La casa construida a través de un subsidio de vivienda familiar permanece deshabitada y amenaza ruina.
Crédito: Fotografía: Archivo particular
La casa nueva que solo aguantó 15 días en pie
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Luego de años de papeleo, una mujer en Anolaima, Cundinamarca, obtuvo subsidio para construir vivienda en un lote familiar. Dos semanas después de terminada la obra, la casa empezó a resquebrajarse hasta quedar inhabitable. Nadie le responde.
Por: Redacción Cambio
María Hilda Izquierdo tiene 62 años, no tiene pensión y su único bien es una porción de tierra que sus papás le dejaron en Anolaima, Cundinamarca.
Hace dos años se enteró de que existía una modalidad de subsidio para la construcción de vivienda rural. Esa posibilidad representó para María Hilda la oportunidad de tener un techo propio y un lugar donde resguardarse por el resto de sus días.
Acceder a un subsidio no es tarea fácil. María Hilda hizo todo el papeleo y cumplía todos los requisitos. En 2020, inició los trámites con Compensar, su caja de compensación; y en 2021, firmó contrato.
A María Hilda le otorgaron un subsidio de 49 millones de pesos. La constructora asignada por su caja de compensación fue la Constructora Barrio Taller. Las obras comenzaron y en octubre de 2021 le entregaron su casa nueva.
Pero quince días después de la entrega llegaron los problemas. El lavadero empezó a filtrar agua, y el tubo de desagüe del lavaplatos se rompió. Después de las respectivas reparaciones locativas, transcurridos tres meses la casa empezó a llenarse de fisuras.
El interventor de la obra le dijo que eso era normal, que hacía parte del proceso de asentamiento de la vivienda. Pero las grietas siguieron apareciendo, algunas con 5 centímetros de ancho. En junio de ese año, la constructora hizo las reparaciones locativas, pero una semana después la tubería principal que lleva agua a la casa estalló y afectó varias paredes. En ese entonces, la vivienda ya tenía un desnivel de 10 centímetros y, para continuar con los arreglos, la constructora le pidió a María Hilda cinco millones de pesos más.
En vista de que las obras no solucionaban la catastrófica situación de la vivienda, en febrero pasado se reunieron en el lugar representantes de Compensar y de la constructora y decidieron hacer algo que debió haberse hecho antes de empezar a construir: un estudio de suelos.
La vivienda está en condición de inhabitabilidad. En consecuencia, la señora María Hilda paga arriendo. Su derecho a un subsidio de vivienda terminó en una casa que está en ruinas.
El abogado de María Hilda, Zalatiel Soriano, desistió de una una audiencia de conciliación con el constructor porque quiere que también acudan representantes de la Caja de Compensación a la diligencia.
CAMBIO se contactó con representantes de la constructora y de Compensar. Estos últimos se comprometieron a dar respuesta a las inquietudes de este medio lo más pronto posible.