Luis Alberto Arango
30 Diciembre 2022

Luis Alberto Arango

Seis aficiones para cultivar a partir de 2023

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

Amplificar la energía vital mediante aficiones que mantengan la mente sana, en un cuerpo sano y en equilibro, en pro de servir a los demás, construye un círculo virtuoso de crecimiento personal de largo aliento.


Después de varios días de búsqueda para encontrar el origen de lo que quiero compartir, no pude encontrar a su autor o autores. Sin embargo, haciendo la advertencia de que la mayoría de las aficiones que listaré más adelante no son de mi autoría, y que sobre el particular se encuentra información relacionada en el universo digital, es algo que creo que puede ser valioso para quienes lo lean por primera vez y que no sobra reiterarlo para quienes ya han leído textos similares.

Todos de alguna u otra forma tenemos aficiones, pasiones e idearios de crecimiento personal y la energía para llevarlos a cabo o al menos para intentarlo. El ser humano tiene dimensiones muy ricas y variadas que con el paso de los años florecen si son cultivadas con disciplina, cariño y determinación.

Empresarios, profesionales, deportistas y líderes espirituales ejemplares a nivel mundial comparten con periodicidad sus rutinas de vida. Estas incluyen mantenerse en forma físicamente, leer libros de crecimiento personal o profesional, hacer meditación o algún tipo de actividad buscando un balance espiritual en su vida y sin duda dedicar tiempo a lo que los apasiona de su trabajo.

Visto de otra forma y a manera de listado, que me parece que es una forma organizada y atractiva de presentarlo, las siguientes son las aficiones que podríamos y deberíamos sembrar o seguir cultivando, durante 2023, con mayor decisión e interés, para crecer a todo nivel como seres humanos.

“Empresarios, profesionales, deportistas y líderes espirituales ejemplares a nivel mundial comparten con periodicidad sus rutinas de vida”.

Estoy seguro de que todos o cada uno de nosotros practicamos algunas de las aficiones o actividades que voy a listar y lo hacemos con mayor o menor periodicidad e intensidad. Pero tal vez algunos no nos habíamos detenido a verlo como dimensiones diferentes a las que se les puede dar un título y que todas, en funcionamiento, tienen un propósito común.

1. Mantenerse en forma y hacer ejercicio:

Hacer ejercicio, a cualquier edad, según la Clínica Mayo –una de las clínicas más reconocidas y prestigiosas del mundo– ayuda a controlar el peso, combatir afecciones y a prevenir o darle manejo a muchas enfermedades, mejora el estado de ánimo, aumenta la energía y promueve un mejor sueño. (1)

Sin duda, el mantenerse en forma es una manera de ser fiel al dicho “mente sana en cuerpo sano”. Y quien padece enfermedades crónicas o tiene dificultades físicas para poder mantenerse en forma o hacer ejercicio a plenitud, creo que podría encontrar, con supervisión médica alguna rutina que le permita ejercitar su cuerpo en la medida de las limitaciones que pueda tener.

2. Mantener la mente creativa:

Tener una actividad o afición que estimule la mente creativa debe retar y fortalecer las zonas del cerebro que, según la ciencia médica, son las que tienen incidencia en la imaginación, el pensamiento integral y paralelo, la intuición, las artes, las habilidades cognitivas y motoras.

Estimular la creatividad es un proceso que fomenta las ganas de aprender y vigoriza la capacidad de asociar ideas y de pensar de manera distinta, por fuera de la caja.

En esta categoría están actividades como tocar un instrumento musical, dibujar, pintar, coser, hacer origami, hacer un crucigrama, hacer sudoku, etcétera. Y también se puede complementar haciendo un paseo por el campo, visitar un museo y hasta un parque de diversiones.

De paso no sobra aprender a aburrirse y encontrarle valor al aburrimiento. Los italianos han acuñado el dicho “Il dolce far niente” que se traduce “la dulzura de no hacer nada” y que fue parte de una escena de la película Comer, Rezar, Amar protagonizada por Julia Roberts. La escena, que sugiero que vean, muestra a dos italianos en una barbería explicando a Roberts su simple pero profundo significado. (2)

“Estimular la creatividad es un proceso que fomenta las ganas de aprender y vigoriza la capacidad de asociar ideas y de pensar de manera distinta…”.

El aburrimiento es necesario para que el cerebro descanse, se rehabilite y no se funda por agotamiento.

3. Mantenerse en constante aprendizaje profesional:

La educación permanente y para toda la vida es una de las características que destaca a los técnicos y profesionales más exitosos. La practican con mucha disciplina los médicos y los abogados, quienes se mantienen constantemente actualizados sobre sus especialidades. Lo hacen leyendo, atendiendo seminarios y cursos, compartiendo con colegas, investigando y compartiendo con sus pares sus inquietudes de crecimiento profesional, con el propósito de aprender constructiva y mutuamente.

Esta afición cultivada de por vida, evita el anquilosamiento profesional y permite fortalecer y renovar las competencias duras y blandas a nivel técnico, profesional y personal.

4. Mantener paz y armonía espiritual e interior:

Con el pasar de los años el mundo occidental está entendiendo y compartiendo más y de mejor manera la importancia de la dimensión espiritual del ser humano. Y cada vez con mayor auge el yoga, la meditación, la oración, la práctica de la introspección o atención plena (mindfulness) mediante técnicas de relajación y otras relacionadas, se han tomado un merecido espacio en el diario vivir de muchas personas que ya no lo consideran una afición sino parte integral de sus vidas.

Todas estas son actividades o técnicas para aliviar el estrés, fortalecer el espíritu, conectarse con el alma, mantener el equilibrio mental, dar una nueva perspectiva a los problemas o retos de la vida y a aprender a abordarlos de manera más humanizada, sensata y razonada.

5. Lograr que el trabajo sea una afición:

Esta actividad, la proponen varios escritos que revisé y que se refieren a las aficiones que se deberían tener en la vida. Específicamente sostienen dichos escritos que uno debería tener una afición que le produzca dinero. Esta es una frase que suena atractiva, y que la presento para que cada lector se forme su propia idea. Sin embargo, hay que reconocerlo, trabajar es una afición –si es que llama afición– que tiene muchos condicionantes para que realmente se pueda considerar como tal.

Sin embargo, creo que lo sustancial es quedarse con un mensaje de dos dimensiones: Por un lado, tratar de que el trabajo o actividad que le genera dinero sea algo apasionante y que uno goce haciéndolo. O que para generar dinero, lo haga mediante una actividad que sea una afición.

6. El servicio a los demás:

A las cinco aficiones anteriores y que uno debería tener en la vida, yo adiciono la de desarrollar y fortalecer la vocación de servicio a los demás. Como dije antes, las dimensiones de la vida son muy ricas y variadas, pero de poco sirve cultivarlas y nutrirlas, si no se desarrolla paralelamente el hábito de ponerlas al servicio de los demás.

Se trata de servir a los demás desde lo poco o mucho que se pueda hacer y en la posición social, económica y laboral en que se encuentre.

Hacerlo enaltece el espíritu y engrandece el alma. Muchas personas con importante capacidad económica tienen programas filantrópicos, unos silenciosos, otros pequeños y otros de respetables dimensiones.

Pero no hay que tener grandes programas filantrópicos para lograr el propósito de servicio a los demás. Hay ejecutivos, empleados, amas de casas o pensionados, que, por ejemplo, durante la Navidad se dedican a buscar recursos para hacerles una celebración más digna a niños de barrios marginados, mientras otros dedican un par de semanas al año a desarrollar actividades de bienestar en comunidades vulnerables a lo largo y ancho del país.

Hay otros más, para quienes ese es su trabajo, ellos dedican sus días a apoyar laboralmente a fundaciones y programas que promueven bienestar a los menos favorecidos y más necesitados. De paso, a todos ellos mi reconocimiento y aplauso. Son parte esencial de un equipo de personas muy valioso para la sociedad.

“El mundo del servicio a los demás es grande y simple de explorar. No es excluyente ni discriminatorio, cualquiera lo puede hacer”.

Otros que no tienen la disposición o capacidad de tiempo, aportan dinero para ayudar –por ejemplo– a sostener el día a día de una fundación que atiende niños, personas de la tercera edad, personas en situación especial de discapacidad, etcétera.

Otros combinan una o varias actividades de servicio con la docencia con el fin de transmitir su conocimiento a las nuevas generaciones, una actividad de servicio –sin duda– no importa si es remunerada o no, y que es vital para que cada generación aprenda de la anterior.

Servir a los demás no implica comprometerse con grandes causas y sobre todo lejanas, basta con mirar si alrededor de cada uno de nosotros: familiares, empleados, servidores en la tarea de vigilancia, aseo y servicios varios del edificio, del conjunto o del barrio tienen necesidades que uno pueda ayudar a solventar o resolver.

El mundo del servicio a los demás es grande y simple de explorar. No es excluyente ni discriminatorio, cualquiera lo puede hacer. Seguramente no es gratis, y por ello la recompensa de crecimiento personal es aún más grande, importante y única.

Compartir la energía vital, amplificada día a día mediante la puesta en práctica de las aficiones mencionadas, con un genuino sentido de servicio a los demás creo que es un camino seguro para construir un círculo virtuoso de crecimiento personal de largo aliento no solo para el año 2023 sino para el resto de la vida. Feliz y próspero año nuevo.

(1) https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/fitness/in-depth/exercise/art-20048389
(2) La escena de la barbería comienza en el segundo 51 del siguiente video de YouTube. https://youtu.be/Qhu45p2ZOrk

--
Si usted quiere compartirme ideas, sugerencias o comentarios acerca de esta columna, por favor escríbame, me interesa conocerlas.

Mi e-mail es: columnaluisarango@gmail.com

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más Columnas