Mariana Garcés
24 Junio 2022

Mariana Garcés

Duque nos quedó debiendo

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Faltan 28 días hábiles para que llegue a su fin el gobierno del presidente Iván Duque Márquez. Es momento de empalmes y de rendición de cuentas. Los empalmes no deberían hacerse exclusivamente desde las instituciones del gobierno nacional y los funcionarios entrantes, sino que a quienes habitamos por fuera de la capital nos interesa conocer y estar informados de cuáles fueron las inversiones más importantes en nuestras regiones.

Duque se va con más penas que glorias. Por lo menos así lo demuestran las encuestas en las que los colombianos no lo reconocen como un buen presidente y no cuenta con el voto de favorabilidad de las mayorías. Siempre estuvo a la sombra de Uribe, y su partido, el Centro Democrático, lo criticó duramente, mostrando una muy baja solidaridad de cuerpo. El Valle siempre le reclamará su ausencia en el momento del estallido social, y cuando apareció fue con su política represiva con la que no se logró mucho.

Nuestro departamento en el gobierno Duque tuvo algunas cuotas burocráticas. Carmen Vásquez estuvo casi tres años frente a la cartera de cultura y para finalizar el gobierno, después de un brevísimo ejercicio en ese ministerio por parte de Felipe Buitrago, volvió para culminar el periodo Angélica Mayolo, ambas de Buenaventura. Un cargo con un presupuesto muy significativo y mayor que el de casi todos los ministerios fue ejercido por Susana Correa, frente al Departamento para la Prosperidad Social; hace poco fue nombrada ministra de Vivienda. Susana es caleña. La otra cuota vallecaucana es el ministro de Justicia y del Derecho, Wilson Ruiz, dicen que cercano al concejal Roberto Ortiz, nacido en el municipio de Florida, y tal vez el más desconocido de todos los ministros.

Creería que el país y el Valle están agradecidos con el ministro José Manuel Restrepo, en mi opinión, el mejor servidor público que tuvo el gobierno que llega a su fin; a nuestra ciudad siempre le atendió con especial diligencia en los momentos de pandemia y de reactivación económica. Ha sido deferente en todo cuanto se le solicita. Los pequeños y medianos empresarios establecieron una interlocución especial con el ministro, quien fue capaz de escuchar y tramitar una reforma tributaria sin mayores sobresaltos después de los descalabros de Carrasquilla.

Duque, sin embargo, quedó en deuda con el Valle. Consultado el ministro Restrepo manifestó que así se resumen las más importantes inversiones para nuestra región en estos cuatro años:

Información Valle del Cauca

Monto de inversión del gobierno Duque con corte a mayo de 2022: $20,57 billones
Temas para destacar:
- Carretera Mulaló-Loboguerrero (4G) Inversión: $2,06 billones
- Concesiones Bicentenario malla vial del Valle del Cauca y Cauca (5G) Inversión Total: $3 billones
- Concesiones Bicentenario (5G) Buga-Loboguerrero-Buenaventura Inversión Total: $4,05 billones
- Programas sociales (transf. monetarias, Paef, empleo joven): $3,21 billones y 1,23 millones de          beneficiarios
- Vías terciarias: $91,25 mil millones y 51 proyectos

Algunos líderes y analistas regionales hacen algunas anotaciones en torno a estas cifras; dicen que los recursos de la carretera Mulaló-Loboguerro son las mismas cifras que ya estaban en la fiducia desde el gobierno Santos, y que la recibió adjudicada pero que no fueron capaces de iniciar la obra. La malla vial la recibió parcialmente estructurada y se demoró tres años en ajustar su estructuración y recalcan que esta se logra con los peajes del Valle y norte del Cauca y que el gobierno nacional no puso un solo peso. Y que la 5G no la han adjudicado. En resumen, en estos cuatro años las obras macro de infraestructura no pudieron arrancar; salió la concesión de la malla vial tarde y las obras no empiezan aún. Las cifras pueden estar ahí, pero de obras nada.

En general el balance de Duque es mediocre con la región, no solo en el Valle sino con el Pacífico; en ninguna área especial existe un proyecto para destacar.

Lo que resulta verdaderamente inconcebible es el tema del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón y su proyecto de concesión y el dragado del puerto de Buenaventura. El aeropuerto es un asunto pendiente desde 2017. A pesar de que el originador contrató el plan maestro a su costo con una firma internacional muy prestigiosa y fue presentado en oportunidad a la Aeronáutica Civil, estos lo están aprobando desde 2020 sin ningún resultado a la fecha. Con ocasión de la pandemia se cerraron los aeropuertos del país durante seis meses y aquellos concesionados negociaron en un memorando de entendimiento con la ANI, una compensación en tiempo adicional para recuperar los daños y pérdidas económicas sufridas por ese evento de fuerza mayor. Hoy el tráfico aéreo está muy por encima del que se tenía en 2019 antes de pandemia. En conclusión, el gobierno se ha demorado demasiado en resolver las iniciativas privadas de los aeropuertos. Este es un modelo que funciona y que debe seguir operando en concesión.

El gobierno Duque no dragó Buenaventura; en cambio aprobó la compra de una draga para Barranquilla. Bien por eso. Solo creemos que ha debido comprar dos. Sin el dragado de profundización, perdemos competitividad. Además, el gobierno no define si esta intervención se hará por iniciativa privada o por licitación pública.

En síntesis, el Valle le salió casi gratis al gobierno Duque. Claro que todo hay que decirlo: esto no es responsabilidad exclusiva del presidente y su gobierno. En buena parte es nuestra.

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