
El misterio de los dos cartageneros desaparecidos en México: cuatro meses sin pistas
Christian Guerrero y Carlos Colón, los dos trabajadores colombianos desaparecidos en el estado San Luis Potosí, México.
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Christian Guerrero y Carlos Colón, especialistas en aislamiento industrial, desaparecieron en Villa de Reyes, en San Luis Potosí, a donde viajaron para trabajar en la compañía Alfran. El cónsul de Colombia y el alcalde de Cartagena anunciaron un plan especial de búsqueda. CAMBIO habló con familiares de los desaparecidos.
Por: Rainiero Patiño M.

La “cosa” estaba dura en Cartagena. Así que cuando Christian Guerrero oyó a su amigo Carlos Colón hablar de la posibilidad de irse a trabajar a México, no dudó un instante. Con la promesa de un sueldo de 6 millones de pesos colombianos al cambio, los técnicos especializados en aislamiento viajaron el 2 de enero de 2024 hacia ese país. Pero los dos hombres desaparecieron de manera extraña el pasado 23 de octubre.
Las familias, que están desesperadas, dicen que entre las autoridades mexicanas hay un manto de silencio. Por lo que le piden al Gobierno nacional, y directamente al presidente Gustavo Petro, que los ayuden a intensificar la búsqueda.
Los dos colombianos viajaron a México después de firmar un contrato de trabajo con la empresa multinacional Alfran y de hacer sus trámites legales. Esta compañía se especializa en instalaciones industriales, especialmente en aislamientos, área en la que Guerrero y Colón tienen amplia experiencia. Un ingeniero con el que trabajaron en Cartagena les recomendó el trabajo.
Durante los primeros meses todo marchó dentro de lo normal. Los dos visitaron a sus familias en Cartagena a finales de abril de 2024. En ese momento les contaron más detalles sobre su trabajo y su vida en Villa de los Reyes, el pequeño municipio del estado San Luis Potosí, donde fueron ubicados por la compañía. Se quejaron de los cambios en las condiciones del contrato, porque les pagaban menos de lo acordado y, aunque hablaron del tema de los carteles de la droga en la región, no manifestaron tener miedo, ni reportaron nada extraño.
Guerrero, quien dejó a su pareja en Cartagena, tiene 32 años y tres hijos que tienen entre 4 y 9 años. Colón tiene 41 años de edad y tres hijas. Ambos, casi que, a diario, se comunicaban por videollamadas con sus familias.
El 23 de octubre, día en que desaparecieron, Guerrero y Colón se despertaron un poco más tarde de lo habitual, porque la planta en la que trabajaban había parado la producción por unos ajustes. Después de desayunar, pasaron a recoger el celular de Colón que estaba en reparación. Fueron a una peluquería ahí mismo de Villa de Reyes y dijeron que iban a comer algo. Pero, desde ahí, se les perdió la pista.
Nadie quiere decir nada
Nidia, la hermana de Guerrero, le dijo a CAMBIO que ha sido muy difícil tener mayor información de parte de la Fiscalía de México. A pesar de que insisten, siempre les dicen que vía telefónica no les pueden entregar detalles, por su seguridad y la de los desaparecidos.

“Nos dicen que están buscando, que están investigando, pero no hay nada en concreto”, señala la mujer. Hasta ahora no tienen ningún indicio de lo que pudo haber pasado, ni quién se los pudo haber llevado, si es que están secuestrados. Y en el consulado de Colombia les dicen que solo conocen la información que ha sido divulgada oficialmente.
Aunque tienen ganas de ir a México, no se han decidido a viajar porque no han podido cuadrar con la Cancillería colombiana un acompañamiento para el tema de la seguridad. Les da mucho temor de que algo les pueda pasar a ellos por ir a investigar.
Guerrero y Colón compartieron vivienda con dos compañeros más, otro colombiano y un venezolano, pero estos fueron trasladados al estado de Mérida 15 días antes de la desaparición. La empresa Alfran, dicen las familias, prácticamente se “lavó las manos frente al caso” y se limita a decir “que todo está en manos de las autoridades”.
De parte de la familia de Colón, su hermana Carmen es una de las que ha tomado la vocería. Ella dice que han esperado por tres semanas una videollamada con la fiscal encargada del caso, pero que todos allá parecen estar interesados en dilatar el proceso. Siempre les dan excusas inexplicables. “No hay ninguna constancia de que se esté investigando, ni un documento. Nos han enviado dos papeles y los dos dicen lo mismo que sabíamos desde octubre”, explicó.

La hermana de Colón señala que hay unos registros de cámaras de seguridad del día de la desaparición y declaraciones de varias personas con las que se podría haber avanzado. Entre estas la de un compañero de la empresa de origen peruano que dijo haberlos visto en compañía de otros hombres. "Yo los saludé, pero ellos no me contestaron. Carlos me quedaba mirando. Como que sentí algo", contó el hombre a las familias. Sin embargo, tampoco ha sido llamado a declarar y a las autoridades locales parece no importarles, denuncian los familiares.
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Durante la visita del alcalde de Cartagena, Dumek Turbay, a México, el mandatario se reunió con el cónsul de Colombia, Andrés Hernández, y discutieron sobre el estado de las investigaciones. Del encuentro participó también el coronel Juan Pablo Rodríguez, agregado militar de la Embajada de Colombia en México, quien dijo que desde el consulado le dieron prioridad a la desaparición de Guerrero y Colón frente a la autonomía investigativa que tienen las autoridades del estado de San Luis de Potosí.
Rodríguez señaló que trabajan en conjunto con la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase), para dar con el paradero de los dos colombianos, teniendo en cuenta que es una región de México con una situación compleja. A la búsqueda también se sumó Interpol México, revisando videos de cámaras de vigilancia y recabando información testimonial sobre los últimos lugares donde los vieron.
El cónsul Hernández le dijo al alcalde Turbay que en estos momentos hay un plan candado en la región de San Luis de Potosí para así evitar que Guerrero y Colón sean sacados del estado por redes de trata de personas. Además, anunció que se instalará una mesa técnica en el consulado de Guadalajara para dar con su paradero.
La mayor cantidad de información que han obtenido las familias es de parte de personas que les han escrito en los diferentes grupos de redes sociales en los que participan
Que los tienen en una zona conocida como el Cerrito. Que están retenidos en “una casa de seguridad” junto a otras 60 personas. Que los tienen secuestrados y hay que mandar 500 dólares. Que están trabajando obligados en una zona del estado. De todo les han dicho. Sin embargo, para Carmen el actuar de las autoridades mexicanas es todo un enigma. “Pareciera que la Fiscalía y todo el mundo estuvieran con las manos atadas o sometidos por los carteles”, añadió.
Del ingeniero que les recomendó a Guerrero y Colón el trabajo tampoco saben mucho, hace unos meses se enteraron de que andaba por Brasil. Y la empresa Alfran sacó todo el personal de Villa de Reyes. El último rastro que tienen las familias es una foto que Christian Guerrero le envió ese 23 de octubre a su esposa, el reloj marcaba las once de la mañana. De lo que pasó después, nada se sabe o, según las familias, alguien parece interesado en que no se sepa.
