Caminando por la décima
21 Marzo 2021

Caminando por la décima

El ruido de Vásquez al rimar

Nos complace presentar en esta edición a una joven promesa de la poesía decimera colombiana. Nos referimos a Juan Gabriel Vásquez, semiabogado bogotano aficionado a la narrativa, que desea probarse en el magno arte de los diez versos octosílabos.

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Su primer ensayo fue meritorio, aunque ortopédicamente imperfecto; es fácil detectar en las siguientes estrofas algunos versos aquejados de obesidad silábica:

Don Daniel, me pide usted
que le componga una décima. 
¿No le importa que sea pésima, 
ni sorda como una pared?
Darle gusto a su merced
no es cualquier vaina pendeja.
Así que, si usted me deja,
echo mano de la prensa 
a ver qué pasa en la mensa 
república que me aqueja.

Estimulado por las alabanzas del tutor, que lo felicita por la elevada dosis de octosílabos (cerca del 70 por ciento), el bardo decide continuar su valiente poema: 

Pero entonces el proyecto
fracasa por desconsuelo:
¿cómo explicar que este suelo
que ha parido a tanto abyecto,
que ha reelegido (o reelecto)
a los mismos delincuentes,
siga misteriosamente
funcionando en democracia?
A mí al menos me hace gracia
la paradoja aparente.

Ante el frenético aplauso del tutor, que festeja la exacta presencia de 80 sílabas en la composición, el bardo emprende una nueva estrofa convencido de que su musa va en ascenso. Testimonio de la abrupta caída de la musa al vacío desde el noveno piso es la última estrofa del esforzado aedo:

En todo caso termino
con esta revelación:
para meter en canción,
aunque sea con desatino,
de mi país el destino,
hace falta más confianza.
Así que rompo una lanza
a pesar de lo que usted piense:
donde la poesía vence,
el periodismo no alcanza.

Aceptemos que al bardo le falta tantica inspiración y, en cambio, le siguen sobrando sílabas, buena voluntad y entusiasmo. Nuevas oportunidades se ofrecerán al distinguido colaborador. Por ahora improbamos sus versos y reservamos para ellos la hoguera purificadora, según hacemos constar en la siguiente estrofa: 

En Costaguana yo he oído
que décimas con lesiones
dañan las reputaciones 
y al caer hacen gran ruido.
Dese usted por bien servido
si, a cambio de un estipendio,
le arruino, quemo y compendio 
sus décimas en agraz.
Y usted, sin volver atrás,
viene a cantar al incendio.

Recomendamos al amigo Vásquez que insista en pergeñar sus novelas y cuentos, donde quizás lo espera un mejor porvenir que en el arte de la rima. Ojalá que nuestra décima le sugiera algunos temas o títulos.

*Juan Gabriel Vásquez, uno de los más reconocidos novelistas y ensayistas latinoamericanos, ha publicado, entre otros títulos, Los informantes, Historia secreta de Costaguana, El ruido de las cosas al caer, Las reputaciones, La forma de las ruinas, Los amantes de Todos los Santos y Canciones para el incendio. Acaba de salir su novela Volver la vista atrás, que el autor está presentando en España.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más columnas en Los Danieles

Contenido destacado

Recomendados en CAMBIO