Mariana Garcés
11 Noviembre 2022

Mariana Garcés

A pie

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Tengo noticia de dos colombianos que han recorrido este país a pie. Claramente son muchísimos más. En este caso me refiero a Alfredo Molano y a Jesús (Chucho) Abad Colorado. El primero dejó su huella en cada uno de sus escritos. Todos excepcionales, pues da cuenta de esa Colombia que ahora llaman profunda. Un cronista maravilloso, un escritor de cartas y de diarios que intentaba entender la historia de violencia de esta Colombia atravesada por ríos, paisajes y personas en un claro ejercicio de reconocimiento del otro. Para Molano, y así lo ha dicho su hijo Alfredo Molano Jimeno, escribir era “un ejercicio de purificación, un exorcismo espiritual, no escribía para publicar”. Si existe alguna lectura obligada para intentar entender la historia convulsionada y violenta que nos tocó vivir, son los libros y columnas de Molano Bravo. Qué falta hacen sus reflexiones. 

Jesús Abad Colorado, otro colombiano que a pie ha cruzado ríos, valles y montañas; creo yo, con similares inquietudes a las de Molano, expresándolas a través de su lente maravillosa, también nos viene entregando un enorme legado de lo que es nuestra violenta y triste realidad. Gracias a María Belén Sáez de Ibarra, curadora y editora, tuvimos el privilegio de apreciar, en el Claustro de San Agustín, esa enorme y maravillosa exposición de la obra de Chucho titulada El Testigo. Inaugurada en 2018, superó el millón y medio de visitantes. Les debemos enorme gratitud a ambos. 

Colorado es comunicador de profesión y trabajó como reportero gráfico para el periódico El Colombiano; es el fotógrafo que tiene mejor documentado el conflicto armado en el país.

El dolor y la tristeza que logra captar Jesús en cada toma son inmensamente conmovedores. Nadie que haya asistido, ya sea en Bogotá o en otras ciudades que han tenido el privilegio de recibir la exposición El Testigo, pasó por allí sin estremecerse. Rostros y miradas que cuentan tantas y dolorosas historias; todas tienen nombre y apellido, como aquella donde Beatriz García y Oscar Giraldo se casan en medio de la guerra en Granada, Antioquia, demostrando que el amor es más fuerte que la guerra. Es verdaderamente fascinante y triste escuchar a Jesús narrar con impresionante detalle la historia que narra cada fotografía. Su obra es periodística; su obra es artística; pero, sobre todo, es la obra de un colombiano comprometido con la paz hasta los tuétanos.  Siempre con una mirada esperanzadora y sin señalamientos. 

A través de sus fotografías rinde homenaje a las víctimas del conflicto; es apabullante y nos permite entender la dimensión de lo que ha sido la guerra en nuestro territorio y quienes la han sufrido con más vehemencia y rigor. Evidencia también la indolencia e indiferencia de nuestra sociedad. Parece que la muerte no quiere irse. Cada día son más y más los líderes sociales asesinados. El miedo vuelve a instalarse en campos y veredas. Jesús repite cada vez que le entrevistan: “No hago fotografías para que la gente se horrorice o para que se conmueva con lo sucedido con las víctimas. Hago fotografías para que la gente entienda que esto no se puede volver a repetir”. 

Ahora, María Belén y Jesús han editado cuatro tomos de El Testigo con más de 700 fotografías y sus crónicas, producto de 30 años de recorrer el país. Un trabajo excepcional de memoria que debe estar en la casa de todo colombiano, y en las bibliotecas públicas y en las escolares; es un libro que se hace pensando en el futuro y en la paz grande. Jesús Abad Colorado puede decir que él ha estado al lado de las víctimas, que les dio voz y que, muchas veces arriesgando hasta la vida, estuvo allí, fue testigo y volvió para contarlo. 

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