Luis Alberto Arango
24 Junio 2022

Luis Alberto Arango

Sembrar o cosechar utilidades en el gobierno Petro

Entre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsAppEntre aquí para recibir nuestras últimas noticias en su WhatsApp

No debería haber castigo al retiro de dividendos empresariales.

Correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y llamadas entre empresarios no pararon el lunes 20 de junio de 2022, festivo en Colombia. A un día de haber ganado las elecciones, quienes no votaron por Gustavo Petro estaban buscando opiniones de otros para saber cómo será el país de los próximos cuatro años.

Los más pesimistas aseguran que Petro se va a atornillar en el poder y que Colombia terminará como está hoy Venezuela. Otros, menos pesimistas, están a la expectativa y quisieran saber a quién van a nombrar en las carteras de Hacienda y Defensa.

Mientras tanto, la variedad de decisiones está en la carta del día. Algunas empresas detuvieron todos sus proyectos y dejaron de invertir hasta tener un panorama muy claro de lo que será el gobierno del nuevo presidente Gustavo Petro. Otros, cautelosos, bajaron la velocidad de las decisiones y las ejecutarán sin el entusiasmo propio que impulsa al empresario.

“La mayor preocupación radica en lo impredecible que puede ser Gustavo Petro gobernando y si lo hará bajo la premisa de que la empresa es el motor de crecimiento...”.

Y no pocos decidieron que seguirán haciendo empresa y negocios como si no hubiera pasado nada y se acomodarán a los nuevos retos, oportunidades o dificultades de un nuevo gobierno.

La mayor preocupación radica en lo impredecible que puede ser Gustavo Petro gobernando y si lo hará bajo la premisa de que la empresa es el motor de crecimiento, desarrollo y generación de empleo de los países.

El sesgo antiempresa privada que caracterizó a Gustavo Petro cuando fue alcalde de Bogotá parece haberse moderado y modulado. Sin embargo, todavía tiene planteamientos que son difíciles de entender y que si se adoptan erradamente puede dejar malherido al sector empresarial y al deseo de hacer empresa en Colombia.

En entrevista reciente con el emprendedor, inventor e inversionista colombiano-estadounidense Alexander Torrenegra, Gustavo Petro mencionó que iba a castigar la repartición de utilidades con un impuesto para desincentivar la repartición de dividendos y que iba a estimular que no se repartieran.

Petro dijo lo siguiente: “Entre más plata se vuelva dividendo de la empresa, más se estanca la economía. Entre menos dinero se saca de la empresa y más se reinvierte en la empresa más se desarrolla la economía. Esa sería la tesis. Por tanto, hay que estimular desde el gobierno que se reinvierta y no que se saque la plata de la empresa, desestimular eso es impuesto y estimular es que, entonces, la reinversión vaya mejor en el tema impositivo”.

El programa de gobierno de Petro dice que las empresas deben repartir el 70 por ciento de las utilidades, razón por la cual su postulado en la entrevista con Torrenegra pareciera caer en contradicción con lo que propone su programa de gobierno. Desafortunadamente Torrenegra cambió la pregunta cuando Petro iba a explicar con más detalle su tesis. Así que la contradicción continúa.

No obstante, repartir el 70 por ciento de utilidades no es novedoso en Colombia. Lo obliga la ley, en las sociedades anónimas, siempre y cuando las reservas de la empresa superen el 100 por ciento del capital suscrito (art. 454 del Código de Comercio). Lo anterior en la medida en que el 78 por ciento de las acciones, cuotas o partes de interés presentes en la asamblea no tomen una decisión en contrario.

“La tesis de Gustavo Petro que sostiene que reinvertir el dinero en la empresa hace que más se desarrolle la economía y retirarlo la estanca, no tiene fundamento”.

Y si las reservas no superan el 100 por ciento del capital suscrito, la ley obliga a repartir el 50 por ciento de las utilidades de una sociedad anónima salvo que el 78 por ciento de las acciones, cuotas o partes de interés presentes en la asamblea acuerden algo diferente. (art. 155 del Código de Comercio).

La tesis de Gustavo Petro que sostiene que reinvertir el dinero en la empresa hace que la economía se desarrolle más y retirarlo la estanca, no tiene fundamento. Es tan cierta o falaz su tesis como las condiciones y características particulares de cada empresa, su estado de madurez y crecimiento, su rentabilidad patrimonial, sus necesidades de financiación, etc.

Impulsar la economía se puede hacer reinvirtiendo utilidades en una empresa como también retirándolas. Si no las necesita en la empresa las puede retirar para gastarlas, para ahorrarlas o para crear nuevas empresas, actividades, estas, que también impulsan la economía.

Deben ser los socios de las empresas y no el gobierno el que decida cuál es el mejor destino de las utilidades, es decir cuándo sembrarlas y cuándo cosecharlas, sin castigar una u otra decisión.

“Si el gobierno Petro quiere incentivar la reinversión de las utilidades, bienvenido. Pero no es justo castigar a quienes quieren cosechar utilidades…”.

Si el gobierno Petro quiere estimular el desarrollo empresarial impulsando empresas nuevas o ampliando las existentes, puede acudir a diversos mecanismos entre los que están los tributarios, pero ojalá que no lo haga transitando el peligroso camino que sería castigar la repartición de dividendos amparado en una tesis que no está del todo probada.

Si quiere incentivar la reinversión de las utilidades, bienvenido. Pero no es justo castigar a quienes quieren cosechar utilidades, mediante dividendos, después de años de esfuerzo y trabajo invirtiendo en sus empresas.

Conozca más de Cambio aquíConozca más de Cambio aquí

Más Columnas