Paola Herrera
30 Diciembre 2022

Paola Herrera

Bienvenido 2023

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Esta es mi última columna del año y, sin duda, es muy difícil describir en unas líneas todo lo que pasó en 2022. No solo en Colombia sino en todo el mundo los últimos 365 días estuvieron marcados por hechos históricos que seguramente siempre vamos a recordar y que nos abren la puerta a una nueva etapa de esta vida política, social, económica y sobre todo real que todos tendremos que atravesar en 2023. 

Durante este año en Colombia ganó por primera vez un gobierno de izquierda. El 7 de agosto se posesionó, con mucha carga simbólica, el presidente Gustavo Petro, quien prometió un gran cambio para el país enmarcado en la justicia social. Hoy, cinco meses después, son muchas las decisiones, los nombramientos y las reformas que se han hecho que no han evidenciado esa gran transformación de la que tanto se habló.

Por supuesto es muy prematuro hacer evaluaciones de lo que ha hecho el Gobierno y, por eso, espero que en 2023 se encaminen las propuestas y que, con la presentación del Plan Nacional de Desarrollo, el presidente Petro cumpla con lo que les prometió a sus más de 10 millones de votantes que siguen esperanzados en lo que en campaña llamaron “vivir sabroso”.

Y es que es difícil vivir sabroso en un país en el que la violencia sigue siendo protagonista, en el que no se puede salir a la calle sin temor a ser atacados, en el que millones de personas solo tienen una o máximo dos comidas diarias y en el que la idea de la paz total es rechazada por muchos que aún no aceptan el perdón. Este 2022 nos sigue dejando más tristezas que motivaciones, más dudas que certezas. 

El mundo también nos deja historias. Este año se desató la guerra entre Rusia y Ucrania, miles de personas han muerto y otras más han tenido que salir de sus casas, dejar sus vidas atrás por causa de un enfrentamiento político entre dos naciones que antes fueron hermanas. Esa situación, que aún no cesa, provocó presiones económicas a nivel global: el precio del petróleo se disparó y también el del dólar, que en Colombia llegó a marcar máximos históricos, superando los 5.000 pesos.

Con 2022 también partieron la reina Isabel Segunda y el rey del fútbol Pelé, se realizó el Mundial de Catar, la copa más cuestionada de todos los tiempos por tener una sede en donde se violan constantemente los derechos humanos y aunque Argentina se coronó campeona después de 36 años, gracias al gran Lionel Messi, quedó un sabor amargo por las restricciones, por la falta de respeto por las diferencias y, lo peor, por las vidas que se perdieron en el marco de esta “fiesta mundial”. 

En Colombia nuevamente el cambio climático hizo de las suyas y miles de personas tuvieron que abandonar sus hogares por inundaciones, derrumbes y tragedias ambientales que le exigen, no solo a este país sino al mundo, agilizar e incluso priorizar en 2023 sus políticas para afrontar estas nuevas condiciones.

Justamente por la necesidad de hacer una transición energética para combatir las inclemencias del clima, se generó una de las grandes polémicas de este año en nuestro país. Todo se debió a la decisión de la nueva ministra de Minas, Irene Vélez, de anunciar que se no se firmarán más contratos para exploración y explotación de hidrocarburos, lo que provocó un revuelo nacional y mucha incertidumbre en materia económica.

La inquietud por la situación fiscal del país, por el déficit o, mejor dicho, por la falta de recursos de la nación, se trató de mitigar con la primera gran reforma que presentó el nuevo Gobierno. La reforma tributaria que entra en vigencia este primero de enero de 2023, y que buscará un recaudo de 20 billones de pesos fue trascendental en la discusión política de este año en la que se quemaron los primeros cartuchos de esta administración que tendrá que demostrar que esa plata será bien invertida. 

En conclusión, son muchos los hechos que fueron protagonistas de este 2022 que hoy nos abandona. Espero que 2023 sea mucho más tranquilo y nos permita cumplir con nuestros propósitos, que sé que persiguen el mismo objetivo: hacer de Colombia un país más justo y más seguro para que todos podamos vivir mejor. Más aún cuando se viene otro proceso electoral para elegir a los gobernantes territoriales. 

Espero también que 2023 sea un año para seguir avanzando en el camino de acabar con las injusticias, de valorar más lo que tenemos y de hacernos valorar, de trabajar con dedicación y hacer el bien a nuestra sociedad para no perder la esperanza, de vivir en la diferencia y con respeto a todos porque todos somos iguales, de entender que solo de nosotros depende la felicidad y de ser conscientes que siempre tendremos algo que aportar.

Quisiera aprovechar también este espacio para mandar un saludo y un abrazo de inmensa solidaridad a quienes hoy la están pasando mal, a todos los que recibirán esta noche en una cama de un hospital luchando contra una enfermedad o a quienes acompañan a sus seres queridos en esa condición. Deseo para ustedes toda la fuerza y que puedan salir pronto de esa difícil situación.

Gracias por haberme leído este año y gracias por estar ahí respaldando este trabajo periodístico honesto y transparente, que no es más que una forma de buscar la verdad. Les deseo a todos un excelente año nuevo y, que digamos con mucha fe, bienvenido 2023. 
 

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