Alejandro Villanueva
24 Marzo 2022

Alejandro Villanueva

El gana-gana de los padres de la Santo Tomás

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Los semilleros de investigación para muchos estudiantes son la forma de crecer y aportar valor a esa hoja de vida que les permitirá entrar con una ventaja al mercado laboral o a la academia. En la Universidad Santo Tomás los ofrecen como “espacios académicos cuyo fin es promover el desarrollo de las competencias investigativas de jóvenes talentos”; lástima que eso sea ¡pura paja!

El libro Teoría del Bloque Constitucional Económico, que el cuestionado licenciado César Augusto Romero Molina asegura haber escrito, es robado, y este robo ha sido aplaudido y premiado por la Universidad Santo Tomás. Dicho libro es producto de dos estudiantes del Semillero de Hacienda y Crédito Público del que César, gracias a un falso carisma, logró aprovechar para apropiarse del trabajo de casi cinco años y usufructuar luego como si fuera suyo.

César Romero, famoso por haber sido imputado por peculado por apropiación, celebración de contrato sin el cumplimiento de los requisitos legales y falsedad ideológica, era el director de tal semillero, al que invitó a tres estudiantes para que formaran parte con la motivación de investigar juntos y producir contenido académico. Desde tercero a octavo semestre, estos tres estudiantes del semillero realizaron una investigación sobre hacienda pública, la cual decidieron convertir en tesis de grado para optar al título de abogados y de la cual César sería el director. 

Correos

Esto le permitió al profesor obtener uno de los mayores logros de su carrera, que no fue ser el director de una tesis de grado muy bien realizada, sino ganar él, junto a su mano derecha en el semillero, Luis Gómez Monterroza, quien no participó en la investigación, el concurso de escritos jurídicos de Leyer con un libro titulado Teoría del bloque constitucional económico y el cual plagia, casi en su totalidad, la investigación realizada por tres estudiantes a su cargo.

Libro plagiado

Las dos estudiantes, quienes desconocían la situación, se acercaron a buscar una copia del libro, pues les ayudaría como fuente de consulta para complementar su tesis: para su sorpresa, el libro de su profesor no les serviría mucho para su tesis, el libro ¡era su tesis! Las estudiantes encontraron que el 47 por ciento del contenido del libro correspondía a la investigación que ellas habían realizado en el semillero de investigación, según Vanguardia, pero en un proceso que reposa en el Juzgado 2 laboral del Circuito de Bucaramanga se afirma que es más del 60 por ciento. 

Las estudiantes pidieron cita con César, quien intentó negociar con ellas, con dinero y ofreciendo otro trabajo de tesis ya escrito. Ellas pusieron la respectiva denuncia al interior de la universidad y confiando en la imparcialidad de la institución. ¡Amigo el ratón del queso! Luego de pasar por la dirección de investigación, la denuncia llegó a talento humano. Las evidencias eran claras, lo que generó un auto de apertura de proceso disciplinario contra el estudiante Monterroza y laboral contra Romero. Sin embargo, y como pasa en la política nacional en la que personas con investigaciones abiertas acceden a altas dignidades de las entidades públicas, el estudiante fue premiado en la ceremonia Sol de Aquino de la Santo Tomás.

Premiación  sol de aquino

La encargada de investigar el asunto, directora del departamento de gestión del talento humano en la Santo Tomás quien, luego de estudiar el caso y ante la imposibilidad de notificar al profesor César Romero ya que este, muy hábilmente, se incapacita durante alrededor de cinco meses, configurándose la causal para la terminación del contrato por parte de la Universidad.

Fray Erico Juan Macchi

El profesor Romero, en su defensa, mantuvo su incapacidad, a pesar de que daba conferencias y presentaba su libro plagiado en distintos lugares, y contraatacó denunciando a Deisy Acevedo por acoso laboral, denuncia que no prosperó ni en primera ni en segunda instancia. Finalmente, logró vía tutela que lo reintegraran a la Universidad como docente. 

De nuevo en la Universidad y usufructuando el plagio, parecía que nada podía estar mejor para Romero, sin embargo, y como dice el refrán, el diablo se puso nuevamente de su parte para hacer su dicha aún más grande: nombraron como rector de la Santo Tomás al fray Óscar Eduardo Guayán Perdomo, O.P., amigo de vieja data del profesor Romero. 

Cosas del tribunal
Respuesta

El contubernio no se hizo esperar: todas las personas de la Universidad que defendieron a las estudiantes afectadas fueron perseguidas y acosadas laboralmente, como es el caso de quien fue coordinadora de investigaciones por más de doce años y que fue removida de esta labor para dársela, nada más y nada menos que al profesor César Romero, quien era investigado por plagio. La orden era reintegrar, no renovar el contrato y entregarle la oficina de investigación. Las mañas de la politiquería colombiana a escala universitaria.

Respuesta

 

¿Pero por qué tanta complacencia con el profesor? Resulta que el señor es el enlace entre la Universidad Santo Tomás y la Universidad Castilla-La Mancha en España, en la cual los curas tomasinos presentan sus tesis doctorales para así poder subir de rango y jerarquía. 

No sería buena idea llevar en la mala a la persona que podría hacer más fácil el prestigioso grado de “doctor”.  Fuentes afirman que él dirige y ayuda a hacer las tesis de los altos directivos de la Universidad Santo Tomás, tanto en Bucaramanga como en Bogotá, pero al preguntarle a la Universidad negaron tal afirmación; sin embargo, el año pasado, el señor César Romero codirigió la tesis del fray Samuel Elías Forero Buitrago del departamento de Humanidades.

Imagen de él

Todo un “colabóreme que yo le colaboro”, en el que unos se quieren doctorar con palanca y otros quieren publicar con plagio; si se ponen de acuerdo logran conciliar esos intereses, por marchitos que sean. Al parecer, por eso lo tienen tan premiado a pesar de sus investigaciones y acusaciones: todo un gana-gana, tanto para el profesor investigado por plagio como para los -doctorandos- directivos de la Universidad.  

Al parecer esto pasa día tras día en la academia, es chistoso como varias personas que se las tiran de académicos actúan como faros de la moral, pero al saber de este tipo de cosas dicen “así funciona” pues señores y señoras de la academia, así no funciona. ¡El trabajo de los y las estudiantes vale y debe ser respetado! 

A ustedes, estudiantes de la Universidad Santo Tomás que se encuentran realizando un trabajo de investigación, César Romero sigue haciendo de las suyas, revisen bien. Puede que un trabajo de ustedes termine siendo sustentado por un cura de la Universidad disfrazado de “tesis doctoral”.

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