Alejandro Villanueva
15 Septiembre 2022

Alejandro Villanueva

La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena

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Condenaron a 90 meses de cárcel (7 años y medio) a Aida Victoria Merlano por participar y usar a su hermano en la fuga de su madre, la excongresista Aida Merlano Rebolledo. Según la justicia, fue Aida Victoria quien utilizó a su hermano para que en su maletín llevara los elementos necesarios para la fuga.

¿Existe una conversación, una grabación que pruebe esto? ¡No! Solo una cámara de seguridad que muestra que efectivamente el joven ingresó con un maletín. La prueba reina contra Aida Victoria es el testimonio de una dragoneante que afirma requisar a la excongresista y no encontrar ningún elemento metálico o propio de la fuga. Versión que carece de credibilidad ya que luego en video se ve a la excongresista portando un reloj metálico. Se infiere que Aida Victoria instruyó a su hermano para transportar los elementos necesarios para la fuga.

“No quedó probada su participación, si el delito que se le está imputado y condenado es dominio del hecho, el tema es que el domino del hecho solo lo puede tener un autor y Aida la condenan como cómplice, un cómplice solamente puede realizar un aporte no esencial a la comisión del delito, es una imposibilidad penal la condena de Aida, al menos que se tome la teoría de infracción de deberes que no es aplicable en Colombia”, comentó la abogada Pamela Forero.

La periodista Sylvia Charry, de esta misma revista, expuso una serie de preguntas que hasta el día de hoy no han sido resueltas: ¿Realmente la excongresista involucró a sus hijos en el plan de fuga? ¿Por qué solo hay un funcionario condenado por los hechos?

¿De quién era la moto que recogió a la congresista? ¿Por qué no han sido capturados pese a que ella afirmó que quienes financiaron su fuga fueron los señores Arturo y Alejandro Char?

Hasta ahí esto solo puede ser un juicio con miles de preguntas, pero tiene sentido esta persecución cuando se recuerda que la excongresista Aida Merlano denunció formalmente al exalcalde Alejandro Char y a Fuad Char por “fuga de presos, secuestro agravado, constreñimiento ilegal, tentativa de homicidio, fraude procesal, soborno en actuación penal y acceso carnal violento agravado”. A su vez, al comentar una conversación que tuvo con alias Oso Yogui, le dio nuevamente vida a la hipótesis de que el señor Fuad Char asesinó a su propio hermano Faryd Char.

Expuso una conversación con Julio Gerlein, en la que se evidencia que Gerlein le “puso” 12.000 millones de pesos para su campaña, cosa que le da fuerza a la denuncia publicada en octubre de 2019 por El Espectador: “La excongresista recibió 11.000 millones en cheques de Gerlein que habría usado su organización para comprar los votos y mantener la sofisticada estructura que desplegó para quedarse de manera irregular con una curul en el Senado”.

Razones para desquitarse con la hija tienen y muchas. Si tal persecución fuera un caso aislado entendería y compartiría el comentario del abogado Iván Cancino, “pero no confundan esto con que hay intereses políticos porque eso es ofender al juez” . Pero el uso de cualquier método, incluida la institucionalidad, ha sido común para presionar a sus contradictores. ¿Qué nos dice que esto es diferente?

Luis Enrique Guzmán se presentó como testigo de las presuntas coimas entregadas por Alex Char y Margarita Cabello en el contrato Mega Tanque en Barranquilla. Este luego denunció amenazas, seguimiento, perfilamiento y acoso a su vida personal y familiar por parte de la Sijín de Barranquilla. Para respaldar esto, Guzmán le presentó a Caracol Radio videos que probarían lo dicho.

La familia Char actualmente acosa judicialmente a Liliana Rozo y Cristian Char Rozo, pareja e hijo de Faryd Char, hermano de Fuad Char, con el objetivo de evadir el pago de sus derechos hereditarios.

En el barrio Rubí de Soledad, se elaboró un plan para asesinar al ingeniero Edwin Rafael Martínez, quien sería el que entregó los videos de la sede de campaña de Aida Merlano denominada como la “Casa Blanca”. Además, Martínez es uno de los testigos que está solicitando la defensa de Aida Merlano Rebolledo para fundamentar sus declaraciones y denuncias.

No vengo a defender la inocencia de Aida Victoria, me parece hipocrática que las mismas personas que rechazaron a Jenny Ambuila, hoy interpreten a Aida como una especie de modelo de superación, cuando Aida Victoria, al igual que Jenny Ambuila, vivieron lujos a costa del erario.

Aprovechó tal boom mediático para convertirse en “una influencer” siguiendo su propio camino, que la tiene hoy a puertas de ser imputada este 19 de septiembre por lavado de activos e enriquecimiento ilícito, pero aun así, la falta de análisis probatorio, las denuncias de su madre en contra del Clan Char, Gerlein e Iván Duque y la forma en la que el Clan Char ha buscado silenciar a sus contradictores hacen que no sea descabellado pensar que su desproporcionada condena por favorecimiento de fuga y utilización de menores para la comisión de delitos, sea una forma de enviarle un mensaje a su mamá.

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