Alternativas de financiación para emprendedores

Crédito: Freepik

2 Junio 2024 09:06 pm

Alternativas de financiación para emprendedores

Para que un emprendimiento arranque no siempre es preciso acudir a un préstamo de carácter ordinario. Existen otras alternativas diferentes y efectivas que también proporcionan capital para empezar.

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Desde hace un buen tiempo, el doctor Juan Pablo Rengifo sólo tiene que hacer clic en la pantalla del celular para ver y actualizar la historia clínica de sus pacientes desde cualquier lugar, y a cualquier hora. Y no precisa utilizar la inteligencia artificial: simplemente tiene instalada la aplicación Biofile, que el emprendedor colombiano Dorian Rallón creó como una “suite profesional para prestadores de salud”.

“Desde que creé a Biofile en 2016, tomé la decisión y elegí el modo de financiamiento con recursos propios, que en otras palabras se conoce como el método Bootstrapping. Así, con la reinversión de ganancias, hemos logrado un crecimiento sostenible y adaptativo. Este enfoque nos ha permitido estar en constante crecimiento”, explica a Cambio.

No es una tarea fácil. “Para lograrlo –advierte–, es necesario estar continuamente innovando, siendo productivos, ya que nuestro producto es desarrollo de software. Esto requiere actualización constante en programación, investigación de nuestro mercado, inversión en nuestro talento humano, para que día a día trabajemos por presentar soluciones tecnologías y para que más médicos independientes saquen adelante sus consultorios o IPS”. 

Su trabajo rinde frutos. El creador y CEO de Biofile señala que sus ventas, 100% digitales, crecieron un 29 por ciento el año pasado, al aprovechar las redes sociales para darse a conocer. “Lo logramos comunicando cómo aportamos con tecnología al bienestar y el desarrollo del sector salud”, dice. 

Y es que hacer empresa no es lo mismo que hacer dinero. Pero hay que tener dinero para hacer empresa.

No se necesita ser Elon Musk para confirmarlo. En el principio, cuando todo es caos, nace una idea. Pero ella no viene con el presupuesto debajo del brazo, sino que debe financiarse para llevarla a cabo y lograr el éxito. O, al menos, para ponerla en marcha.

Alternativas de capital, muchas accesibles y sencillas:

Activo arrendado

Una buena opción es el leasing

De acuerdo con Asobancaria, esta alternativa es un mecanismo de financiación mediante el cual una entidad financiera, sea un establecimiento bancario o una compañía de financiamiento (comúnmente conocida como arrendador), por instrucción de un cliente solicitante (denominado arrendatario o locatario), adquiere un activo de capital que está bajo propiedad de la entidad, y se lo entrega al locatario en arrendamiento financiero u operativo para su uso y goce por un periodo de tiempo a cambio de un pago periódico de una suma de dinero, denominado ‘canon’.

Al finalizar la operación de leasing, el locatario tiene la potestad de ejercer una ‘opción de adquisición’ sobre el mismo bien a un precio pactado desde el inicio –generalmente a su favor–, o renovar la operación de arrendamiento. 

Según esa agremiación, los beneficios del leasing son varios. En primer lugar, es posible financiar un porcentaje más elevado del valor del activo en comparación con el porcentaje de financiación en un crédito convencional.

Además, sin necesidad de adquirir e incurrir en el gasto de su compra, se puede obtener el uso de muebles e inmuebles tanto en el mercado nacional como en el internacional. Y ellos van desde equipos para oficinas, maquinaria especializada y software, hasta establecimientos comerciales, cualquier clase de vehículo y viviendas nuevas, usadas o sobre planos.

Esta forma de endeudarse brinda igualmente una flexibilidad en la estructuración del negocio, pues le permite al cliente adaptar sus pagos de acuerdo con sus preferencias y flujo de caja. El leasing, en efecto, está basado en la valoración del activo y en la capacidad del cliente para generar flujos de caja para cumplir con los pagos, contrario a lo que ocurre con el crédito tradicional, donde la solvencia está determinada esencialmente por sus estados financieros y su historial crediticio.

Para Asobancaria, el leasing también evita efectuar la inversión en activos que se pueden devaluar rápidamente y son de difícil venta, lo mismo que renovar ágilmente los vehículos, maquinaria, equipos y tecnología a disposición del negocio.  

“El bien, al ser de propiedad de la entidad financiera, no hace parte del patrimonio del cliente, por lo que no se registra en los activos del cliente para el cálculo del impuesto de renta u otros tributos”, agrega la entidad.

Ellos también facturan

Otra alternativa que ofrece beneficios para el emprendedor es el factoring

Aunque su nombre en inglés puede hacer pensar que se trata de una opción sofisticada, y por lo tanto enredada, conviene saber que es por el contrario una posibilidad sencilla.

Según Bancolombia, lo más común en el mercado colombiano es que los pagos de las facturas se realicen a plazos de 90 días o incluso a tiempos mayores. Sin embargo, esta es una práctica que puede afectar la liquidez de muchos negocios, que por lo general necesitan recibir el dinero de sus clientes en un tiempo menor para comprar materia prima nueva, pagar a sus empleados y responder a muchas otras obligaciones.

Por ello existe en el mercado este tipo de financiación que permite a las empresas no tener que esperar los 90 días para obtener el pago de sus facturas por cobrar.

El proceso es sencillo. La empresa le vende a un banco las facturas que sus clientes no han pagado aún. Este le paga casi de inmediato su valor a la compañía (el costo, menos comisión o intereses, varía dependiendo del sector y de quién asume el riesgo del no-pago de las facturas).

Luego, la entidad bancaria se entiende directamente con los clientes de la empresa para obtener el pago de las facturas.

Entre los mayores beneficios que puede obtener tu empresa por el pago anticipado de facturas se encuentra, por ejemplo, que el factoring suele ser más económico que un préstamo tradicional.

Además de disminuir la emergencia de cartera, el emprendedor obtiene liquidez inmediata para producir más, vender más y crecer.

Así, la empresa no tiene que endeudarse para cumplir con las obligaciones del negocio y puede invertir más rápidamente el recurso.

De otro lado, los trámites son relativamente cortos, porque sólo se revisa la factura y nos estados financieros del emprendimiento.

Fondos en línea

Una tercera opción para reunir recursos es el crowdfunding. Se trata de una estrategia que consiste en obtener fondos en línea para financiar un proyecto a través del aporte de un elevado número de inversionistas. Según Rafael Obando, del blog Hubspot, la ventaja de este método, en comparación con otros mecanismos de financiamiento, “es que permite reunir muchos recursos sin poner en riesgo una suma importante de dinero por inversor”.

“Cabe señalar –agrega el bloguero– que en esta modalidad de financiamiento las inversiones no siempre deben ser retribuidas, pero las personas solo realizarán un aporte si hay un interés de por medio. Más adelante veremos que algunos proyectos buscan convencer a los inversores ofreciéndoles algún tipo de beneficio o recompensa moral, económica o social; por esta razón el crowdfunding no es lo mismo que una donación”.

En Colombia, el crowdfunding se reguló mediante el decreto 1357, del 31 de julio de 2018, que lo definió como aquella “actividad de financiación desarrollada a través de la emisión de valores y a partir de una infraestructura electrónica a través de la cual se ponen en contacto un número plural de aportantes con receptores que solicitan crédito”.

El decreto advierte, además, que la financiación “debe estar destinada a un proyecto productivo de inversión, es decir, aquel desarrollado por personas jurídicas con el fin de obtener una rentabilidad a partir de actividades empresariales, agropecuarias, industriales, comerciales o de servicios”.

Según la firma de abogados Brigard Urrutia, debe tenerse en cuenta que las entidades que desarrollen crowdfunding únicamente tendrán 6 meses para conseguir los recursos correspondientes al porcentaje mínimo determinado para financiar un proyecto productivo y, en caso de no lograrlo, sólo tendrá 30 días para completar la devolución de los recursos recibidos. 

El portal Lean Finance define el crowdfunding como una forma atractiva de recaudar fondos y lanzar diversos proyectos. Y subraya algunas de las principales ventajas que ofrecen las plataformas que lo tienen, como la posibilidad de generar una comunidad de interesados en torno a una causa concreta. “Esto es posible gracias al propio funcionamiento del crowdfunding, que se basa en la conexión entre intermediarios y emprendedores”, señala.

Así mismo, la página web universocrowdfunding.com explica el funcionamiento de este sistema de financiación. “El emprendedor (creativ) envía el proyecto a la plataforma de crowdfunding, indicando descripción, cantidad necesaria, tiempo de recaudación, recompensas… Algunos se valoran de forma comunitaria, y para otros lo hace la plataforma. Luego, se publica el proyecto por un tiempo determinado y se promociona lo máximo posible.

Riesgo compartido

Una cuarta modalidad es el joint venture que, según la universidad online Unir, es un acuerdo entre dos o más empresas que quieren impulsar un mismo proyecto y lograr unos objetivos. Para ello, aúnan esfuerzos y recursos, pero sin fusionarse.

“Un contrato de joint venture o empresa conjunta es un acuerdo estratégico entre al menos dos empresas independientes cuando deciden poner en común esfuerzos y recursos con tal de realizar un proyecto a corto, medio o a largo plazo, pero las partes siguen siendo independientes”, señala. Y explica que no se trata de un contrato de fusión, sino que implica “la creación de una tercera sociedad que funciona como un negocio más para los socios. Su finalidad puede ser colaborar en los aspectos técnicos, comerciales y/o financieros de un negocio”.

Este tipo de contratos son muy comunes en el ámbito del comercio internacional, porque permite a empresas de distintos países, pero con intereses compartidos en un sector o negocio, colaborar y aprovechar sus recursos, reduciendo así su exposición a riesgos.

Un ejemplo en este sentido es el caso del desarrollo de medicamentos genéricos de Pfizer en China. Para desembarcar en este mercado, la firma estadounidense formó una joint venture con la farmacéutica china Zhejiang Hisun para desarrollar y comercializar medicamentos genéricos. La alianza funcionó, y en 2015, Pfizer era la farmacéutica con más ventas en el país.

De la idea a la realidad

Los emprendedores tienen una quinta posibilidad de financiación en una incubadora de empresas. Ser trata de una organización creada para apoyar el desarrollo de nuevos negocios en etapas iniciales. El objetivo principal es que se construya la empresa. 

“En una incubadora, los emprendedores establecen contactos con otros emprendedores e inversionistas potenciales. También desarrollan sus ideas, y crean un plan de negocios bajo la asesoría personalizada de los mentores. Además, las incubadoras ofrecen un espacio físico y orientación legal, financiera y contable”, explica el portal Startupeable.com.

Según esta plataforma, las incubadoras ofrecen programas con una duración que varía entre los dos meses y 1 año y buscan impulsar el emprendimiento y la creación de empresas con un alto componente de innovación. “Ello lo logran mediante las asesorías que brindan los expertos. Gracias a su experiencia, logran que estas ideas de negocio minimicen su riesgo de fracaso”, advierte. 

Muchas incubadoras se asocian con empresas o universidades con el fin de potenciar el ecosistema emprendedor.

Para postularse ante una incubadora, el proyecto de negocio debe ser innovador y con potencial de crecimiento. Es decir, tiene que mostrar una solución innovadora, utilizar tecnología y demostrar que posee un mercado potencial bien definido. 

La idea, además, debe buscar solucionar problemas reales, tenerlos bien identificados y ofrecer una solución tecnológica viable y efectiva.

“Las ideas de negocio deben demostrar que puede desarrollarse como una empresa autosustentable, innovadora, dinámica y escalable –afirma Startupeable.com–. La incubadora conecta a las startups con los inversores a través de su red de inversionistas ángeles. Esto ayuda a tener más probabilidades de obtener capital en menos tiempo. Además, ofrecen eventos en los que puede presentar su pitch deck (breve presentación en Power Point o Google Slides de 10 a 20 diapositivas que se utiliza para contar el plan de negocios) a posibles inversionistas o socios y establecer contactos con ellos”.

Finalmente, le proporciona un espacio de trabajo gratuito o de bajo costo que permite reducir los gastos generales mientras el emprendedor se enfoca en su producto.

En la misma línea de asesoría se encuentran las llamadas aceleradoras de startups, que buscan impulsar el crecimiento de empresas de nueva creación trabajando de la mano de los emprendedores para ayudarles a desarrollar sus ideas de negocio y transformarlas en proyectos viables. 

De acuerdo con el BBVA, ellas “proporcionan servicios de asesoramiento y formación de la mano de mentores expertos en el sector, así como contactos, financiación y otros recursos económicos. Además, en algunos casos, también cuentan con infraestructuras y espacios de trabajo colaborativo para mentores y emprendedores”.

Tal y como su nombre indica, las aceleradoras de startups tienen el objetivo de acelerar el crecimiento de nuevas empresas. Estas entidades trabajan, en líneas generales, con startups en fase semilla que ya se han lanzado al mercado y han presentado un producto mínimo viable (MVP, según sus siglas en inglés) con un modelo de negocio.

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