Mariana Garcés
30 Septiembre 2022

Mariana Garcés

Gracias, ministro Ocampo

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Entre el sector cultural del país se ha convertido en viral un video donde el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, manifiesta de manera contundente que los incentivos para la cultura se mantienen y no serán derogados por la reforma tributaria que cursa actualmente en el Congreso de la República. Este anuncio es un parte de tranquilidad. Y aunque aún no se ha radicado la ponencia donde se podrá verificar que lo anunciado es una realidad, es evidente que el ministro Ocampo honrará su palabra. 

Estos han sido logros obtenidos en los últimos 25 años por diferentes administraciones y al presupuesto nacional no le han significado grandes impactos; en cambio para el campo de los saberes, las artes, el patrimonio y las letras, hacen la diferencia. Crear nuevas fuentes de financiación cuando los presupuestos para la cultura son relativamente pequeños, se vuelve trascendental para el desarrollo y fortalecimiento de un área fundamental para el país. A lo largo de estos años cada administración ha tenido la perspectiva de sumar y creativamente proponer acciones para incrementar los recursos que permitan sustentar una serie de procesos y manifestaciones que finalmente son el soporte de nuestra nacionalidad y de nuestra identidad. 

El presupuesto para Mincultura y sus entidades adscritas, Archivo General de la Nación, Instituto Colombiano de Antropología e Historia e Instituto Caro y Cuervo, para el año 2023, aprobado en primer debate por el Senado de La República es de 687.000 millones. El de este año 2022 asciende a la suma de 572.000 millones, de los cuales 342.000 son ejecutados directamente por el ministerio. El incremento es de 115.000 millones; por lo tanto, es fundamental seguir contando con los incentivos existentes para solventar en parte las necesidades de los creadores y de las instituciones del sector.

No es posible consolidar la industria cinematográfica con recursos provenientes exclusivamente del presupuesto nacional. No es sino hacer memoria y recordar lo que fue Focine en su momento. Entre 1997 y 2003 se estrenaron en promedio cuatro películas colombianas por año. 

Con la Ley 814 de 2003 que crea el incentivo para inversionistas y donantes de una deducción del 165 por ciento del valor invertido en una producción nacional, en los últimos veinte años, se han producido 448 largometrajes y mas de mil cortos. 

Con la Ley 1556 o filmación Colombia se han financiado 44 proyectos de mayor envergadura y presupuestos más importantes con una inversión en Colombia de 270.438 millones y devoluciones de 73.710 millones de pesos es decir el 27,3 por ciento del total de lo invertido; y con las normas aprobadas en 2019 (Certificados de Inversión Audiovisual Cina), 58 proyecto entre series, realities y cortometrajes. Las empresas extranjeras que ruedan en nuestro territorio tienen la obligación de aliarse con empresas colombianas de servicios audiovisuales. 

En estos proyectos se han invertido recursos superiores a 1,3 billones de pesos y la industria ha generado más de 28.000 empleos directos entre servicios técnicos y artísticos. La balanza fiscal queda con una diferencia positiva de 8,3 por ciento; por cada 100 pesos que las producciones internacionales invierten en el país, le generan al Estado, después de pagar la contraprestación prevista en la ley y los gastos de promoción y manejo, 8,3 pesos netos.  Además, han contratado a 1.100 empresas de servicios audiovisuales colombianas y proveedores para las producciones. El sector hotelero y servicios de alimentación y transportes resultan enormemente beneficiado. 

Co.crea extendió el beneficio y la posibilidad de deducir el 165 por ciento a las artes representativas, al patrimonio y a otras manifestaciones;  el mecanismo dejó de ser exclusivo para el cine, pero con un cupo fijo anual que en 2022 es de 207.000 millones. Un inversionista que quiera acogerse a este beneficio tributario se asocia con una entidad cultural ejecutora de un proyecto de alto impacto y se presenta a la convocatoria abierta por Co.crea, donde un grupo de profesionales evalúa la pertinencia del proyecto.  844 proyectos se postularon a la convocatoria 2022; desde 2020 se han ejecutado proyectos por un valor total de 197.582 pesos. Cada día más entidades culturales convencen a empresarios para que apoyen procesos culturales pues el incentivo es un “gana ganas” y además los dineros se administran a través de una fiducia para garantizar absoluta transparencia. 

Los recursos nuevos que se irrigan a través de este mecanismo, obligan a la formalización de los gestores, creadores artistas y entidades. Invita a proyectar en el largo plazo, a tener un plan de acción sólido y a buscar aliados estratégicos a quien se les puede ofrecer un gran beneficio a cambio de invertir en el campo cultural.

Lo más sensato es no tocar los incentivos logrados. Gracias, ministro, por comprenderlo.

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