Lucas Pombo
19 Abril 2022

Lucas Pombo

El “coscorrón” de Petro

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El 16 de diciembre de 2016, Germán Vargas Lleras le dijo adiós a la posibilidad de ser presidente de la República. Después de décadas de trabajo político y de ocupar con éxito los más altos cargos del Estado, un video del exvicepresidente golpeando a uno de sus escoltas fue suficiente para frenar la aspiración de quien muchos consideraban el hombre más preparado para llegar a la Casa de Nariño. Como en el caso de Vargas, basta con un solo desliz para dar al traste con el propósito de toda una vida. La visita de Juan Fernando Petro a la cárcel La Picota podría ser el “coscorrón” que le cueste a su hermano, Gustavo, la Presidencia de Colombia.

El episodio no pudo llegar en peor momento para Petro. Semana Santa es un momento clave para la campaña política. Durante ese último periodo de reflexión tranquila antes de las elecciones, muchos de los ciudadanos indecisos se llenan de argumentos para definir su voto, marcando el principio del fin de la carrera presidencial. 

La reacción inicial de Petro frente al episodio fue equívoca y su campaña tardó demasiado en unificar un mensaje para contrarrestar el envión. Mientras tanto, los contradictores políticos del senador –en el centro y la derecha– no dudaron en partir la “papaya” que el candidato puntero les dejó servida. 

Durante una semana entera, el escándalo acaparó la agenda mediática y el debate político en redes sociales. Mala noticia para Petro. Los colombianos tendrán el episodio muy fresco en la memoria, cuando las grandes encuestadoras salgan a recolectar los datos que se publicarán en los próximos días.

El efecto de la visita a La Picota seguramente no se verá reflejado en el resultado de la primera vuelta. Ahí seguirán estando los votantes fieles al proyecto político de Petro, llueve, truene o relampaguee, especialmente cuando el enemigo por vencer sigue siendo Álvaro Uribe. El verdadero problema para la campaña de Colombia Humana está en la segunda vuelta, en el tête à tête con Federico Gutiérrez por los votos del centro y de los indecisos. En ese resultado se verá cuál fue el verdadero impacto del que hasta ahora ha sido el escándalo más grande de la campaña presidencial. 

El verdadero problema para la campaña de Colombia Humana está en la segunda vuelta

Más allá de las interpretaciones, la visita de Juan Fernando a La Picota para reunirse con varios políticos condenados será un punto de inflexión en la vida política de su hermano. Solo después de que pase el terremoto podremos evaluar el efecto real de este episodio, que se sigue desarrollando. Solo entonces podremos determinar si estamos frente a un nuevo “coscorrón” o si el golpe no fue lo suficientemente fuerte para rayar el teflón del líder político más importante de la actualidad en Colombia.

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