Poderoso comerciante tolimense tapó con un muro la casa de una humilde familia
El muro obstaculiza la entrada a la vivienda
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A pesar de que un juez ordenó la demolición del muro, de 27 metros, la orden no ha sido cumplida. Aparentemente, la familia se negó a venderle su propiedad al empresario, Henry Escobar, mejor conocido como Mica peinada.
Por: Iván Serrano
La familia Pérez Bocanegra ya completa siete años desde que su vecino, Henry Escobar, un poderoso comerciante del Tolima, decidió construir un muro de 27 metros que, además de tapar la fachada de la humilde vivienda, les genera problemas de acceso.
Los Pérez han vivido allí desde hace más de 60 años. La casa, de dos pisos y cuatro habitaciones, es habitada actualmente por tres hermanas –propietarias del inmueble desde que su padre José Pérez, se los heredara antes de morir– y por algunos de sus hijos. La casa tiene un amplio lote y está ubicada en el sector de Mirolindo, en Ibagué.
Las Pérez crecieron allí y fueron por años una familia unida y feliz. Pero la felicidad empezó a serles esquiva a partir del año 2015, cuando un poderoso señor se mudó al sector. Se trata de Henry Escobar Ceballos, comercializador de aguardiente y otras bebidas enervantes, empresario de rumba y padrino de políticos locales en el Tolima.
Es pública la cercanía de Escobar al conocido y poderoso Clan Barreto. Es socio y representante legal de Escobar & Arias, firma que distribuye los productos de la Licorera de Cundinamarca en Tolima. Aparentemente, Escobar quiso comprar el predio de las Pérez Bocanegra para expandir su negocio de distribución de alcohol. Ante la negativa de las hermanas, el reputado empresario decidió hacerles la vida imposible.
Inicialmente, instaló unas enormes vallas frente a la residencia. Meses después, construyó un enorme muro, el cual no solo les quita visibilidad a las señoras, sino que les dificulta el ingreso.
Ahora desde la casa de las Pérez solo se ve el enorme muro de ladrillo que les tapa la vista a la calle. Las hermanas Pérez creen que quizá la intención del poderoso vecino sea invisibilizar su predio, que contrasta con el moderno edificio del empresario.
El caso fue más allá de los reclamos vecinales y llegó a los estrados judiciales. En diciembre de 2017, la Secretaría de Gobierno de Ibagué le ordenó al señor Henry Escobar que retirara el muro, de 27 metros de longitud y 2,7 metros de altura. Escobar demolió solo una parte del muro.
Stella Pérez, una de las afectadas, le solicitó al juez del caso obligar a Escobar a completar la demolición. El juez declaró en desacato al funcionario de la Secretaría de Gobierno de Ibagué que debía hacer cumplir la orden. Pero esta decisión fue impugnada por dicho funcionario y el Tribunal Administrativo del Tolima no solo dejó sin pìso la sanción en su contra sino que determinó que Escobar, a quien en la región lo conocen como Mica peinada , ya había cumplido con el fallo.
La humilde vivienda sigue tapada por el muro, que obliga a las Pérez a ingresar por una pequeña puerta que colinda con el edificio del comerciante.
CAMBIO consultó la opinión de Henry Escobar, pero no ha respondido.