La Corte Interamericana de Derechos Humanos permitió que un caso que se creía en firme volviera a cobrar vida: Saulo Arboleda, exministro conocido por el llamado escándalo del ‘miti-miti’, tendrá derecho a que la condena en su contra, que era de única instancia y se profirió en el año 2000, sea revisada. ¿Pasará lo mismo con todos los condenados en una sola instancia, como varios de los supuestamente involucrados en parapólitica?