Juan Camilo Restrepo
1 Diciembre 2022

Juan Camilo Restrepo

El sector privado en el plan de desarrollo

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Hay que felicitar al director de Planeación Nacional por la presentación del documento titulado “Colombia potencia mundial de la vida, bases del plan nacional de desarrollo 2022-2026”. Se trata de una versión preliminar de lo que será el plan cuatrienal de desarrollo de este Gobierno, que deberá estar listo para febrero de 2023.

A mi entender es el documento más serio que la administración Petro ha puesto sobre la mesa hasta el momento. Y es, además, coherente con las puntadas que viene dando el Gobierno (incluido el tijeretazo de la reforma tributaria) de lo que son sus prioridades de política pública durante este cuatrienio.

Ahora bien: que sea coherente con lo que ya conocemos sobre el pensamiento del presidente Petro, no significa que la lectura de este documento no deje inquietudes entre quienes nos hemos adentrado a lo largo de sus 204 páginas. Personalmente la principal inquietud que me ha dejado su lectura es la siguiente: ¿cuál es el futuro que le espera al sector privado durante este cuatrienio?, ¿convivirá virtuosamente con el sector público?, ¿o va a ser arrollado por este último?

Las bases del plan de desarrollo son muy claras: el sector público llevará la batuta. Las mayores cifras de inversión provendrán de lo público, no de lo privado. Los propósitos estatales resultan claramente privilegiados frente a lo que pueda esperarse del sector privado.

Dos párrafos del documento hablan por sí solos: “No se puede continuar afirmando que la inversión pública va en contravía de los intereses del sector privado. Todo lo contrario. El Estado tiene que llevar sobre sus hombros los riesgos que, por su naturaleza, no pueden ser asumidos por las empresas privadas”. Y más adelante: “Para que la alianza público-privada sea exitosa es necesario reconocer que el tamaño del Estado colombiano es muy pequeño. Y que la inversión pública tiene que aumentar, de tal forma que efectivamente pueda ejercer un liderazgo”. No quedan dudas al respecto.

¿Y cómo va a hacer el sector público para crecer a mayor velocidad que el privado durante el cuatrienio Petro? Va a captar una parte mayor del ahorro nacional. Las mismas bases del plan así lo revelan.  Habrá un incremento del ahorro público notable con el cual se financiarán los nuevos cometidos de inversión social en que está comprometida la administración Petro: “El fortalecimiento de ingresos de acuerdo con lo aprobado en la reforma tributaria, recursos por gestión de la Dian, mayor formalización económica y tributaria, y mayor eficiencia en la administración de las empresas del Estado. Así el ahorro público pasará desde el 0,4 por ciento en la actualidad a 4,4 por ciento en 2026.

 Como se ve, quien capta la cabeza de león del ahorro nacional será el sector público. Al sector privado le queda solo la cola de ratón, o para ser más justos, la porción menor del ahorro nacional”. En síntesis, concluyen las bases del plan, “el balance indica un esfuerzo de ajuste macroeconómico en el corto plazo, pero en los siguientes años tanto el ahorro como la inversión aumentarán para garantizar el rediseño de la política social y el mayor crecimiento. Este ajuste también señala que en el corto plazo el mayor esfuerzo de inversión vendrá del sector público con una política contracíclica, dada la desaceleración mundial que afectará a Colombia en 2023 y parte de 2022”

Cuando se suman y restan todas estas pautas de política, las bases del plan de desarrollo 2022-2026 concluyen que durante el cuatrienio el sector público invertirá 1.048,2 billones de pesos mientras que el sector privado invertirá 949,7 billones de pesos (a pesos de 2022).

No es una sorpresa. Pero es una reafirmación de lo que estamos viendo hasta el momento: el sector público será el vector predominante durante el cuatrienio mientras que el sector privado ocupará un discreto segundo lugar en la ruta del crecimiento.

El sector privado no parece estar aún abrumado. Pero empieza a lucir pálido. Ojalá no se le convierta en anemia.

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