Sebastián Nohra
14 Marzo 2022

Sebastián Nohra

¿Quién tiene la culpa del fracaso?

"Fajardo tendrá margen para ofrecerle a la gente otra cara y descartarlo de plano por lo que pasó ayer es un error, pero la campaña gris y de sistemático autosaboteo de la Coalición Centro Esperanza fue lamentable. Gastaron meses discutiendo en medios y ajustando minucias de mecánica electoral, mientras Petro inflamaba municipios día de por medio y el Equipo Colombia se mostraba disciplinado y compacto interpelando a la derecha desencantada del uribismo".

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En las elecciones presidenciales de 2018 la fórmula Sergio Fajardo-Claudia López hizo una gran campaña, quedando a 260.000 votos de distancia de Petro para pasar a segunda vuelta y el Partido Verde logró 18 curules en el Congreso. Para las de alcaldes y gobernadores en 2019 los verdes lograron dar el salto para ser una fuerza nacional de verdad: ganaron las alcaldías de Bogotá, Cali, Manizalez, Cúcuta, Florencia, la Gobernación de Boyacá (aliados con los liberales) y 15 municipios de ese departamento. 

Claudia López era, entonces, la nueva estrella de la política nacional. La historia de la primera alcaldesa de la capital de un país con bajísima participación femenina en política se imprimió en los principales diarios del mundo. La semilla que puso Mockus en 2010 logró ocho años después mirar a los ojos a los grandes monstruos electorales. 

Para estas elecciones entendieron que Fajardo sí debía esta vez competir con otras fuerzas para sacar un candidato que representara al “centro”. Empezaron a cocinar la idea en varias reuniones en un club del que es socio Juan Fernando Cristo y en noviembre del año pasado nació formalmente la coalición en un “cónclave” que sumó a Alejandro Gaviria. Hoy, el ganador obtuvo menos votos que Francia Márquez (segunda en la votación del Pacto Histórico) y 1,3 millones menos que Fico. Electoralmente un masazo. ¿Qué pasó en estos dos años y medio?

Fajardo tendrá margen para ofrecerle a la gente otra cara y descartarlo de plano por lo que pasó ayer es un error, pero la campaña gris y de sistemático autosaboteo de la Coalición Centro Esperanza fue lamentable. Gastaron meses discutiendo en medios y ajustando minucias de mecánica electoral, mientras Petro inflamaba municipios día de por medio y el Equipo Colombia se mostraba disciplinado y compacto interpelando a la derecha desencantada del uribismo.

Salvo Alejandro Gaviria, jamás detectaron la importancia de los temas económicos para esta campaña. Hoy es la discusión principal. Después del meteorito fiscal y social que signfició la pandemia, que deterioró aún más un mercado laboral inviable y que tiene en la informalidad a más de la mitad del país, estuvieron livianos y superficiales. Petro tuvo la destreza de cada semana soltar una propuesta económica transformadora. Como tirando cáscaras de platano a sabiendas que todos las íbamos a pisar e íbamos a terminar días debatiéndolas. Allí, el centro estuvo ausente. Solo Gaviria se animó a subirse al ring con propiedad.

La campaña fue también perdiendo cualquier señal de seriedad y unión con peleas que se deben atender fuera de micrófonos. Se convirtieron en la comidilla de los medios y nos dieron insumos para contar los detalles de una novela que al final los debilitó. Eso les impidió construir una promesa reconocible y un sello de identidad. Gastaron demasiada energia y tiempo en entrevistas y declaraciones sobre toda la música que crearon alrededor de sus intrigas, y terminaron caricaturizando su relato de los principios y la nueva política, pretendiendo crear un club vip de políticos impolutos y redentores que le negaban la mano al resto de los mortales. Eso sí, los pecados propios y el pasado no tan feliz de Cristo y otros amigos sí pasaban al alto umbral moral que armaron. 

El coletazo de la alcaldía de Claudia López debió tener también alguna consecuencia. El Partido Verde perdió muchos votos en Bogotá y el Pacto Histórico arrasó en presidencia y Cámara. El tono hostil de su liderazgo y la gestión de la pandemia creó un ejército de desilusionados. La alcaldesa le dio un empujón a Petro en Bogotá. El Partido Verde con lo de ayer quedó herido y con pocas figuras interesantes en segunda línea para prometer un recambio poderoso. 

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