Lo que se sabe de la muerte del hombre que mató a su hijo en un hotel de Melgar
De los 45 años que le dieron de cárcel por asesinar a su hijo de cinco años, Gabriel Enrique González solo pagó cinco meses. Murió este 27 de marzo por una intoxicación autoinfligida de medicamentos.
Por: Redacción Cambio
Gabriel Enrique González acaparó titulares de medios de comunicación nacionales e internacionales por el asesinato que cometió contra su propio hijo, el pequeño Gabriel Esteban de cinco años, a quien le quitó la vida en un hotel de Melgar, Tolima, en octubre.
El pasado domingo fue trasladado de urgencias de la cárcel Picaleña a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Federico Lleras Acosta de Ibagué por una sobredosis de fármacos.
Según el médico tratante, el hombre ingirió al rededor de 400 tabletas de antihipertensivos y antidepresivos que le provocaron el paro cardiorrespiratorio que acabó con su vida. La muerte fue registrada como "acción autoinflingida de manera suicida" sobre las ocho de la noche de este domingo 26 de abril.
El atroz crimen
González habría premeditado el crimen por una venganza contra su expareja, la mamá del niño y con la que ya había dado por terminada su relación sentimental.
La historia con fatídico final empezó el sábado 1 de octubre cuando recogió a su hijo Gabriel Esteban en Sierra Morena, un barrio popular de la localidad de Ciudad Bolívar, para que pasara el fin de semana que le correspondía con el menor.
Padre e hijo habían compartido tiempo en una reunión familiar en el parque Simón Bolívar, horas después se despidieron. Todo parecía indicar que el Gabriel González iba a dejar al niño de vuelta en su casa, pero eso no ocurrió.
En horas de la noche la madre, Consuelo, recibió una llamada del hombre en la que le indicaba que había dejado una memoria USB en el baño de su casa que contenía dos videos, uno de ellos una suerte de reclamaciones sobre la relación de pareja que ya había terminado y el otro se refería al sombrío plan de matar a su hijo.
Poco después, la madre recibió en su celular una fotografía que ya mostraba al niño sin vida. La cruel imagen fue clave para hallar el paradero, pues en ella se alcanzaba a ver el símbolo de una corona sobre las sábanas, pista que llevó a las autoridades a reconocer que se trataba del logo de un hotel de Melgar. Efectivamente, cuando la Policía del Tolima llegó al establecimiento, halló el cadáver en la habitación 205.
Las autoridades lo capturaron y desde entonces estaba recluido en la cárcel Picaleña, de Tolima, con una pena de 45 años por homicidio agravado.
