El cese de Viva Air: las movidas de altos funcionarios de Avianca aparentemente para evadir a la SIC
6 Marzo 2023

El cese de Viva Air: las movidas de altos funcionarios de Avianca aparentemente para evadir a la SIC

Crédito: Foto referencia: Colprensa.

El presidente y el consejero general de Avianca se mostraron renuentes a la investigación de la SIC para determinar si esa aerolínea estuvo detrás del cese de operaciones de Viva Air, incluso salieron del país el mismo día de la diligencia. El Reporte Coronell cuenta los detalles.

Por: Redacción Cambio

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La Superintendencia de Industria y Comercio está investigando si Avianca tuvo que ver en la súbita suspensión de operaciones de Viva Air.

Si eso se comprueba, es la prueba reina de que las dos aerolíneas se habrían integrado a escondidas, sin la autorización de la Aerocivil y de que planearon el cese operacional para presionar por el permiso de las autoridades.

La averiguación inició el pasado jueves 2 de marzo con la llegada simultánea de investigadores de la Superindustria a las sedes administrativas de Viva Air en Rionegro, y de Avianca en Bogotá. Lo que se espera determinar es la cadena de mando de la orden que afectó a unos 17.000 viajeros y que provocó un colapso de los servicios comerciales aéreos.

En estas visitas, la SIC puede interrogar a funcionarios y copiar el contenido de computadores o celulares de cualquier persona que pueda haber participado en la decisión.

El Reporte Coronell de W Radio conoció que la SIC obtuvo declaraciones sobre hechos que documentarían que la integración no autorizada venía operando, entre otros asuntos, como la elección de proveedores y el precio por galón de combustible.

Los investigadores también habrían hallado pistas de que la instrucción para cesar súbitamente las operaciones de Viva Air vino de Avianca que, en la práctica, controla la mayoría accionaria de Viva Air, pero no tiene derechos políticos hasta que se produzca la autorización de integración.

Hay declaraciones que indican que esa decisión, que pretendía presionar al Gobierno, fue consultada no solo con la junta directiva, sino con los accionistas de Viva Air.

En medio de la diligencia de la SIC, los investigadores requirieron al presidente de Avianca, Adrián Neuhaser, y al consejero general de la aerolínea, el abogado Richard Galindo. Pero, a pesar de que el requerimiento es obligatorio, ninguno de los dos acudió presencialmente el 2 de marzo.

Los dos altos funcionarios de la aerolínea que se mostraron renuentes a la declaración, salieron del país en las siguientes horas del requerimiento y de esta manera justificaron su ausencia en la citación.

En casos como este es usual que los investigadores pidan teléfonos o computadores con el propósito de establecer cómo, con quiénes y sobre qué asuntos se han comunicado, para determinar si la suspensión de operaciones de Viva pasó por alguno de ellos. Es por esa razón que la presencialidad es clave en estas diligencias.

Luego de la reunión de ese jueves en la Casa de Nariño, que tenía como fin la de superar la crisis inmediata para los viajeros, Neuhaser y Galindo debían volver a sus despachos para atender a la SIC, pero eso no sucedió.

Adrián Neuhaser salió del país ese jueves a las 11:40 de la noche en un vuelo de Delta con destino a Nueva York. Los investigadores tienen evidencias de que el tiquete fue comprado hacia las once de la mañana de ese día, es decir a una hora en la que ya se sabía plenamente que los funcionarios de la Superintendencia de Industria y Comercio requerían su presencia en la sede de Avianca.

Algo parecido hizo el consejero legal. Richard Galindo salió a las 6:30 de la mañana del viernes hacia Lima, él sí en un vuelo de Avianca.

Un dato curioso es que el presidente de Avianca accedió a dar su declaración virtual y a distancia el viernes 3 de febrero desde Nueva York y allí anunció que los investigadores podían ver su computador portátil y su teléfono celular porque –increíblemente– los había dejado en Colombia y en su oficina. Es raro que cualquier persona, menos aún un alto ejecutivo que está lidiando con una crisis de su sector, viaje sin su teléfono celular, pero así lo hizo el presidente de Avianca. Desde luego los dos aparatos no contienen pruebas de nada.

Los dos altos funcionarios de Avianca podrían ser sancionados por incumplir las instrucciones de la Superintendencia de Industria y Comercio y por obstruir la visita de los investigadores.

Si la SIC demuestra que efectivamente hubo una alianza ilegal, Avianca y Viva se enfrentarían a la mayor multa en la historia de la aviación colombiana: unos 8 billones de pesos, casi el 20 por ciento de su patrimonio.

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