Así fue el temblor que obligó a Colombia a implementar las normas de sismorresistencia

Hace 44 años, el 23 de noviembre de 1979, un sismo de magnitud 7,2, a 110 kilómetrosde profundidad y con epicentro en el Eje Cafetero, transformó las normas de construcción en Colombia. Este evento natural ocasionó la pérdida de 50 vidas y dejó a más de 500 personas heridas.

El temblor se sintió en 17 departamentos del país e incluso en partes de Ecuador, Venezuela y Panamá. Su máxima intensidad fue de 8 (escala EMS-98), lo que indica que causó daños severos.

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Las localidades más afectadas por este terremoto fueron: Manizales, Villamaría, Pácora y Aguadas en Caldas; Sonsón, Támesis, Jardín y Andes en Antioquia; Pereira y Marsella en Risaralda. Según las autoridades, en Manizales, los principales daños se concentraron a lo largo de la Avenida Santander, donde algunas viviendas colapsaron, el Colegio Santa Inés resultó afectado y edificios importantes quedaron averiados.

De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano (SGC), estos daños llevaron a la exigencia de mejores prácticas de construcción, ya que se identificaron numerosos problemas relacionados con acabados, fachadas, estructuras y golpeteo entre edificaciones.

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Después del terremoto, se emitió el decreto 460 de 1980 del Código de Construcciones y Urbanizaciones de Manizales. Este fue utilizado posteriormente para establecer el primer código de construcciones sismorresistentes de Colombia en 1984.

A la reglamentación de 1984 le siguió una actualización en 1998. La normativa vigente es la NSR-10 del año 2010.

El SGC sostiene que la mayoría de las víctimas de los sismos en el mundo están vinculadas a problemas en las construcciones. Por ello, hacen un llamado a las personas a cumplir con las normas establecidas.