En este 2022 el Ministerio de Cultura conmemora 25 años de creación. Su existencia se le debe al presidente Ernesto Samper Pizano y él asevera que en esa iniciativa estuvo muy comprometida su señora Jackie Strauss, quien ha demostrado una sensibilidad hacia la cultura y en especial hacia las letras y la historia.
La idea se gestó en Barranquilla. En visita que realizó el entonces candidato a la presidencia a la capital del Atlántico, tuvo oportunidad de reunirse con un grupo de intelectuales y artistas y se comprometió a su creación. Y cumplió.
Ernesto Samper encargó a Ramiro Osorio, quien se encontraba residenciado fuera del país, para tramitar la ley que permitió su nacimiento y que se conoce como Ley general de cultura, la cual fue aprobada el 7 de agosto de 1997. Hasta entonces, existía el Instituto Colombiano de Cultura, entidad descentralizada, adscrita al Ministerio de Educación Nacional, creado por el presidente Carlos Lleras Restrepo en 1968 y cuyo primer director fue el poeta Jorge Rojas.
La tarea no fue nada fácil. Muchas reuniones se convocaron a lo largo y ancho del país y se generaron variadas conversaciones en pro y en contra de la propuesta. Uno de sus más fervientes adversarios resultó ser Gabriel García Márquez. Como es apenas obvio, su voz tenía mucha fuerza en el debate nacional en torno al tema. Costaba trabajo entender que el colombiano más destacado e influyente de la cultura y de las letras no comulgara con esta iniciativa. En ese entonces el nobel de literatura resumió sus objeciones así: “La primera duda es si un ministerio no va a politizar o a oficializar la cultura… si va a quedar en manos de la burocracia y el clientelismo”. Aseveró en su momento que lo importante de la propuesta del presidente Samper es que por primera vez se hacía evidente la necesidad de incluir en la agenda pública el tema de las políticas culturales y se hacía evidente, además, que lo que existía hasta ese momento no era suficiente. Era partidario de crear un Consejo Nacional de Cultura dedicado a la formulación de políticas de Estado para la cultura. Ramiro Osorio cuenta que García Márquez contribuyó no solo a enriquecer el debate con sus planteamientos, si no que fue definitivo para que en la ley se adoptaran principios que blindaran al ministerio contra los temores del nobel.
Por el ministerio han pasado diversos ministros que le han dejado un legado al país. Y como bien lo dice la ministra Patricia Ariza, el Ministerio de Cultura de Colombia es un acumulado de una serie de políticas públicas, programas y proyectos. Cada uno desde su perspectiva dejó una huella y definió un conjunto de objetivos, adoptó e implementó una serie de decisiones de lo que consideró prioritario en su momento.
La ministra Ariza reunió esta semana a los exdirectores de Colcultura y a los exministros, para conmemorar los 25 años de creación de la cartera y como invitados de honor estuvieron el presidente Samper y su señora. Allí la ministra compartió cuáles serían sus líneas estratégicas. Inicialmente reiteró que el ministerio cambiará de nombre y que está próxima a radicar un proyecto de ley para concretar la propuesta. Ahora se llamará el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, Mi Casa. Se refirió además a algunas de sus líneas estratégicas: 1. Cultura para la paz, desde su perspectiva jugará un papel decisivo en la paz total propuesta por el gobierno e iniciará con lo que ella ha denominado “estallido cultural”. 2. Arte y cultura para la vida desde donde se ejecutará una propuesta en torno a la educación artística y se avalará un proyecto de ley para crear el sistema nacional de música. 3. Memoria viva, saberes y culturas será la sombrilla desde donde promoverá la cultura en las regiones y 4. Colombia en el planeta y en el mundo; el ministerio se convertirá en un defensor del trabajo responsable frente a las amenazas del cambio climático y la protección de la naturaleza. La ministra proyecta que durante su liderazgo este sea el ministerio de los mil colores.
El presidente Samper ha sostenido que desde que impulsó la creación de Mincultura, ese ministerio, es el de la paz, mediante el cual aprendemos a convertir nuestra rica diversidad cultural y étnica, no en un motivo de conflicto, como el que hemos sufrido por más de medio siglo, sino que es un medio para buscar una identidad común y ser capaces de convivir en paz.
Patricia Ariza y su equipo pronto nos comentarán cuáles serán los “cómos” para lograr implementar sus líneas estratégicas, pues como bien lo recordó la exministra Paula Marcela Moreno las regiones claman por menos retórica y más acción. Esperamos anhelantes los ciudadanos y el sector cultura estas acciones concretas desde la cartera de cultura.
