Lucas Pombo
22 Marzo 2022

Lucas Pombo

Los generales y sus estrategias

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El guayabo electoral de las elecciones legislativas empieza a pasar y los perdedores ya tuvieron tiempo de sobra para lamerse las heridas. Mientras algunos se rehúsan a perder e insisten en recuentos de votos y fraudes imaginarios, hay quienes, desde los sectores tradicionales de la política, empiezan a formar alianzas para sobrevivir en un Congreso que será muy distinto al que dominaron por décadas.

Los primeros en mover sus fichas fueron Germán Vargas Lleras y Dilian Francisca Toro. Sin mucho ruido y sin perder tiempo, los jefes naturales de Cambio Radical y el Partido de la U reconocieron que ya no tienen poder de veto en la política colombiana y sellaron un acuerdo que llevará a sus dos mermadas bancadas a unir fuerzas para formar un bloque de 21 senadores y 31 representantes a la Cámara. Una cifra nada despreciable en un Congreso dividido en el que, sea quien sea el próximo presidente, formar mayorías será un “chicharrón” de marca mayor.

Por los lados del Pacto Histórico, el senador Roy Barreras ha sido el encargado de sacar al petrismo del aislamiento político y de inyectar una dosis necesaria de pragmatismo a un proyecto acostumbrado a ser oposición. Empoderado después de haber liderado el proceso que llevó a la coalición de izquierda a recuperar en el escrutinio más de medio millón de votos, el otrora alfil santista empezó a tender puentes. Con piropos a César Gaviria y guiños a la nueva bancada “vargasdilianista”, Barreras busca tapar el hueco necesario para llegar al número mágico de 55 votos en el Senado y 87 en la Cámara, despejando así el camino de la agenda reformista de su nuevo jefe político.

Pasmado en medio de la derrota está el Centro Democrático. Después de haber perdido seis curules en el Senado, el partido del expresidente Álvaro Uribe no se ha preparado para enfrentar un eventual gobierno de su archienemigo político y optó por un camino que no conduce a ningún lado: desconocer el resultado de las elecciones, con base en especulaciones y teorías conspirativas. Mientras tanto, el fuego amigo tiene a la directora del partido, Nubia Stella Martínez, pendiendo de un hilo mientras más y más dedos la señalan como la responsable de la debacle uribista.

Igual de “enhuesada” está la bancada Verde-Centro Esperanza. Esa colcha de retazos tiene que definir qué es antes de empezar siquiera a pensar hacia dónde inclinará la balanza a partir del 20 de junio. Ya es hora de que Humberto de la Calle empiece a ejercer el liderazgo natural que su votación y galones le dan en la coalición y a tirar línea para marcar el ADN de su bancada, en la que hay desde un youtuber de derecha, hasta alfiles del petrismo.

El juego de las alianzas del próximo Congreso ya empezó. Mientras unos generales de la política ya pusieron en marcha sus estrategias para los próximos cuatro años, otros se quedaron congelados, paralizados en medio del desconcierto por los resultados electorales. El tiempo para reaccionar se agota. Tic-tac.

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