Daniel Coronell
27 Septiembre 2020

Daniel Coronell

Habla Monsalve

En las últimas semanas han surgido, hasta debajo de las piedras, supuestos testigos para descalificar el testimonio de Monsalve. Todos han hablado ampliamente menos él.

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Juan Guillermo Monsalve Pineda asegura que no se retractará de sus testimonios. Él es el condenado por secuestro que declaró que el expresidente Álvaro Uribe y su hermano Santiago fueron fundadores del Bloque Metro de las Autodefensas. También él, usando una cámara oculta en un reloj, grabó al abogado Diego Cadena presionándolo para redactar un documento en el que cambiaba el sentido de su declaración para favorecer a Uribe. Con el mismo dispositivo captó en video a su compañero de prisión, el aristócrata secuestrador Enrique Pardo Hasche, mientras le decía que Uribe era Dios y que si se volteaba le pondrían abogados y fiscales para favorecerlo.

Todo eso pasó en la última semana de febrero de 2018, cuando la defensa de Uribe tenía un improrrogable plazo de cinco días para interponer un recurso contra la decisión de la Corte Suprema de Justicia que cerró un proceso contra el senador Iván Cepeda, y en cambio lo abrió a su denunciante Álvaro Uribe por manipulación de testigos. En ese pequeño lapso también apareció Carlos Eduardo López, alias Caliche o Llanero, a ofrecerle prebendas para que mandara un video cambiando su testimonio y le contaba que se había reunido con el representante Álvaro Hernán Prada y que, a través del teléfono del congresista, había oído instrucciones del expresidente sobre el caso.

En buena medida, por el testimonio de Monsalve están bajo detención domiciliaria el expresidente Uribe y el abogado Cadena. Por eso se ha desatado una campaña internacional pagada y una nacional –política y mediática– para quitarle credibilidad a su testimonio y desacreditar al senador Iván Cepeda, a la Corte Suprema de Justicia y a sus magistrados.

En las últimas semanas han surgido, hasta debajo de las piedras, supuestos testigos para descalificar el testimonio de Monsalve: Pardo Hasche, alias Caliche y un antiguo compañero de patio en la Picota llamado Nicolás Jurado. Todos han hablado ampliamente menos Monsalve:

–Ellos dicen lo que les dicen que digan, o a los testigos esos que consiguieron. Lo que querían que yo dijera de Iván Cepeda, lo están haciendo contra mí en estos momentos– me dijo Juan Guillermo Monsalve este viernes en la primera entrevista que le da a un periodista.

Asegura que, contra lo que varios han dicho, no fue Iván Cepeda quien lo buscó a él sino lo contrario:

–Yo le mandé una solicitud.

Sostiene que unos meses después de que se hicieran públicas las afirmaciones que le hizo al senador Cepeda sobre la supuesta vinculación de Álvaro y Santiago Uribe con los paramilitares trataron de matarlo en la cárcel Cómbita. Fue el 23 de marzo de 2012:

–Dos muchachos se vinieron corriendo y empezaron a tirarme con unos cuchillos. En el momento que me tiraron a mí, no había guardia en el patio –recuerda y continúa– me pegaron dos chuzones, uno en el brazo y otro aquí contra el pecho.

Al respecto, Enrique Pardo Hasche apareció recientemente con una versión distinta. Según él, no fue un atentado sino el resultado de una riña porque Monsalve había tratado de golpear a los reclusos por encargo de otro. Sin embargo, hay una circunstancia que permite pensar que sí hubo premeditación: las cámaras de seguridad del patio habían sido previamente apagadas.

En documentos judiciales consta, además, que cuando lo trasladaron a La Picota en Bogotá encontraron en su celda “un compuesto altamente tóxico que es usado como insecticida y rodenticida, se comercializa con el nombre de Matarratas Guayaquil. En Colombia está prohibida su venta”.

Según Nicolás Jurado, exrecluso y otro de los testigos recién llegados al caso, Monsalve le encargó conseguir el veneno para presentarlo como si quisieran matarlo. Jurado dice que se negó. Monsalve lo desmiente del todo. Dice que tampoco fue amigo de Jurado y que nunca le habló de retractarse si lo trasladaban, como él lo ha afirmado.

Monsalve también habló de una finca en Apía, Risaralda, que según Pardo y Caliche le dieron en pago por su testimonio contra Uribe. Las escrituras del predio muestran que pertenece en partes iguales a su antigua compañera sentimental, la médica Deyanira Gómez, y a su madre Luz Marina Pineda:

–Realmente esa finca es de Deyanira Gómez. Ya no convivo con ella. Ya no tenemos nada. Lo único que tenemos es un hermoso hijo.

Dice que no puso un centavo, ni tuvo ninguna participación en ese negocio y que Deyanira lo compró con una plata que heredó de su papá.

De todos esos temas hablé con Monsalve y también de otros testigos relacionados con el caso que han sido asesinados. Le pregunté si no temía correr la misma suerte:

–Lo más seguro es que sí. Yo vi la declaración del fiscal de la muerte de Areiza. Uno que ha sido bandido sabe cómo es el manejo pa de pronto un atentado o alguna cosa. ¿Cierto?

La entrevista completa:

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