Perro antinarcóticos descubre drogas ocultas en chunchullo que iban a ingresar a centro de reclusión

La jornada de visitas a los reclusos de la estación de Policía del centro de Bucaramanga, capital de Santander, transcurría con normalidad. Cerca de veinte personas hacían fila para ingresar y visitar a los internos. Mientras tanto, un grupo de uniformados inspeccionaba las maletas y paquetes que llevaban las personas pafrra sus seres queridos.

Entre los visitantes, un hombre de 63 años llevaba una bolsa con varias cajas de icopor con chunchullo. Tras abrir las cajas y verificar que efectivamente contenían alimentos, logró pasar el control de los uniformados. Sin embargo, un perro antinarcóticos comenzó a ladrar insistentemente al detectar algo sospechoso dentro de las cajas.

Ante la alerta del canino, los uniformados condujeron al hombre a una sala especial para una inspección más detallada. Durante la revisión, se descubrió la razón de la reacción del perro: entre los chunchullos había una gran variedad de sustancias alucinógenas.

Como resultado de la inspección, fueron incautadas tres dosis de 2C-B, 26 dosis de cocaína, 26 dosis de bazuco y 55 dosis de marihuana. El capturado, identificado con el alias de Jovi, y los estupefacientes decomisados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación. Esta entidad será la encargada de presentar al detenido ante un juez de control de garantías, quien definirá su situación jurídica.

Este caso evidencia los diferentes métodos que los delincuentes emplean para ocultar y camuflar alucinógenos en pequeñas cantidades, con el fin de ingresarlos a los centros de reclusión sin levantar sospechas.