En los últimos seis meses, un frente colonizador impulsado por las diferentes facciones del EMC, con apoyo de acaparadores de tierra y de ganaderos que se benefician de la ampliación de la frontera agrícola en la selva, está entrando al corazón de Chiribiquete, un parque reconocido por la Unesco como patrimonio cultural y natural de la humanidad. Crónica de un panorama que se ve desde el aire.