Las tarifas de energía: costos que debemos entender
3 Febrero 2023

Las tarifas de energía: costos que debemos entender

Crédito: Colprensa - El Colombiano

Las tarifas de la energía eléctrica han sido un tema principal dentro de la agenda nacional desde hace varios meses. En algunas regiones más que en otras se ha revisado con lupa, es un asunto de interés general.

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El Ministerio de Minas y Energía propuso lo que denominó “Pacto por la Justicia Tarifaria”, en el que logró unir al sector público y al privado en un mismo propósito: generar alivios tarifarios para los colombianos. 

Se sumaron los diferentes actores de la cadena en la búsqueda de soluciones para frenar la tendencia al alza en la tarifa. Pero antes de ver las cifras y el comportamiento de los componentes, es importante entender qué es lo que pagamos en la factura de energía que recibimos en nuestros hogares. 

La cadena de prestación del servicio está conformada por generación, transmisión, distribución y comercialización, además de otros componentes técnicos y operativos. A cada uno de estos le pagamos en promedio un porcentaje dentro de la tarifa o el precio total de nuestra factura. Haciendo un promedio, en el país pagamos así: generación, 35 por ciento; transmisión, 5 por ciento; distribución, 38 por ciento; comercialización, 13 por ciento; pérdidas eléctricas y restricciones, 9 por ciento. 

Vale la pena resaltar que del total de la factura que nos llega, y particularmente del componente de generación (ese 35 por ciento), el 80 por ciento del total de la energía se negoció varios años antes en contratos de largo plazo. Esto nos da un precio estable que es ajeno a las variaciones que pueda tener el otro 20 por ciento de la energía. Este 20 por ciento de energía que recibimos se negocia en la bolsa, es decir, todos los días. Este es el precio al que muchos hacen referencia. Pero debemos tener en cuenta que al final tiene un peso tan pequeño que afecta únicamente en un 6 por ciento el precio de la factura. 

Tenemos un modelo diseñado para cuidar nuestros recursos sin afectar la confiabilidad del sistema, ¿qué significa esto?

Entre el 70 y el 80 por ciento de la energía eléctrica que generamos en el país es limpia y renovable. ¿Por qué? Porque la generamos a partir del agua. Pero últimamente en redes y en medios hay personas que preguntan: “¿Si el agua es gratis, por qué cobran por esa energía?” La respuesta es porque las empresas deben pagar los costos de operación y mantenimiento de la planta, reposición de activos, personal, mantenimiento de presa, equipos e infraestructura, impuestos, entre otros gastos que no son ajenos al funcionamiento de cualquier empresa y/o entidad. 

En épocas de sequía o que se proyecta una sequía en el corto plazo, las empresas generadoras están obligadas a cuidar el recurso hídrico (el agua) para cumplir con los compromisos de entrega de energía al país.

¿Cómo se cuida el agua? Permitiendo que entren otras plantas (principalmente térmicas) a apoyar la entrega de energía y esta operación, por supuesto, sube el precio de la energía. Así se reduce el uso del recurso hídrico y se garantiza la entrega del servicio a los colombianos. Estas plantas que ingresan a entregar energía cuestan más, porque el combustible (gas natural, carbón o incluso combustibles líquidos) ha subido de precio, debido a factores como la guerra en Ucrania, inflación, devaluación, entre otros. 

Entendamos el precio de bolsa de la energía: 

El precio de bolsa se forma a partir de ofertas diarias de plantas de generación, donde térmicas ofertan con base en su costo, determinado por el combustible y el transporte de este, entre otros aspectos, y las plantas hidroeléctricas con base en el costo de oportunidad del agua.

Dicho costo de oportunidad refleja, entre otros, la probabilidad de una planta de ser despachada, de recibir lluvia (llenarse) y del riesgo de agotarse en el futuro próximo, el cual este año es alto por los anuncios de un posible fenómeno de El Niño para el segundo semestre. A esto se suma, además, el retraso de proyectos por consultas previas y licenciamiento y ahora la incertidumbre en las reglas de juego para nuevas inversiones.

Miremos el proceso con lupa: las plantas hidráulicas ofertan a partir del costo de oportunidad del agua; es decir, miran cuánto le pagan al que generaría la energía si ellos no prenden sus plantas. Las plantas de alta hidrología toman como referencia el costo del carbón, y las de baja hidrología miran el costo de las plantas de gas natural. Si estos commodities incrementan su precio por variables internacionales, nos vemos afectados también en Colombia.

Cabe resaltar que tenemos la fortuna de que nuestro parque hidroeléctrico sea amplio y no haya permitido que ese precio se suba más o que tuviéramos racionamientos. Debemos protegerlo y mantenerlo con las señales adecuadas.
 

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