Johana Fuentes
29 Septiembre 2022

Johana Fuentes

De Halloween y otros demonios

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Dice la Constitución que Colombia es un estado laico que garantiza la libertad de cultos. Los funcionarios deben ser protectores y garantes de ese derecho, sin embargo, algunos –como el director de la Policía–, parecen olvidarlo. 

El general Henry Sanabria compartió en su estado de WhatsApp una imagen en la que rechazaba la celebración del Halloween por considerarla “una estrategia satánica para inducir a los niños al ocultismo”. La frase estaba acompañada de una cita bíblica: “No podéis beber la copa del señor y la copa de los demonios, no podéis participar de la mesa del señor y de la mesa de los demonios. 1 Corintios 10:21”. Inicialmente al consultarlo sobre esa publicación, respondió que obedecía a una posición personal conforme a sus creencias. 

Lo grave del asunto es que el general Sanabria ya había manifestado –hablando a nombre de la Policía– su rechazo a esa festividad usando argumentos religiosos. En una entrevista en 2019 en el canal Teleamiga, siendo aún coronel dijo que la Policía tenía grupos especiales para enfrentar a las sectas satánicas en Halloween y explicó que no era un tema de fanatismo: “Yo le pediría al Espíritu Santo que me volviera fanático de nuestro señor Jesucristo, entre más fanático fuera del señor Jesucristo más lo amaría y más lo seguiría y eso es lo que hace la Policía Nacional, seguirlo, seguirlo y entender su camino”. Acto seguido, comparó a los policías con los “santos sacerdotes”. 

Preocupante, sobre todo si se tiene en cuenta que estaba hablando a nombre de la institución. Por eso volvimos a preguntarle al general Sanabria sobre el tema en una entrevista este jueves en La W Radio y su respuesta fue aún más desconcertante. Para el director de la Policía, “los sentimientos religiosos de los colombianos, en su mayoría cristianos, en nada chocan con la Constitución y promover los valores cristianos es algo que deberían hacer todos”. 

La entrevista trajo consigo otras perlas. Le preguntamos sobre una instrucción que les dio a sus subalternos al asumir el cargo y que consistía en prohibir las relaciones sentimentales por fuera del matrimonio. ¿Qué tiene que ver eso con la función que desempeñan los policías? Sencillo, para Sanabria “el que es infiel en lo poco es infiel en lo mucho” y una persona infiel terminará cometiendo actos de corrupción. No había escuchado algo más absurdo y sin fundamento. 

Para cerrar con broche de oro el general Sanabria habló sobre los homosexuales en la Policía, aseguró que todos tienen su respeto ante esa decisión que han tomado. Es decir, el director de la Policía Nacional cree que hoy un joven se acuesta a dormir y mañana decide ser gay. Es penosa la ignorancia y el desconocimiento del tema.  

Los policías no son profetas, ni su trabajo es seguir lo que dicte alguna religión en sus preceptos, y mucho menos comportarse acorde a lo que el director considera que es aceptable moralmente o no.  Por supuesto que el general Henry Sanabria, como cualquier otro ciudadano en este país, tiene derecho a tener sus convicciones religiosas y a manifestarlas, pero no puede hacerlo desde su función pública, eso es desconocer e irrespetar a quienes no profesan su misma fe. 

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