El gobierno del socialista Pedro Sánchez no ha reconocido a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela, a pesar de que España le concedió el asilo político. Prefiere una “transición con garantías para ambas partes”, que desemboque en “una solución democrática”. Por ello, espera que la mediación de los presidentes Petro y Lula tenga éxito. Mientras tanto, los importadores españoles le siguen comprando a Maduro petróleo venezolano.