Caminando por la décima
29 Enero 2022

Caminando por la décima

La tabla Cipollesca

Como dijera alguien de un país no vitícola, “de todo hay en la villa del Señor”. Sí, en esa villa hay gente incauta, gente inteligente, gente estúpida y gente malvada. Así clasifica a la humanidad el historiador italiano Carlo Maria Cipolla, cuyo centenario de nacimiento se celebra este año. Sobre la tabla cipollesca o cipollana versea hoy el profe Pompilio Iriarte.

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El escritor italiano
don Carlo Maria Cipolla
(en castellano, Cebolla),
divide el género humano
en cuatro grupos. Cercano
a ensayistas ponderados,
nos deja clasificados
en estas clases de gentes:
incautos, inteligentes,
estúpidos y malvados.

El incauto se hace daño,
pero ganan los demás.
Ingenuo como el que más,
es uno más del rebaño.
Fácil presa del engaño
de políticos buscones
y leguleyos cabrones.
Burlado hasta por idiotas,
el más tonto lo derrota
y lo embaucan los bribones.

El malvado se aprovecha
de estúpidos y de bobos.
Estafas, trampas y robos
es lo que el malo cosecha.
Muy cerrada va la brecha
entre asesino y tirano,
autócrata y soberano,
sicópata y homicida,
dictador y genocida,
lo peor del ser humano.

Inteligentes y cuerdos
actúan en favor de todos.
Ganamos de todos modos,
pues lideran los acuerdos
y dejan bellos recuerdos.
Mire bien, astuta gente
que busca pactos y miente 
y no quiere concertar:
¿nos podrían contestar:
eso es ser inteligente?

El imbécil, por igual
se hace daño y daña a otros.
No sabe lo que es Nosotros
y es su ego un tumor tal,
egosarcoma letal
que hace metástasis pronto.
Estúpido y necio orondo,
no hay quien lo eduque y corrija.
¡Ay de aquel pueblo que elija
para mandatario a un tonto!

Los incautos —con frecuencia—,
locos, malvados, prudentes,
y más los inteligentes
aceptan sus deficiencias,
reconocen sus falencias,
pero el imbécil de raza
cree que a todos sobrepasa:
mientras menos tiene ingenio,
más se siente como el genio,
como el gallo de la plaza.

Pompilio Iriarte

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