Una economista italiana, hasta hace unos meses desconocida para Colombia, podría ser la nueva asesora del gobierno de Gustavo Petro.
Algunos países en el mundo han experimentado grandes transformaciones gracias a asesores que inspiraron innovadoras políticas macroeconómicas y que fueron fundamentales para diseñar arquitecturas económicas, de Estado y de gobierno, logrando generar riqueza para todos y perdurar a lo largo del tiempo. Uno de los mejores ejemplos es el de Albert Winsemius, un economista holandés que asesoró a Singapur de 1961 hasta 1984. Llegó encomendado por las Naciones Unidas para asesorar a ese país en un programa de industrialización. Él diseñó y acompañó, como asesor económico principal del gobierno, la implantación de un plan que transformó a Singapur. De ser un país subdesarrollado con un ingreso per cápita de 300 dólares en la década de los sesenta, pasó a ser una de las economías más prósperas, pujantes, ricas y estables del mundo. Hoy Singapur es un centro financiero, así como de manufactura e industria de alta tecnología con un ingreso per cápita de más de 116.000 dólares, ubicándose entre los cinco más altos del mundo. (*)
No sé si Mariana Mazzucato, de quien hablaré más adelante, llegaría a ser un Winsemius, pero Colombia necesita oír atentamente y poner en práctica lo mejor de nuevas, renovadas y audaces ideas que se puedan convertir en políticas misionales de largo plazo, como las que propone Mazzucato, para pasar de ser una economía parasitaria en donde todos viven de ella a una en donde todos agreguemos valor enriqueciéndola.
El sábado que acaba de pasar CAMBIO publicó un escrito de Mariana Mazzucato, economista italiana a quien el presidente electo Gustavo Petro dijo querer invitar para que asesorara a su gobierno. Hace un par de meses Mazzucato era una desconocida para la mayoría de Colombia. Petro la mencionó en la entrevista que dio a CAMBIO. La primera después de haber sido elegido presidente. Pueden ver y oír la entrevista en el siguiente enlace.
Pasadas una hora y 15 minutos Daniel Coronell le pregunta a Petro sobre quién sería su ministro de Hacienda. Sin dar una respuesta concreta –hoy sabemos que tenía en mente a José Antonio Ocampo–, sí dio a conocer el nombre de Mazzucato, a quien él dijo que quería invitar a Colombia como asesora.
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“Fue una grata sorpresa ver que la invitaron a escribir un artículo sobre su visión acerca de las políticas macroeconómicas que deberían llevarse a cabo en Colombia”.
Pocos días después Coronell la entrevistó en W Radio. Allí pudimos conocer más sobre su pensamiento acerca de la importancia de la creación de valor, el papel del gobierno y la innovación. También le oímos fuerte y claro su mensaje enfático para los gobiernos progresistas de izquierda, recordándoles que, si quieren repartir riqueza, primero tienen que crearla. Desafortunadamente la traducción al español, dado que la entrevistada se sentía más cómoda hablando en inglés, se quedó corta en algunos aspectos de todo lo que dijo. Pueden oírla en este enlace
Quienes querían aprender más sobre las ideas de esta reconocida economista italiana, se encontraron con el escrito de su autoría y publicado el sábado pasado en CAMBIO. Fue una grata sorpresa ver que la invitaron a escribir un artículo sobre su visión acerca de las políticas macroeconómicas que deberían llevarse a cabo en Colombia.
Es un escrito que reta e inspira. Sus sugerencias aunadas a lo que dijo en su entrevista en W radio y a lo que ha expresado en otras conferencias disponibles en YouTube y en su libro The Value of Everything podrían ser la fuente que impulse al gobierno y al sector privado a lograr transformar una economía aletargada que requiere políticas macroeconómicas novedosas y que renueven el contrato social que debe existir entre ambas partes.
Volviendo a Mazzucato, en su escrito en CAMBIO propone que Colombia tenga un gobierno con carácter misional capaz de trazar un camino audaz, invirtiendo en sí mismo y en una economía orientada por los desafíos. Para ello sugiere que el gobierno se concentre en tres áreas clave.
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“Mazzucato defiende la importancia de que los gobiernos se propongan metas misionales de gran envergadura y que transformen la economía agregando valor”.
La primera es renovar las capacidades de ejecución en el interior de las diversas instituciones públicas para implementar cambios reales, pues no cualquier persona puede implementar mejoras públicas de gran calado. Habla también sobre la importancia de experimentar sin tener miedo a fallar, cualidades que usualmente no van en línea con el servicio público y que son necesarias desarrollar para poder impulsar la innovación y la transformación.
La segunda es pasar la página a las varias décadas que llevamos de desindustrialización y comenzar una política de industrialización con una misión clara que permita abordar los nuevos retos y desafíos económicos, sociales y ambientales. Explica la importancia de apoyar sectores basados en recursos naturales con un enfoque que movilice múltiples ministerios y ámbitos para abordar los desafíos del país de manera más coordinada y colaborativa con una concepción de un ‘todo el gobierno’. Eso quiere decir, en palabras de Mazzucato, que los sectores de recursos naturales se convierten, a través de su transformación, en insumos para objetivos y desafíos en torno al clima, la salud y la brecha digital.
La tercera es renovar el contrato social entre el gobierno y los empresarios con el objetivo de reducir los gastos y aumentar la inversión. Y que, si hay subvenciones, préstamos y adquisiciones, condicionarlos a resultados económicos sostenibles y justos, para ayudar a dirigir de manera proactiva la economía con el fin de enfrentar los desafíos que tiene Colombia.
Mazzucato defiende la importancia de que los gobiernos se propongan metas misionales de gran envergadura y que transformen la economía agregando valor. Por ejemplo, que el gobierno lidere proyectos estratégicos en pro de hacer grandes cambios en el país, que de otra forma nadie más se atrevería a hacer por el alto riesgo que conllevan, sin perjuicio de que luego los privados lo reemplacen cuando esos proyectos estén consolidados.
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“Salir de la pobreza no se logra repartiendo la riqueza, sino creándola para luego sí poder repartirla”.
De Petro podrán decir todo menos que no es un estudioso de modelos económicos en el mundo y de no explorar mejores prácticas de gobierno, aciertos y desaciertos. Como le dijo a Federico Gómez y a Daniel Coronell en CAMBIO, él quiere que en su gobierno Colombia sea un país abierto al mundo, que aprenda de experiencias y tendencias internacionales y no que se aísle de ellas.
En general los retos, sugerencias e ideas de esta economista italiana rompen paradigmas sobre el papel del gobierno en la economía. Es una economista de alcance mundial que está poniendo a pensar a líderes y replanteando políticas públicas. Ojalá también nos ponga a pensar y sobre todo de manera audaz acerca del papel del gobierno, de los privados y de la sociedad en general, sobre cómo construir una economía sólida y sostenible que beneficie a todos. Salir de la pobreza no se logra repartiendo la riqueza, sino creándola para luego sí poder repartirla. Bienvenidas las ideas, propuestas y retos de Mariana Mazzucato.
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(*) El PIB per cápita es para el año 2021 y en términos de paridad de poder adquisitivo (PPA), que presenta de mejor forma la capacidad de compra de los ciudadanos de un país frente al denominado PIB per cápita nominal. Su per cápita nominal fue de 72.000 dólares, ubicándose en el puesto 11 del ranking mundial.
Si cree que existen otras ideas, economistas o expertos que puedan aportar para el desarrollo económico colombiano, por favor cuénteme. Me puede escribir a columnaluisarango@gmail.com.
