Reforma a la salud: los pros y contras del actual sistema

La reforma a la salud del Gobierno de Gustavo Petro llega al Congreso este lunes. La Ley 100 de 1993 busca ser reemplazada y aunque las Empresas Prestadoras en Salud (EPS) parecían tener los días contados, a finales de la semana pasada tuvieron un parte de tranquilidad. La discusión hasta ahora empieza.

Aunque el país lleva varias semanas hablando de lo que será esta reforma, es poco lo que se ha podido hablar con certeza. El hermetismo del Gobierno nacional para mostrar un texto definitivo ha sido la principal razón. La discusión ha girado en torno a lo dicho por la ministra de Salud, el presidente e incluso por las mismas críticas desde la propia bancada.

CAMBIO habló con Jonathan García Ruiz, quien es abogado de la Universidad de los Andes, tiene una Maestría en Salud Pública con énfasis en Salud Global de la Universidad de Harvard y ha estudiado modelos de salud en diferentes partes del mundo, para conocer lo que debería cambiar y mantener el Gobierno del actual sistema.

Por qué cambiar el sistema de salud

Las críticas y halagos al actual sistema de salud están por todo lado. El déficit en la atención, la amplia cobertura, la calidad del servicio, son solo algunos de los comentarios sobre los que ha girado la discusión de esta reforma. 

Aunque para García las EPS hacen parte de los problemas que tiene el actual sistema de salud, no cree que sean todas ni que se deban acabar. “Nosotros no sabemos si la plata que estamos invirtiendo, la estamos invirtiendo bien o no. Hoy el sistema como funciona es que le da una plata a las EPS pero no importa si lo hacen bien o no. Igual se les paga”, afirma el experto.

Para corregir este punto, García cree que se deben mejorar los sistemas de información para conocer qué se está haciendo con la plata que llega a las EPS y a los hospitales públicos.

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“Hay que apuntarle a la calidad y no solo a prestar el servicio”, asegura Jonathan García.

Otra de las cosas que debería cambiar en el actual modelo de salud es la atención fuera de los principales centros poblados. “El sistema no ofrece incentivos a los privados para que presten servicios en las zonas más remotas de este país”, asegura García.

El personal de la salud y las condiciones con las que trabajan son otro de los problemas con los que cuenta el actual sistema. “El número de especialistas no crece tan rápido como la población lo necesita”, dice García.

Cuáles son los riesgos de cambiar el sistema de salud

Para García es importante tener en cuenta que el actual sistema no es el peor del mundo, como se ha dicho en algunas ocasiones.

“Hoy está demostrando que no es un sistema fallido y eso es importante porque eso quiere decir que hay que enfocarse en mejorar las debilidades”, afirma el experto.

El actual sistema tiene una sostenibilidad financiera que hace que procedimientos que cuestan millones de pesos, no sean pagados en su totalidad por el usuario. Además que quienes están en el régimen subsidiado pueden acceder a esos servicios.

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“Nosotros hacemos muchísimo con muy poca plata. Entonces eso es algo, que yo creo que hay que valorar porque en otro modelo es muy probable que esa capacidad de hacer mucho con poco, se vea en riesgo”, dice García.

De igual manera, el experto asegura que en términos generales la gente está contenta con el actual sistema, al menos según la encuesta de calidad de vida que se hace cada año por el Ministerio de Salud.

Qué promete la reforma a la salud

Dentro de lo que se sabe de la reforma a la salud está un impulso a la atención primaria. Este tema ha sido hablado y planteado por el presidente Gustavo Petro desde que era alcalde de la capital. Con esto se podría cerrar la brecha entre las zonas alejadas y los centros poblados.

De igual manera, la eliminación de las EPS parecía ser otra de las certezas que iba a tener el proyecto del Gobierno nacional. Sin embargo, a finales de la semana pasada y luego de una reunión con representantes de estas empresas se aseguró que esto no ocurrirá.

Jonathan García asegura que: “Yo por lo menos sí soy partidario de que haya menos EPS, que las malas, que simplemente no han sido capaces de demostrar resultados, pues que se salgan porque les quedó grande. Pero las que sí son buenas, hay que buscar la forma de ayudarles a expandir eso”.

De igual manera, el investigador resalta que se ha hablado de aumentar la inversión a los hospitales públicos. “Eso es algo que se debió hacer hace muchos años y que ningún gobierno como que se puso la 10 en decir invirtamos en en mejorar esa infraestructura”, concluye García.