Paola Herrera
22 Noviembre 2022

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Cuatro meses completa Gustavo Petro gobernando Colombia y nada que nombra uno de los cargos más importantes del sector de transporte en el país. La Aeronáutica Civil, una entidad adscrita al Ministerio de Transporte, sigue sin quien maneje sus riendas y con un encargo al que se le salen de las manos tantos asuntos, que diariamente se convierten en un problema para esa organización.

Este, definitivamente, es uno de los pulsos más difíciles que ha tenido que enfrentar la nueva administración. La razón es que, tanto la cartera de Transporte como las entidades de ese sector, fueron prometidas a los conservadores, quienes no han podido encontrar un nombre que le guste a Presidencia y que cumpla, por un lado, con la cuota política pactada y, por otro, con el perfil técnico que requiere este cargo.

Seis ternas se han enviado a Palacio para ocupar la dirección de la Aerocivil, pero ninguna ha funcionado. Los candidatos que desde el Partido Conservador se han propuesto solo cumplen con el “requisito” de seguir defendiendo los intereses de las toldas azules para repartir puestos a diestra y siniestra, y manejar la contratación a su gusto.

Sin embargo, son personas que no cuentan con la idoneidad necesaria para pilotear una entidad que, recordemos, maneja la política aérea del país, además de tener un presupuesto de 1,6 billones de pesos y la jugosa cifra de 3.000 cargos -que hoy están en vacancia- para funcionarios de carrera administrativa y profesionales, que se deben ocupar el próximo año, según el documento de rendición de cuentas de 2022, conocido por esta columna. Mejor dicho, la Aeronáutica es bastante atractiva para cualquier político.

Y eso sí que lo ha aprovechado el Partido Conservador. No es la primera vez que se adueñan de esta entidad y así ha quedado demostrado con los contratos que se han entregado en los últimos años y con los nombramientos que se hicieron durante el gobierno anterior.

Sin ir muy lejos, el exdirector de la Aerocivil era el señor Jair Orlando Fajardo, una ficha del expresidente de los conservadores, Juan Diego Gómez, a quien no le bastó con poner su cuota en la dirección de la entidad, sino que también llevó a otras personas a ocupar cargos directivos en dependencias que son absolutamente técnicas y que necesitan personas muy capacitadas para realizar una buena gestión.

Eso lo hizo con la ayuda de otros miembros del partido que cogieron la Aeronáutica como su caja menor. Por ejemplo, el senador Efraín Cepeda le dio a Erika Vizcaíno el grado más alto que tiene la entidad y la hizo nombrar jefe de revisión general. Según otros funcionarios de la entidad, la señora Vizcaíno, oriunda de la costa Caribe, la misma región del senador Cepeda, no cumple con sus funciones, no asiste y sus indicadores no son buenos.

Otra persona que llegó con la ayuda de Fajardo es Maritza Gamero, quien, a pesar de su pobre gestión, sigue ocupando un cargo en el área administrativa. Incluso, al interior de la Aerocivil, muchos creen que Gamero sigue beneficiando allí los intereses de su exjefe y padrino.

En la entidad también está el señor Daniel Cuello, jefe de la oficina de investigaciones disciplinarias y hermano nada más y nada menos que del representante, Alfredo Ape Cuello. Este directivo, según fuentes al interior de la Aerocivil, no ha logrado avances en los procesos y hasta los ha dejado prescribir.

Y, finalmente, Soledad Tamayo, también una reconocida representante del conservatismo, ha hecho hasta lo imposible por mantener a la señora Adriana Ramírez, quien ya fue postulada para ser directora. Es la actual secretaria del Centro de Estudios Aeronáuticos (CEA) y ha sido denunciada por irregularidades en los contratos y por las fallas reiteradas que no ha sabido explicar.

Es importante recordar que el señor Jair Orlando Fajardo salió de la Aeronáutica tras el escándalo por el contrato de las obras del Aeropuerto del Café, que una vez más fracasó, aunque era la bandera del expresidente Duque. También, por otros problemas e irregularidades en procesos contractuales que iban en contra de las directrices que se trazaban desde la cartera de transporte.

Es muy probable que las cosas sigan así. Este gobierno sabe la importancia de una entidad como la Aeronáutica Civil y aun así permitió dejarla, otra vez, en manos de los políticos de siempre.

Hoy, cuando hay nuevos temas cruciales por definir, como las integraciones entre aerolíneas, las ampliaciones de aeropuertos y la política de cielos abiertos, esta entidad otra vez está dependiendo de las decisiones que tome el nuevo presidente del Partido Conservador, Carlos Andrés Trujillo.

Esta columna pudo establecer que esta semana podría publicarse el decreto con el nombramiento del director de la Aeronáutica Civil. Esperemos que el designado no cause sorpresas en el sector y sea una persona realmente capacitada para afrontar este cargo que, entre otras cosas, es vital para la competitividad y el desarrollo del país.

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