Alejandro Villanueva
2 Junio 2022

Alejandro Villanueva

A estos tiene que seducir Petro

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“Los noto asustados”, la frase satírica que circulaba en redes sociales para ejemplificar el sentimiento que causaba Gustavo Petro en el uribismo, terminó siendo la frase que describe lo que él, sus adeptos, y su campaña sienten hacia la segunda vuelta contra Rodolfo Hernández. 

Es entendible, ya que la mera posibilidad de que un señor completamente impredecible, aporofóbico, machista y cuestionado llegue a gobernar un país sin memoria no es de risa. Sus declaraciones, acciones y alianzas con Mario Camacho, el Pote Gómez, el Tuerto Gil, Marco Cortés, Nubia López, entre otros; generan incertidumbre, consternación y hasta rabia. 

Pero hay una razón de por qué ha llegado tan lejos un sujeto que entró a la política por una simple venganza contra Luis Francisco Bohórquez, el cual no propone nada más allá de “acabar con la robadera” que lo tiene compitiendo contra Gustavo Petro, el único candidato presidencial que ha elevado el debate al punto de manejar la agenda, que lleva toda la vida preparándose para gobernar.

Rodolfo es una persona que fue capaz de manipular a sus concejales y diputados con pagarés en blanco, contrató amigos del narcotraficante Ñeñe Hernández, como Jorge Figueroa Clausen; presionó a su sucesor Juan Carlos Cárdenas para que le diera 100.000 millones de pesos a través de la compra del lote del Club Unión; firmó a nombre propio contratos con el EMPAS S. A. para habilitar y beneficiar tres predios en Girón; según datos del Dane, durante su alcaldía la tasa de desempleo se disparó, la tasa de desempleo femenina incrementó en 9,8 por ciento; la pobreza monetaria aumentó en 52 por ciento; desafectó 5 hectáreas de su propiedad en el barrio Pan de Azúcar; ignoró que el PAE tenía carne de burro y caballo; fue acusado por su exsocio de Entorno Verde S.A de ser un testaferro, entre otras cosas.

Petro no se ha dedicado a entender (o eso pareciera) por qué la gente prefiere votar por un señor así. ¿Por qué a pesar de eso, la gente lo sigue queriendo? Intenta responder esas preguntas a través de frases de cajón: “Eso es el uribismo…el establecimiento”.  Omitiendo que gracias a ciertas acciones concretas, desde su alcaldía, como la creación de una tecnocracia local en cabeza de Manolo Azuero, el empoderamiento de los jóvenes en cargos relevantes, sus “hable con el alcalde”. El voto de Rodolfo se transformó un voto de opinión que principalmente no obedece a maquinarias y que también busca un cambio.

Un cambio que el votante ve en Rodolfo, a pesar de que actúe de forma tan cuestionable.  Desconocer eso desde una superioridad bogocentrista ignora el fenómeno político santandereano que dio inicio a un cambio de mentalidad en uno de los departamentos más tradicionales del país. Logrando con voto de opinión curules en el Concejo de Bucaramanga y Floridablanca, Asamblea Departamental de Santander, Congreso, y un sucesor. Convirtiendo sin maquinaria a Rodolfo en el mayor elector de Santander, cuando ese cargo anteriormente le pertenecía al clan Aguilar, Tavera, y Villamizar.

Ese voto es el que le hace falta a Petro para ganar, el que obtuvo Rodolfo en primera vuelta. A ese es el que debe seducir, no al biempensante de Twitter. Yo entiendo a mi amigo Gareth Sella, joven al cual el Estado le quitó la vista de su ojo izquierdo, cuando expresa: por favor, no me vayan a venir con eso de seducir el voto. Perdí la vista de mi ojo izquierdo luchando por el cambio. Tuve que enterrar a compañerxs que luchaban por el cambio. Tuve que contar muertos y ojos perdidos… ¿y ahora me van a pedir que les seduzca? ¡¿QUÉ MÁS NECESITAN?!

Pero mucha gente que votó por Rodolfo fue por eso mismo. Porque están cansados de la violencia, de la muerte, y de la corrupción, y hoy descaradamente les dicen que Piedad Córdoba, Roy Barreras, Armando Benedetti, John Carlos Pabón, Alex Flórez, Gloria Arizabaleta, Bernardo Hoyos, y Carlos Sotomonte van a ser el cambio. Cuestionar eso no está mal, el pensar dos veces el voto por tales personajes es parte de la democracia y es válido.

Petro debe buscar una forma de responder a esos cuestionamientos sin atacar a quien los hace y ahí convencer que su gobierno efectivamente será un cambio, a pesar de estar rodeado de lamentables personajes. Pero cuando le hacen mención responde de forma ambigua. No hace referencia a por qué los tiene ahí, dice: “Yo puedo tener a estos, pero él tiene a estos”. Parecido a un típico uribista que dice: “Uribe pudo realizar los falsos positivos pero la guerrilla mató gente”. Sacarle los corruptos al sol no elimina a los que tiene al lado.  

Ambos poseen un discurso anticorrupción, pero es solo un discurso. Traer al presente luchas del pasado contra el paramilitarismo y la corrupción acompañadas de expresiones: “La corrupción no se combate con frases de Tik Tok” no tiene sentido ya que en un pasado el mismo Petro reconoció la labor anticorrupción de Rodolfo en su alcaldía y cada vez que Rodolfo lo saca a colación, Petro pierde credibilidad. Por eso, tal discurso no va a calar en los votantes que Petro necesita, es gente que cada vez que Petro se contradice le cree menos a él y más a Rodolfo.

Petro tiene que dejar de prestarse para la crítica básica de que Rodolfo es uribista. Debe dejar de seguirle el juego a los medios hegemónicos de infantilizar a Rodolfo. Darle la seriedad que se merece, contando realmente quién es y cómo Gustavo, a pesar de todas las críticas que le han hecho, es una mejor opción para el país. No necesita convencer a Twitter, y tomarse cafés hipócritamente con un montón de gente que no pone ni 30.000 votos. Necesita ser coherente, ser accesible, simplificar el cómo presenta las propuestas de gobierno y no subestimar a las personas que votan por Rodolfo tratándolos de brutos desconocedores del país. 

Él mismo se encargó de que no le creyeran ese discurso anticorrupción y de cambio. Muchas de las personas que Petro subió y hoy sube en tarima lo que hacen es quitarle votos de opinión para dárselos a Rodolfo. Hoy, las maquinarias no lo van a salvar y se encuentra en el limbo por ese voto de opinión que subestimó, ese voto de opinión que sus seguidores constantemente manifestaban que no les daba para ganar para así justificar que necesitaban maquinarias. 

Tal vez hacer todo lo posible para no perder la presidencia sea lo que le haga perder la presidencia. 

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