PTAR-C en Cali: ¿Planta de tratamiento o agente contaminante?

Por momentos, la planta vierte cada segundo al río Cauca un metro cúbico de aguas residuales.

11 Agosto 2023

PTAR-C en Cali: ¿Planta de tratamiento o agente contaminante?

La Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Cañaveralejo de Cali, PTAR-C, está ensuciando más de lo que purifica. La planta está al tope y desde hace ya años no da abasto para cumplir con los niveles idóneos de descontaminación. 

Por: Olga Sanmartín

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En alerta roja se encuentra hoy la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales Cañaveralejo de Cali, PTAR-C, según le cuenta a CAMBIO el abogado penalista Elmer Montaña, denunciante de las anomalías.

Contrario a su función de purificar las aguas residuales, la planta vierte al río Cauca 1 m3/s de aguas contaminadas, cuando hace mantenimiento a equipos críticos, como las bombas de tornillo en servicio o a algún sedimentador de los que operan en la actualidad; emite cantidades enormes de gas metano a cielo abierto y se expone a siniestros causados por falta de pararrayos en el lugar donde se produce el metano. A pesar de que a simple vista se ven pararrayos, estos no están en condiciones de cumplir su función y dejan el espacio totalmente desprotegido.

Parte de esta situación ha sido denunciada en múltiples ocasiones, entre otros por la aspirante al Concejo de Cali, María del Carmen Londoño. Varias denuncias se interpusieron ante la Fiscalía , la Procuraduría y  la Contraloría. Sin embargo, estas voces parecen diluirse en medio de la burocracia, los favores políticos y la desidia. 

La planta está al tope y desde hace ya años no alcanza los niveles de descontaminación que debería cumplir. 

CAMBIO: ¿Qué es lo que sucede con la PTAR-C en Cali?

Elmer Montaña: Por gravísimos daños y envejecimiento de sus estructuras y equipos de tratamiento de la planta, esta emite cada hora y a cielo abierto más de 350 metros cúbicos de gases de efecto invernadero, llamado biogás, (65 por ciento de gas metano y 25 de CO2), como se aprecia en el video.

Las emisiones de biogás se dan, además, en ausencia de pararrayos (los mástiles existentes ya están corroídos y no cumplen su función). Así se expone la seguridad de la planta y sus trabajadores frente a la alta probabilidad de un siniestro de dimensiones incalculables, causado por el choque de un rayo en las cubiertas, ya desgastadas y con fisuras importantes, en una ciudad donde las tormentas eléctricas son habituales. (ver video) 

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No contentos con eso, por momentos, la planta vierte cada segundo al río Cauca un metro cúbico de aguas residuales (sin tratar). Esto equivale a llenar una piscina olímpica en una hora. 

CAMBIO: ¿Y a qué equivaldría la contaminación con gas metano?

E. M: Estamos lanzando a cielo abierto más de 350 m3 de biogás por hora. Esto equivale, para que la gente lo entienda, a tener 3.500 camiones operando de manera continua durante un mes y sin parar. Este gas metano se escapa al ambiente a través de los huecos que tienen las cubiertas. Ya ni siquiera los parches con que se tapan impiden el escape del gas. 

CAMBIO: ¿Por qué se llega a estos  extremos?

E. M.: Para entender la situación actual es necesario ir atrás. Esta planta comenzó a construirse en 1997 y entró a operar en 2001. Su vida útil estaba prevista para diez años. Odebrecht, que aún no era lo que es hoy, Degremont, firma francesa, y Mistsubichi fueron los contratistas, dejaron repuestos para diez años, construyeron una planta robusta, que garantizaría resultados. Pero seguía siendo una planta de tratamiento primario (purifica apenas el 63 por ciento de la carga contaminante que traen las aguas residuales afluentes). Las entidades de control ambiental acordaron dar un plazo para que Emcali proyectara la construcción de una segunda etapa de tratamiento en la planta para alcanzar niveles de descontaminación de entre el 85 y 90 por ciento. Los plazos dados se agotaron y fueron extendidos.

Quince años después, en 2015, decidieron contratar una consultoría para proyectar la fase del tratamiento secundario. El contrato no se hizo como se planeó en su totalidad, porque la atención se desvió hacia la recuperación de la etapa primaria en operación, que se encontraba en un estado lamentable. Hicieron una ingeniera básica referencial, un diagnóstico sobre las prioridades de las piezas a reparar o cambiar y elaboraron un presupuesto de 76.000 millones de pesos. Contrataron a la firma española Acciona Agua, que tanto ha sonado. Emcali tomó tres años para hacer la contratación y el contrato formal se inició en 2019. Los españoles dijeron que era necesario hacer una ingeniería de detalle y aumentar el presupuesto. Como era una partida Compex, presupuesto fijo, no pudieron aumentarlo y Acciona Agua aprovechó para hacer de las suyas, abusando a extremos insólitos. El proyecto fracasó y Acciona Agua se fue al Tribunal de Arbitramento. Aún están en pleito y los equipos quedaron en el abandono total. 

CAMBIO: Dice usted que al río Cauca, que recorre 300 municipios y siete departamentos y desemboca en el mar Caribe, le estén llegando, en momentos y por obras de emergencia en la PTAR, mil litros de aguas contaminadas por segundo y que durante más de un año, en 2022 y parte de 2023, esa situación se dio de manera continua. ¿A hoy, estas aguas siguen contaminando el río? 

E. M: Sí. Frente a las limitaciones que hoy presenta la planta y la falta de gestión efectiva para resolverlas, por momentos hay vertimientos de aguas contaminadas, y una vez vertidas al río no hay manera de remediar el daño ambiental y la PTAR-C se conformó con un remedio casero: pagar las multas por contaminar el ambiente, multas que debe cancelar Emcali, o sea los ciudadanos. Esta situación es materia de investigación por parte de la Contraloría, pero nada pasa.


CAMBIO: Entiendo que ya contrataron a una firma para reparar el pararrayos de la planta.

E. M.: Sí, pero solo para reparar el 50 por ciento de los pararrayos de la planta. La mitad de la planta seguirá expuesta a un siniestro de grandes dimensiones. Y según versiones de empleados de la planta, EMCALI adjudicó el contrato cuando encontró un proponente de su conveniencia, tema que habría que investigar. 

CAMBIO: ¿Por qué no se han hecho los trabajos?

E. M.: Esta pregunta debe ser respondida por la actual administración, ya que está ampliamente descrita y planteada hasta por la Procuraduría.

Es inaceptable esperar a que se materialice un riesgo para actuar y es también inaceptable que una planta se convierta en otro factor contaminante, cuando su función es reducir la contaminación de las aguas y del medio ambiente. 

CAMBIO: Usted afirma que el Plan de Choque, anunciado por Emcali  el 8 de mayo de este año, contrario a lo que dijo el gerente del Acueducto, Haimer Humberto Serna, no es la solución a esta problemática. ¿Por qué? 

E. M.: Primero, porque aunque lo contraten este año, los equipos solo entrarían en marcha el próximo año, cuando la planta podría volver a su nivel de tratamiento primario, ni siquiera secundario. Segundo, contrario a lo anunciado, este plan de choque no es suficiente para garantizar la operación de la planta en niveles mínimos deseados. Solo pretende arreglar un sedimentador adicional a los cinco en servicio y dejar la planta con seis sedimentadores, de los ocho con que cuenta. Es un tema técnico, pero los cinco que actualmente están en servicio pueden fallar en cualquier momento. Como hoy, la planta seguirá contaminando.

CAMBIO: ¿En qué estado se encuentra la contratación de este Plan de Choque anunciado?

E. M.: La administración adjudicó el apantallamiento Fase 1.  El Plan de Choque comenzó el proceso de licitación. Se rumora que hay intereses para adjudicarlo al consorcio conformado por las empresas Monres y Zona Norte. Habría que ver cuáles son esos intereses. En lo que respecta a la contratación para la reparación de las cubiertas, aún no se ha publicado nada.

CAMBIO: Afirma Emcali que no cuenta con más recursos para solucionar a fondo el problema en la PTAR.

E. M.: Esa afirmación es contradictoria. Sabemos que la administración de Emcali trasladó utilidades al municipio durante los años 2021 y 2022, dineros que debieron ser invertidos en infraestructura. Claramente no deberían repartirse utilidades si se requiere inversión para sostener las operaciones de la empresa. Además, dice que no hay dinero para reparaciones, pero sí lo hay para pagar multas millonarias, muy superiores a la inversión requerida. ¿Cómo se explican esas decisiones? 

CAMBIO: Dice usted que la idoneidad del actual contratista está en tela de juicio. ¿Por qué?

E. M.: La Contraloría encontró varios hallazgos en el proceso de contratación entre Emcali y la empresa Coningeniería SAS, actual contratista de mantenimiento. Uno de esos hallazgos es de carácter penal. La pregunta es ¿qué ha hecho Emcali con este informe? Nada. ¿Quién responde por el irreparable daño medioambiental que se ha ocasionado a lo largo de los años y que aún sigue generándose? Es un despropósito de grandes magnitudes que una planta de tratamiento, purificadora, se convierta por años en una fuente de alta contaminación por la desidia de quienes tienen la obligación de garantizar su funcionamiento. 
 

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