Luis Alberto Arango
20 Mayo 2022

Luis Alberto Arango

El reto de Harry Potter

Una conversación en la mesa del comedor se convirtió en un interesantísimo descubrimiento literario.

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Era la hora de la cena y sentados a la mesa, mi hija hace un comentario para explicar algo que estaba pasando con un estudiante de su colegio. 

—…es que se parece a Malfoy —dijo. 

No entendí lo que decía, mi cara se lo hacía notar. Pasaron unos segundos y reclamó que yo no hubiera leído los libros de Harry Potter. 

“De Harry Potter solo sabía que era un niño mago que era protagonista de aventuras que fascinaban a millones de niños y jóvenes en el planeta”.

— ¿Y qué tiene que ver eso con lo que dijiste antes? — repliqué. 

—Pues que como no has leído Harry Potter no vas a entender lo que digo— señaló de manera amable, pero con ánimo de retarme, esperando que cayera en el anzuelo. Y caí.

Eso sucedió hace dos años. De Harry Potter solo sabía que era un niño mago que era protagonista de aventuras que fascinaban a millones de niños y jóvenes en el planeta. 

Ya voy en el quinto libro de la serie: Harry Potter y la Orden del Fenix. Son siete. Hasta ahora, cada uno tiene más páginas que el anterior y un universo literario más elaborado y enriquecido que sus predecesores. 

“A la siguiente semana del reclamo de mi hija, comencé a leerlo. Los primeros capítulos no me llamaron la atención, me parecieron áridos y difíciles de disfrutar”.

Desde su lanzamiento en 1997, no me enganché con el furor creado alrededor de Harry Potter. No me interesaba. Pensaba que era un libro de niños y que ya no era para mí. Qué equivocado estaba.

Disfruto con la lectura de libros de negocios, tecnología, biografías de empresarios o líderes mundiales, también con libros relacionados con filosofía, historia, espiritualidad, bienestar, nutrición y meditación. Sin embargo, procuro tener a la mano una novela que libere el estrés diario, rete la imaginación, entretenga y enganche. 

A la siguiente semana del reclamo de mi hija, comencé a leerlo. Los primeros capítulos no me llamaron la atención, me parecieron áridos y difíciles de disfrutar.

Sin embargo, una serie de más de 500 millones de libros vendidos, alrededor de los cuales hay casi una religión y observando que mi hija no podía dejar de leer a Harry Potter, me obligaban a seguir adelante para, no solo comunicarme mejor con mi hija, sino saber qué era lo que ella y millones de lectores habían encontrado en ese primer libro y qué fue lo que catapultó a su autora a ser la primera escritora billonaria en el mundo. 

“Y como si … hubiera sido escrito con la ayuda de una varita mágica, tan pronto comencé a leer sus últimos cinco capítulos me capturó la magia de su autora…”.

Supe meses después, investigando sobre el mundo detrás de Harry Potter, que la autora nunca estuvo convencida de esos primeros capítulos y que tuvo varios inicios distintos. Finalmente, los que quedaron eran los que ella pensaba acertados para dar suficiente información, pero no la necesaria para sustraer el suspenso de la morfología narrativa que se construye a lo largo de la serie.

A mitad del libro la trama se tornó más llamativa pero todavía no lograba engancharme. Tiene 16 capítulos, distribuidos en unas 230 páginas, no muchas. Es el más corto. El más largo es el que estoy leyendo, tiene unas 930 páginas, voy en la mitad y aunque suene extraño para los que nunca han leído a Harry Potter, no quiero que termine.

Y como si el primer libro de Harry Potter hubiera sido escrito con la ayuda de una varita mágica, tan pronto comencé a leer sus últimos cinco capítulos me capturó la magia de su autora J.K Rowling. Comprendí con rapidez lo que había hecho para que sus libros fueran un hito literario mundial.

Conectó con una envidiable versatilidad toda la información de los primeros capítulos con los últimos, haciendo gala de una imaginación, ocurrencia y lógica que sobrepasó todo lo que se me pudiera haber ocurrido posible como final del libro. Estaba aliviado al saber que era una serie y que iba a tener a Harry Potter para disfrutar durante un buen tiempo.

Los giros inesperados, el uso medido de las antítesis, las hipérboles descriptivas, la fascinante designación de los nombres de los personajes y de los lugares -que aún hoy son motivo de análisis de sus fanáticos-, las características elaboradas de las personas y sitios, el suspenso de la trama, las historias de amor y las secundarias conectadas en armonía con la principal y a lo largo de cada libro son características únicas, entretenidas y apasionantes leer. 

Pero por encima de lo anterior, las decenas de mensajes de vida y de valores que se amplifican a lo largo de cada uno de los capítulos, hacen todavía más interesante y enriquecedor leer y disfrutar a Harry Potter. 

Harry potter
“Cara frontal de uno de los 500 libros de la primera edición de Harry Potter y la Piedra Filosofal. Uno de estos se subastó por 471.000 dólares en diciembre de 2021”

En 1996, el manuscrito original de Harry Potter fue rechazado por una decena de editoriales hasta que llegó a manos de la editorial Bloomsbury, su dueño le dio el manuscrito a su hija de 8 años para que lo leyera. Una hora después ella le dijo a su papá que era lo mejor que había leído en mucho tiempo. Con semejante respaldo de la crítica especializada, el padre pagó 2.500 libras esterlinas por los derechos del primer libro, unos 3.800 dólares, más el compromiso de una estructura de pago de regalías.

El área de mercadeo de Bloomsbury hizo su trabajo enviando, en junio de 1997, libros de cortesía a periódicos para promocionar las primeras 500 copias, que se repartieron en librerías a lo largo del Reino Unido. Usualmente, los libros de la primera edición de un título famoso son una joya para los coleccionistas. En este caso la joya -uno de esos libros- costó en diciembre del año pasado 471.000 dólares, valor que pagó un coleccionista privado en una subasta en Estados Unidos.

La primera crítica registrada la hizo el periódico escocés The Scotsman y eso llamó la atención del resto de periódicos británicos y de lectores que comenzaron la bola de nieve de la pottermanía: más de 500 millones de libros, que se han traducido a 80 idiomas, tiene 8 películas, parques temáticos de Disney con su nombre, miles de sitios web que analizan cada uno de los libros y películas e innumerables productos de merchandising con el nombre del Harry y de todos los personajes que lo acompañan.

No pensé que fuera a leer a Harry Potter y gracias al reto de mi hija, no me arrepiento. Confío en que, si usted se atreve a leerlo, tampoco se arrepentirá. 

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