Luego de superar un 2024 complejo en términos fiscales, el Gobierno entra a 2025 con el mismo reto: la sostenibilidad de las finanzas públicas. La tarea no es sencilla. Los ingresos están cortos por el lado de los impuestos, los compromisos de deuda no se pueden dejar de lado, pero el gasto tampoco parece ceder. ¿Qué escenario deberá sortear el presidente y su ministro de Hacienda?