
¿Por qué Petro eleva el tono de voz contra Claudia López?
Claudia López y el presidente Gustavo Petro en una reunión pasada.
Crédito: Colprensa
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El presidente, que utiliza los consejos de ministros televisados para atacar a sus opositores, deja claro que, para él, la campaña política ya comenzó. Análisis.
Por: Armando Neira

Es inusual que los líderes políticos en Colombia se involucren en la vida personal de sus colegas. El presidente Gustavo Petro, sin embargo, ya ha cruzado esta frontera en un par de ocasiones. Ahora, su comentario fue dirigido contra la exalcaldesa de Bogotá Claudia López:
“No hay mujer que me haya traicionado más veces en toda mi existencia. Toda mi existencia. Que acordaba conmigo una cosa y, al día siguiente, en plena emisora, cambiaba de idea. En la cama matrimonial, cambiaba de idea”, dijo el mandatario en el consejo de ministros televisado.
La senadora Angélica Lozano, esposa de López, respondió: “Nuestra cama matrimonial es un lugar de abrazo, calidez y paz; no sé si el presidente pueda decir lo mismo”. “Que se preocupe por su cama el presidente, que parece no estar muy bien; la nuestra está muy feliz”, agregó la parlamentaria.
Se trata, además, de una lucha que se libra en escenarios distintos. El presidente sabe que el tiempo es corto y, por eso, les exige a sus seguidores trabajar en la conformación de un frente amplio con la intención de mantener el poder ante sus opositores. Un libreto que, en contra de las normas vigentes, describió Armando Benedetti, ministro del Interior:
“Si logramos hacer un frente amplio para marzo de 2026, en donde estén el Partido de La U, el Pacto Histórico, el Partido Liberal, los independientes y los Verdes de Amaya, y de ahí pueda salir un candidato de un frente amplio, muy seguramente se puede ganar versus el de la derecha, que puede ser Claudia López, (Sergio) Fajardo o Vicky Dávila”, dijo en su presentación ante el Congreso.
Un ministro nada neutral
Benedetti dibujó así los dos bandos que, según él, competirán por la presidencia y, sin ningún rubor, ubicó a Fajardo y a Claudia en la orilla de la derecha. No le inquietó que como ministro debería conservar una neutralidad para que todos quienes van a participar sientan que quienes están al frente del Estado les brindan todas las garantías.

De vuelta al enfrentamiento del presidente con la exalcaldesa, hay varios aspectos a tener en cuenta. Desde la lógica del ajedrez político, la analista María Jimena Escandón cree que Petro empezó a afectar a Claudia cuando nombró a Antonio Sanguino, una de las figuras de los Verdes y antiguo jefe de gabinete de ella en la alcaldía, como ministro de Trabajo.
Estos no solo serán actores fundamentales para mantener la gobernabilidad del presidente Petro, sino también para los comicios futuros, en donde cada voto será valioso.
El problema, dice Escandón, es que puede ser demasiado temprano para iniciar este tipo de estrategias, cuando los ciudadanos esperan la concreción de políticas públicas en lugar de ver enfrentamientos políticos constantes.
Sin embargo, van contra ella, afirma la experta, porque el presidente la considera un contrincante importante en el ámbito electoral.
¿Quién gana, quién pierde?
De hecho, para el analista político Víctor Solano, esta confrontación no necesariamente es perjudicial para López. Al contrario, podría beneficiarla.
Que un presidente, que tiene la atención del país en el espacio más importante de su administración —el consejo de ministros—, confronte a una líder, sea quien sea, hace que la opinión pública la mire de inmediato, es la conclusión de los analistas.
El contrapunteo entre la máxima figura de la izquierda, el presidente Petro (quien, si bien no puede ser reelegido, sí tiene el poder de definir el rumbo de su colectividad), y Claudia López, que representa la izquierda moderada y una opción clara para que una mujer llegue por primera vez al poder, genera una lucha por ganar adhesiones en esta etapa de precampaña. “A Claudia López le conviene más este juego que al presidente”, concluye Solano.
El también analista Gabriel Cifuentes coincide en que esta disputa obedece a un cálculo político preciso que, al menos en teoría, beneficiaría a ambas partes.
“Por el lado de Petro, quiere alejar la idea de que Claudia pueda recoger las banderas de la izquierda, obligándola a competir por los votos de la derecha, donde la pelea es mucho más difícil, y reduciendo el margen de la izquierda al candidato que salga de su consulta, sin que le puedan robar votos. Para Claudia, que ya había confrontado a Petro, esto la pone en una posición relativamente favorable, pues confirma la idea de que no es la candidata de Petro y, seguramente, le hará una oposición dura”, explica Cifuentes.
La necesidad de un enemigo
Carlos Arias, analista de la Universidad Javeriana, cree que esta situación elegida por Petro está asociada a las características naturales de los políticos, pero que en el caso de él es mucho más fuerte y marcada. “Consiste siempre en construir un enemigo, en generar un adversario”.

Para Arias, “esto en Petro es exacerbado porque decidió hace mucho tiempo no gobernar. Petro no gobierna; creo que duró gobernando ocho o diez meses, y el resto del tiempo ha estado en constante construcción de debate”.
Entonces, siempre habla de cómo debe ser gobernado el país y de lo mal que se gobierna, pero no reconoce que es él quien está gobernando y, en cierta medida, se hace “oposición” a sí mismo.
“En el caso de Claudia, lo que hace es configurar un adversario que le permita generar agenda mediática y, en especial, construir un enemigo con una imagen negativa. En esta ocasión, ese adversario es ella, quien lo dejó, y aunque parezca ridículo o un poco coloquial, siempre se asocia a alguien que le ha hecho daño”, dice.
Según este analista de la comunicación y la política, por eso, cuando postula adversarios, como en el caso de Vicky Dávila, María Fernanda Cabal o Alejandro Gaviria, siempre busca presentar a ese oponente como un agente negativo, nocivo y perjudicial.
Al margen de las opiniones, Claudia López, a pesar de haber salido con una baja favorabilidad de la Alcaldía de Bogotá, está buscando reconstruir su imagen pública, porque es una política hábil, con un buen discurso propio que tiene audiencias importantes.
La pelea por Bogotá
En ese camino, de paso, está en juego la votación de la capital. Que Claudia se reencauche es riesgoso para Petro porque una buena parte de su caudal estaba en Bogotá, y esa base electoral fue atrapada y seducida políticamente por el Partido Verde, liderado en alguna proporción por Claudia López y Angélica Lozano.
Petro perdió la base electoral del sur de la ciudad con Gustavo Bolívar en las elecciones a la alcaldía, algo inédito en la izquierda. En la segunda vuelta presidencial, Petro ganó en Bogotá con más de dos millones y medio de votos, casi tres millones, y Claudia representa parte de ese caudal electoral que necesita recuperar.
Bolívar no ganó en ninguna de las 20 localidades de Bogotá y, en muchas de ellas, Juan Daniel Oviedo lo superó. Petro no olvida esta historia y, por eso, quiere recuperar el control. El problema es que Petro tiene un caudal muy importante, pero su liderazgo no es transferible, hasta ahora, a ningún otro líder progresista.
Entre la gente las opiniones están divididas. Porque pocos políticos como Petro y Claudia López están en el imaginario en una pelea constante para luego volver a reconciliarse.
