El profesor Pompilio Iriarte (Ángel Marcel) ha escogido para sus décimas de esta semana un tema peliagudo: la relación entre el deporte, la salud pública y la política. ¿Es incompatible el espectáculo del fútbol con las protestas sociales? ¿Los partidos de la Selección Colombia son una cortina de humo? ¿Quién y cómo contagió al campeón Egan Bernal con el covid-19? Hallarán las respuestas, o al menos algunas reflexiones, en las décimas siguientes.
Copa que se va, copa que viene
El estallido social
hizo imposible el evento
del fútbol. Mucho lo siento.
Las cosas salieron mal
cuando la furia brutal
pasó el balón a cuchillo.
Si no entiendes, Reinaldillo,
pregúntale a Hernán Darío
cómo entiende él este lío,
pues es experto en bolillo.
El fútbol no debe ser
violencia para el consumo
ni la cortina de humo
para quien no quiere ver
cómo este país que amamos
en el alma ha sido herido,
cómo entre todos echamos
nuestros muertos al olvido,
y cómo al final jugamos
nuestro más duro partido.
El fútbol –como el ciclismo–
no es receta curativa.
No le pongas lavativa
al que tiene reumatismo.
Para no seguir lo mismo
y resolver el encarte,
puedo esta salida darte:
mientras pasa el zafarrancho,
esta vez vete del rancho
con tu fútbol a otra parte.
Campeón Egan Bernal,
vencedor del Tour de Francia,
gran paladín de la Galia,
y Cóndor –si no estoy mal¬–
de Zipaquirá, prestancia
que encumbra el Giro de Italia
conquistado en buena lid;
dinos, si puedes, gran Egan:
¿con qué besito te pegan
el bichito del covid?
Ángel Marcel
