, pero en un modo de funcionamiento mínimo.
A pesar de que con el modo stand by los dispositivos consumen menos cantidad de energía, existen diversos estudios que demuestran que, incluso con esta configuración, el consumo de energía sigue siendo significativo.
Según una investigación realizada por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España, el modo stand by puede llegar a representar un 10,7 por ciento del consumo energético total de una vivienda. Además, “el costo energético que generan los dispositivos que se mantienen en esta función podría rondar los 60.000 millones de euros a nivel mundial”, por lo que los gastos económicos también son considerables.
Desconexión completa
Apagar los dispositivos que no estamos utilizando es una práctica sencilla que tiene mejores impactos en la conservación de energía y la reducción de costos de electricidad. Se trata de una alternativa que, además de beneficiar al medio ambiente, puede contribuir a lograr un ahorro económico tangible, sobre todo si se vive en una ciudad con tarifas eléctricas elevadas.
Esta práctica también puede contribuir a prolongar la vida útil de los dispositivos, pues evita un desgaste innecesario de energía que puede llevar a la falla del mismo. Además, contribuye a la reducción de la huella de carbono, pues la electricidad a menudo involucra la quema de combustibles fósiles que emiten gases de efecto invernadero.
Sin duda, optar por la desconexión completa del dispositivo es la mejor alternativa para contribuir a la disminución de emisiones dañinas para el medio ambiente, así como para lograr un ahorro significativo a largo plazo.
