Naturaleza y finanzas verdes: reflexiones y retos en la conservación ambiental en Colombia
Crédito: CAMBIO
“Si no invertimos en mantener los recursos naturales, no se logrará la reducción de la crisis fiscal": Sandra Valenzuela, directora de WWF
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En el foro de CAMBIO 'Perspectivas país 2025', tres expertas abordaron los avances, desafíos y oportunidades para integrar la sostenibilidad en los diversos sectores del país.
Por: Juan David Cano
En entrevista exclusiva de CAMBIO en su foro Perspectivas país 2025, Mariana Sarmiento, presidenta de Terrasos; Sandra Vilardy, exviceministra de Políticas y Normalización Ambiental del Ministerio de Ambiente; y Sandra Valenzuela, directora de WWF, analizaron la relación entre biodiversidad, políticas públicas y finanzas verdes en Colombia.
La COP y su impacto en Colombia
Una de las reflexiones centrales giró en torno a la Conferencia de las Partes (COP) y su relevancia e impacto para Colombia. Según Vilardy, esta reunión logró unificar actores diversos, desde gremios hasta comunidades indígenas, para dialogar sobre biodiversidad, un tema que trascendió polarizaciones habituales.
"Las cifras nos muestran que asistieron un millón de personas para hablar sobre biodiversidad y creo que ahí lo que se logró es que la biodiversidad se convirtiera en un tema que no nos polarizó y, por el contrario, nos convocó e unió", dijo.
Sin embargo, Vilardy enfatizó la necesidad de mecanismos financieros claros, afirmando que, sin recursos, muchos de los compromisos asumidos carecen de viabilidad. Con esta posición estuvo de acuerdo Sarmiento, quien, a pesar de todo, reconoció que el sector privado en la COP fue más consciente de su rol estratégico para invertir en sostenibilidad.
"Yo creo que algo muy importante que sucedió y es una presencia real del sector privado. Un sector financiero tratando de entender cómo puede invertir en la naturaleza porque entiende que sus riesgos de largo plazo están asociados a la estabilidad de los ecosistemas", declaró.
Los retos locales que muestran la necesidad de seguir trabajando por la biodiversidad
A pesar de los avances, casos concretos en el país evidencian la necesidad de mayores inversiones para abordar los problemas derivados del deterioro ambiental.
Uno de los casos mencionados fue puesto de ejemplo por Vilardy. Se trata de la Ciénaga Grande de Santa Marta, que pasó de ser un motor económico próspero a una región empobrecida por la degradación ambiental. Factores como la construcción de carreteras que alteraron los ciclos hídricos y dañaron los manglares contribuyeron significativamente a este deterioro.
"En los años 70 era tan importante la Ciénaga, que fue el primer lugar del país en el que se exportaron ostras. Los pescadores de la Ciénaga no han sido pobres toda la vida, fueron pescadores prósperos ¿Pero qué pasó? Cuando le cruzamos la carretera hacia Barranquilla y le cruzamos la carretera paralela al río Magdalena, afectamos el funcionamiento no solamente hídrico, sino también que los manglares que aguantan el agua salada, pero que necesitan agua dulce para vivir empezaron a morirse y la pesca empezó a sentir esos efectos", explicó.
Y añadió: "Una región con la proyección de bioeconomía fantástica y como en la ciénaga, pasan muchos lugares del país en donde nunca entendimos el relacionamiento del funcionamiento del ciclo del agua para mantener funciones ecológicas que permitían el abastecimiento de la pesca, la fertilidad del suelo, la polinización, todos esos elementos fundamentales para que haya una productividad en la zona"
Sarmiento, por su parte, agregó que proyectos de restauración como los de Terrasos enfrentan barreras significativas, desde la falta de mano de obra calificada hasta la ausencia de una institucionalidad robusta. Factores que se deben tener en cuenta y solucionar para avanzar en la protección de la biodiversidad del país.
"Los datos nos van mostrando que vamos es en declive, que los ecosistemas cada vez están más deteriorados, que no hay mano de obra tampoco para hacer estos proyectos, que no hay conocimientos para hacer estos proyectos. Entonces parte del riesgo es no tener una institucionalidad que está lista para tratar los recursos naturales, la naturaleza como un activo al cual hay que hacer productivo", aseveró.
Propuestas para el futuro
Para abordar estos desafíos, las panelistas coincidieron en la necesidad de políticas públicas integrales. Valenzuela, por su parte destacó que los ecosistemas deben gestionarse como infraestructura ecológica esencial.
"Tenemos que lograr integrar que no solo va a ser la reducción de la brecha del financiamiento público, sino la inversión de impacto a través del compromiso del sector financiero, el compromiso del sector privado, para generar una verdadera inversión que se requiere tanto en biodiversidad como en clima", declaró.
Y añadió: "Invertir en conservación de la naturaleza no es un gasto, es una inversión. El motor económico de empresas privadas como mixtas son recursos naturales, sean renovables o no renovables. Si no invertimos en mantener esos recursos naturales, no se va a lograr reducir la crisis fiscal".
Por su parte, Vilardy llamó a fortalecer la gobernanza territorial con un enfoque multisectorial. Además, criticó que hallamos entendido mal a la naturaleza del país. "Necesitamos pasar a la biodiversidad 3.0, en donde la funcionalidad de los ecosistemas y esa integración con el clima y con el agua nos ayude a sentar las bases del funcionamiento económico y social del país".
Además, insistieron en la importancia de un liderazgo colectivo y en integrar conocimientos ancestrales en las estrategias de conservación. "No invertir en la naturaleza como elemento fundamental de nuestra economía es casi como no invertir en la educación, como no invertir en la productividad económica del país", expresó Sarmiento.