
Con este título, digno de una obra teatral del Siglo de Oro, el profesor Pompilio Iriarte explora en décimas de ambiente escolar los círculos inesperados que nos depara esta pinche vida.
Como en la rueda fatal,
suben y bajan los males:
los godos, los liberales,
en el Frente Nacional.
No es un símil, es real,
Colombia parece un horno,
meten los pollos al torno
hasta que bien se rosticen.
La ley del péndulo –dicen–
o del eterno retorno.
–Dame un ejemplo, Cuquito,
de cadena alimenticia.
–Claro profe, ¡qué delicia!
Usted me abre el apetito.
Espere, pienso un poquito,
algo recuerdo sobre esto,
el tema no fue indigesto,
el curso se divertía,
no es chisme ni habladuría,
con décimas le contesto:
–El sapo come gusanos,
las serpientes comen sapos,
el cóndor come serpientes,
usted, aves y marranos.
Y así, con todos sus trapos,
con sus sesos y sus dientes,
con su corazón humano,
con sus chistes y alegría,
cuando se muera algún día,
se lo comen los gusanos.
–¿Ejemplos tienes, Toñito,
de cadenas monetarias?
–Sí, profesor, tengo varias
con algunos trabajitos.
En este pueblo chiquito
el chisme pronto se expande.
Profesor, ande o no ande,
habla la gente de usted.
Como dice su merced,
“Pueblo chico infierno grande”.
Los cincuenta mil pesitos
que usted le dio a Rafael
por el forro del carriel,
él se los pasó a Carlitos
por algunos arreglitos
que en la cocina le hace.
Carlos es mi padre. El pase
el viejo me lo hace a mí,
y el billete ha vuelto aquí
para pagarle su clase.
Ñapa
La selección femenina
Colombia Sub-17,
subcampeonato nos brinda
con qué estrategia tan fina.
Bello fútbol, qué banquete,
brilló el equipo con Linda
y con don Carlos Paniagua.
Que aprenda la gran lección
la varonil selección
que ahora ayuna a pan y agua.
