La piscinita: el peligroso paso de los migrantes ilegales por San Andrés

La ruta ilegal por la isla de San Andrés es la más activa desde hace dos meses, luego de la determinación del gobierno de Panamá de cerrar el paso en el tapón del Darién, por donde cruzaron en los primeros meses de 2024 más de 50.000 migrantes, según cifras de las Naciones Unidas.

La gran cantidad de migrantes ha llevado a las autoridades en la isla a establecer operaciones especiales para ejercer controles y evitar así la salida de los ciudadanos extranjeros, que son engañados por organizaciones delincuenciales, en especial por el Tren de Aragua.

Solo en las últimas semanas, las autoridades marítimas han interceptado tres embarcaciones artesanales en las que sujetos colombianos y nicaragüenses transportaban migrantes venezolanos, cubanos y asiáticos que viajaban rumbo a Centroamérica. 

Según investigaciones del Comando Específico de San Andrés y Providencia, los migrantes llegan a San Andrés en vuelos procedentes del interior del país. Haciéndose pasar por turistas, se hospedan por unos días en hostales, para luego ser llevados a puntos alejados donde abordan embarcaciones de pesca para sortear los 110 kilómetros que separan a la isla de la costa nicaragüense.

La piscinita

Al llegar a San Andrés, los migrantes reposan en unas casas escondidas en las cercanías de la playa, donde los recogen en horas de la madrugada y los llevan al sector conocido como La Piscinita.

Este lugar es uno de los puertos naturales para el traslado de turistas a varios sitios turísticos de la isla. Allí las organizaciones ilegales se camuflan para ingresar a los migrantes en embarcaciones que, supuestamente, van a realizar tareas de buceo, pero que en realidad son llevadas a la isla del maíz en Nicaragua.

“Muchos de ellos son interceptados por lanchas de guardacostas de la Armada, y en algunos naufragan en alta mar, donde se han encontrado flotando pasaportes, ropa y juguetes de los migrantes que arriesgan su vida tras el sueño americano”, afirmó un oficial de la Armada.

Los lancheros cobran entre 1.500 y 5.000 dólares –incluidos menores de edad– por cada persona transportada hasta Nicaragua.

Algunos migrantes consideran que esta ruta es más segura que la del tapón del Darién. Sin embargo, la ruta de San Andrés, aunque más atractiva para muchos migrantes, es una alternativa igual de peligrosa.

Los migrantes realizan este trayecto en horas de la noche o la madrugada para que las autoridades no los descubran. La travesía dura entre las ocho y las diez horas como mínimo, porque se trata de embarcaciones pequeñas que tienen un solo motor.

Labores humanitarias

Los migrantes rescatados se trasladan a un muelle seguro en donde se les brinda atención médica. Luego son puestos a disposición de Migración Colombia (en el caso de ser identificados como extranjeros) Oficina de Control de Circulación y Residencia (OCCRE), (en el caso de migrantes nacionales) y de efectivos de la Policía Nacional (para el caso de quienes tripulan este tipo de embarcaciones), con el fin de llevar a cabo los respectivos procedimientos de judicialización.

En general, las embarcaciones son inmovilizadas, pues no cuentan con las condiciones mínimas de seguridad requeridas, como son el uso de chalecos salvavidas y exceso de peso, además de navegar sin las autorizaciones pertinentes, lo que dificulta las labores de búsqueda en caso de presentarse alguna novedad en el mar. 

En lo corrido de 2024, han sido rescatados 153 migrantes ilegales (119 adultos, un cuerpo sin vida y 33 menores de edad), cifra menor comparada con la de 2022, cuando fueron encontrados 711 migrantes (584 adultos y 127 menores de edad), y la de 2023, cuando las autoridades rescataron 453 migrantes.

Las nacionalidades de quienes migran vía marítima son venezolanos, chinos, cubanos, dominicanos, ecuatorianos y bangladeshíes.

Durante lo corrido del año, las autoridades han capturado a 15 personas por el delito de tráfico de migrantes. En 2023, fueron 27, y en 2022, 88. 

En cuanto embarcaciones ilegales, las autoridades han inmovilizado siete durante 2024.  En 2022 que fueron 22, y en 2023, 19.

Medidas implementadas

Con el fin de mitigar esta problemática se han redoblado esfuerzos y patrullajes que permitan localizar embarcaciones que transitan de manera sospechosa en el área de responsabilidad marítima. Así mismo, se efectúan constantes verificaciones a través de sistemas dispuestos en lugares estratégicos. 

También se han llevado a cabo operativos de verificación en los principales muelles de la isla, como Cotton Cay. En estas jornadas han participado entidades como la Dirección General Marítima y Migración Colombia.