El Banco Inmobiliario de Floridablanca (BIF) fue creado mediante el Acuerdo 024 de 2002 con el propósito de mejorar la calidad de vida de los habitantes de Floridablanca, buscando garantizar entornos socialmente justos y habitables bajo ciertos estándares de calidad y en armonía con el medio ambiente.
Sus convenios y contratos tendrían como objetivo desarrollar y fortalecer la política de vivienda social del municipio de Floridablanca y la administración de los predios públicos. Pero si algo nos ha contado la historia política de Colombia es que el objetivo de las instituciones sufre conflicto de interés con el de sus gobernantes, y al parecer el objetivo real del BIF es convertirse en una notaría de contratos irregulares.
Para explicar esto se debe hacer una salvedad, en Floridablanca existen dos alcaldes: el alcalde Miguel Ángel Moreno, quien fue electo popularmente a través de la maquinaria del señor Héctor Guillermo Mantilla Rueda; el alcalde en ejercicio, Alirio Moreno, expresidente del partido PIN, padre de Miguel; según concejales de Floridablanca, contratistas, secretarios y diputados de Santander, Alirio es quien da las órdenes. Ya con esta salvedad se pone sobre la mesa un panorama de intereses contractuales.
Luego de que el señor Álvaro Rueda (ficha de Alirio Moreno) usara la institución como trampolín político en su aspiración y posterior elección a la Cámara de Representantes por Santander, Julio César González García, quien venía de trabajar en la cuestionada administración de Héctor Mantilla, siendo el cerebro detrás del desfalco de Villa Renacer, fue nombrado director del BIF.
Julio César se habría prestado como chivo expiatorio para firmar todo tipo de contratos cuestionables, que de ser ejecutados por la alcaldía expondrían al alcalde Miguel Moreno, el niño de los ojos de Alirio Moreno. El modus operandi es parecido al del clan Aguilar con el Corpanachi: con dineros públicos construir y ceder a un privado.
La alcaldía de Floridablanca le “entrega” los contratos al BIF, y en el BIF buscan “aliados estratégicos” en una Asociación Público Privada para ejecutar el contrato. Pero resulta que esos aliados estratégicos realmente le responden a Alirio Moreno. Existen dos contratos que muestran a esplendor esta operación.
Aun cuando no ha sido entregada la obra, el contrato de la administración del Parque Internacional de Parapente fue dado al BIF. A través de un único oferente, la administración del parque fue entregada por 20 años sin ningún tipo de retribución al municipio a una empresa con ánimo de lucro Invernota SAS. Argumentando que “es propuesta de un privado para darle finalidad a un proyecto”, pero lo preocupante es que según denuncias realizadas en la Asamblea Departamental, el proyecto no ha terminado por culpa del mismo contratista que propone concluirlo.
Ya que a quien se le va a dar la administración bajo la premisa de dar por acabado el proyecto es a Julián Serrano, contratista estrella de dos amigos de la vieja data de Alirio Moreno; Fredy Anaya, actual contralor de Santander, y el exgobernador de Santander Didier Tavera, quien se encontraba construyendo la obra que por sus mismas irregularidades se ha impedido que se entregue.
“La obra que se supone que debía beneficiar a los parapentistas termina desplazando de su mismo territorio a los que venían desempeñando su trabajo, según denunciaron ellos mismos en el debate de control político en la Asamblea Departamental de Santander”. - Ferley Sierra (diputado de Santander)
Cabe resaltar que Julián Serrano tiene fuertes nexos con la empresa interventora del contrato de construcción del parque.
Como si fuera poco, en el convenio 074 de 2021 se le entrega el poder al BIF de administrar el alumbrado público de Floridablanca para así lograr “el desarrollo de una estrategia ambientalmente sostenible para la modernización, expansión, administración, operación y mantenimiento del sistema de alumbrado público del municipio de Floridablanca”.
El director del Banco Inmobiliario asegura que el BIF tiene la idoneidad para administrar el alumbrado público. Pero en las funciones del BIF este no presta servicios públicos. Siendo así ¿Por qué esta entidad tiene la idoneidad de entregar dicho alumbrado?
Hoy, con pliegos creados a la medida a través de una Asociación Público Privada buscan nuevamente un aliado estratégico. El BIF pide que la temperatura de color inicie desde 4250k, pero no existe ningún requerimiento técnico al respecto. La empresa Codensa al ver este pliego de contratación manifestó sus observaciones donde deja la salvedad de que este requerimiento no tiene bases, “a no ser que se pretenda privilegiar alguna oferta especial”.
Estos son apenas dos casos curiosos del Banco Inmobiliario de Floridablanca, pero cada vez siguen apareciendo más movimientos irregulares por parte del señor Julio César González. Movimientos que le pueden hacer creer a la ciudadanía que los grandes desfalcos de los que se hablará en un futuro, saldrán de tal banco y con la firma del señor Julio César González.
