Alejandro Villanueva
9 Junio 2022

Alejandro Villanueva

Es cuestión de elegancia

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Estas elecciones han sido complicadas, nuevamente Colombia se encuentra condenada a escoger lo menos peor. Eso es algo que nos merecemos, por tratar la política como un tabú: “No se habla de política en la mesa”, “no se habla de política en familia”, cuando es uno de los temas que debería mover cualquier discusión colombiana, todo es político y todo se lo han robado los políticos. 

Por eso mismo el país soportó lo que no debería soportar, tantos abusos por parte de la clase política dieron sus frutos y se expresaron en la primera vuelta.

Hoy Colombia va a las urnas pensando en un cambio, nadie puso estas dos opciones sin tener en cuenta esto, a pesar de que ambas campañas se acusan una a la otra de ser del establecimiento, hoy en las elecciones presidenciales este establecimiento está vencido, a pesar de que intentar vender a Rodolfo como un Smithers de Uribe y de Sarmiento Angulo no funciona. 

Las propuestas de cómo obtener el cambio pasaron a segundo plano, hoy el debate lo gobierna el populismo acompañado de una pizca del fanatismo que impide objetivamente hablar del país y sus grandes contradicciones. Es más importante destruir al contradictor, no mostrar que se es mejor, sino que el otro es peor. 

De Rodolfo no se puede esperar mucho en temas de debate y manejo de un enfrentamiento político, en su alcaldía cualquier persona que se atreviera a contradecirlo era textualmente llamada sin prueba alguna: corrupta, lavaperros, prepago de la politiquería. Pero de Petro se esperaba más, lastimosamente no se enfocó en contradecir y arremeter lo que representa el candidato y lo cuestionable que este puede ser, si no con señalamientos que a él mismo se los han hecho, acercándose al fuego cuando tiene rabo de paja.  

Petro no tiene audios puteando y amenazando: “hpta le pego su tiro”, pero maneja una lógica guerrerista contra el que lo contradice. Según Yohir Akerman, este fue capaz de ir hasta Caracol a jactarse de cómo había dejado herido a Ricardo Calderón y cómo era capaz de desvirtuar cualquier noticia real o no a través de las redes sociales.  

Por orden de su campaña organizan grupos en WhatsApp en los que desvirtúan y juegan con la honra de cualquier persona que consideren un peligro. Maneja como estrategia de campaña “rumores” y ataques como lo dijo orgullosamente el asesor Sebastián Camilo Guanumen Parra, que hace parte del equipo de comunicaciones de Petro, justificando bajo la premisa de que eso también se lo hacen a ellos. ¿Acaso no eran mejores o están diciendo que son iguales? Esta estrategia se diferencia de la campaña anti-Fico de Ariel Ávila, ya que no eran rumores, esta expuso con pruebas los clanes políticos vinculados a Federico Gutiérrez, en cambio, Petro avala la creación de verdades a medias sobre su contrincante o contradictor, es más, las incentiva, para probar esto se puede nombrar lo que le hicieron al excandidato Alejandro Gaviria.

Petro sí sabe dónde queda Vichada, conoce esa Colombia profunda y abandonada que desconoce Rodolfo, aun así Petro avaló a Sandra Villadiego; recibe a Bernardo Hoyos, Alfonso Prada; invita a Luis Pérez; le ofrece una vejez tranquila a alias la Gata. Los mismos personajes cuestionables que han convertido tales regiones en lugares sin internet eficaz donde nadie tiene Tik-Tok, como diría Roy Barreras.

A diferencia de Rodolfo, Petro tiene propuestas concretas en materia de género y LGTBI, pero compitió en la misma consulta contra el antiderechos Alfredo Saade, conocido por frases como: “El matrimonio entre homosexuales es pura paja” “NO matrimonio igualitario NO legalización marihuana NO aborto SI familia SI a la vida”, le regaló una curul en el Senado a Alex Flórez, aceptó casi saltando de la felicidad a Esteban Restrepo en su campaña, e intentó varias veces pasar por la faja el acuerdo de hacer vicepresidenta a Francia Márquez si esta quedaba de segundo lugar en la consulta. 

No tiene empresas offshore como si las tiene la familia de Hernández, pero aún con cuestionamientos y vínculos con Alex Saab aceptó a Piedad Córdoba en su lista al Senado, tiene a Armando Benedetti como si fuera un mini-me, para todo lado, aun cuando no ha explicado puntualmente el origen de su jugoso patrimonio. 

Petro se distancia de Rodolfo en los temas de construcción, no se ha beneficiado del volteo de tierras como si lo han hecho los hijos de Rodolfo Hernández, pero tiene en su bancada a Roy Barreras y Gloria Arizabaleta, quienes se beneficiaron de la salud y la Esap al punto de convertirlos en negocios y fortines políticos. Habla de la inexperiencia y desconocimiento de Rodolfo, incluso cuando irresponsablemente eligió a dedo congresistas que no tienen ni la menor idea de cómo funciona el Estado, que horrible es pagar impuestos para así pagarle el sueldo a Agmeth Escaf.

Ambas campañas no son diferentes, pueden tener formas distintas de operar en la política pero tienen su rabo de paja; uno no puede hablar con propiedad del establecimiento cuando una gran parte de él se encuentra apoyándolo; no se puede hablar contundentemente de anticorrupción cuando una parte de la corruptela colombiana se une a su campaña y se justifica como “pacto con los diferentes”; no se puede hablar tajante de inclusión con gente como Alex Flórez; mucho menos se puede hablar mal de un candidato al cual le ofrecieron ser parte de su gobierno. ¿No era corrupto y cuestionable en ese entonces Rodolfo Hernández? ¿O es que son corruptos cuando no se suben a la Petroneta? 

Van a decir que el cuestionado es Rodolfo directamente, en cambio por parte de Petro los cuestionados son sus aliados. ¿Acaso en política no es lo mismo? Si uno se presta para lavarle la cara bajo la ilusión de cambio a ciertos politiqueros, ¿no es Petro también el cuestionado? 

Pero mucha gente dentro del Pacto no tiene vergüenza, les importa cinco jugar con la ilusión de un mejor país y acomodarla a su beneficio. Al final tienen su mejor estrategia: “No importa que nos saquen, salgan como víctimas y de los videos/grabaciones, no respondan, giran todo a que nos chuzaron e infiltraron, recuerden lo del DAS”. Rodolfo encarna las mismas prácticas, actitudes e ideología de muchas personas del Pacto Histórico. Lo diferente es que ese señor ve esto como un chiste y le da igual mostrarse tal cual, pero eso no significa que del otro lado no hacen lo mismo. No son diferentes, solo es cuestión de elegancia. 

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más Columnas