Antonio Caballero
28 Marzo 2021

Antonio Caballero

Duque y los medios

Duque propone la tercera reforma tributaria de su gobierno para recuperar de la clase media la plata que en las dos anteriores les regaló a los muy ricos y a las grandes empresas.

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Y ahora, una radio televisión entera. El presidente Iván Duque, a quien creíamos bobo, ha resultado tan vivo que no se conforma con tener bajo su control ejecutivo a todas las instancias que justamente se llaman "de control" para controlar el poder del poder ejecutivo: las "ías". Fiscalía del doctor Barbosa, Procuraduría de la doctora Cabello, Defensoría del doctor Camargo, etc. Pero no se contenta. Qué astuto y qué eficaz para eso ha resultado Iván Duque, que en televisión parece tan pendejo, y que sin embargo según las encuestas de opinión sube como la espuma gracias a su omnipresencia de muñeco de inflar.  Y ahora, además de tener una hora diaria y obligatoria de televisión en todos los canales (y hasta le acaban de dar un premio por ese abuso. ¿Lo compró, como dicen que compró su padrino Álvaro Uribe su título de "el Mejor Colombiano" o "el Colombiano más Grande"? No lo sé). Y además de escribir una columna en el diario de mayor circulación del país (El Tiempo),  y de tener a sus órdenes a la revista Semana, quiere gastar, en pleno pico de la pandemia y en vísperas de una nueva (ya la tercera) reforma tributaria de su gobierno para recuperar de la clase media la plata que en las dos anteriores les regaló a los muy ricos y a las grandes empresas, no sé cuántos cientos de miles de millones en montar un noticiero radial y televisivo oficial, a su servicio.

Bueno: sí lo sé. Lo leí en la columna de Daniel Samper Pizano, aquí, en Los Danieles. Son entre 280.000 y 300.000 millones de pesos al año, si contamos el Sistema de Medios Públicos RTVC, su plataforma de lanzamiento. Ah, sí: darán empleo en un sector que lo está perdiendo: se anuncian noventa empleados, entre periodistas, técnicos y los inevitables burócratas (puesto que se trata de empleos públicos). Así lo anuncia Álvaro García, excelente persona y buen periodista pero habituado a ocupar puestos públicos ininterrumpidamente desde el primer gobierno de Álvaro Uribe como embajador en la Argentina hace más de veinte años, hasta hoy, recién nombrado gerente del Sistema de Medios Públicos, RTVC. 

Pero, según él, ni el noticiero cuesta tanto en pesos (y además ¿qué es esa insignificancia cuando se trata de los intereses superiores de la patria, que son los del uribismo?), ni va a estar al servicio del gobierno. Será, dice, una entidad estatal independiente, como lo son, según él, la BBC de Londres, o la Deutsche Welle de Alemania, o la española RTVE.

La verdad es que de la alemana yo no sé. Pero conocí muy bien la BBC, en donde trabajé en mis primeros tiempos de periodista, y después viví muchos años en España, donde me tocó padecer, sin trabajar en ellas, la RTVE (Radio Televisión Española) de los últimos años del franquismo, y luego la de los socialistas de Felipe González (y de su segundo, Alfonso Guerra), y más tarde la de José María Aznar: aterradoras y manipuladoras cada cual, desde su ángulo. En cuanto a la BBC, es cierto que es una admirable empresa de Estado (y en lo que a mí toca cuando estuve ahí solo me censuraron una vez, porque escribí y leí en los micrófonos una diatriba contra la comida inglesa, salvo por sus desayunos). Pero después vino el gobierno tory de la terrible señora Margaret Thatcher, que, para empezar, cerró casi todos los canales de radio en lenguas extranjeras: no eran rentables.  Y después metieron la mano también los laboristas, en particular los de Tony Blair. La BBC era útil. Y ahora otra vez los tories de Boris Johnson están tratando de acabarla: les parece subversiva. Porque no la controlan del todo, que es de lo que se trata.

Y encima este gobierno, a través de su ministra Karen Abudinen y mientras su presidente Duque pone su habitual cara de "yo no fui", trata de sobornar a los medios periodísticos ya existentes con unas subvenciones que me atrevo a llamar "mermeladas", como las bautizó un desprincipiado ministro de Hacienda que fue del gobierno de Juan Manuel Santos y hoy busca la bendición  como todo el mundo, del expresidente, pero "Eterno", Álvaro Uribe. ¿Para qué? Para lanzar su candidatura a la presidencia, como todo el mundo.

Y por añadidura la primera dama, María Juliana Ruiz, se dispone a publicar su autobiografía.

¿Y ustedes han visto la TeleSur de Nicolás Maduro? Yo sí.

Pues eso es lo que quiere la TeleDuque, diga lo que diga el simpático Álvaro García.

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